Las creadoras de Amor del 2000, una cuenta de Instagram con 170 mil seguidores que ilustra muy bien cómo es amar en tiempos digitales, le cuenta a MALEVA lo que detectaron del amor moderno / ¿Qué patrones (positivos y negativos) visualizaron? ¿Cómo afectaron los cambios sociales a los mensajes que reciben? / Tinder: ¿Va o no va?
San Valentín en tiempos de Whatsapp: Cómo se ama hoy según las creadoras de Amor del 2000
170 mil seguidores, 0 seguidos, capturas de pantalla que reflejan la idea de amor en tiempos modernos (y su deconstrucción), y una especie de poesía digital con muy buena curaduría. Así es Amor del 2000 (@amordel2000), una cuenta de Instagram que no es una más entre las millones que andan dando vueltas por ahí. Acá, con varios «screenshots» de conversaciones entre millenials, logran llevar al plano de la reflexión la idea de la forma de relacionamiento moderno entre mensajes de amor y desamor sin filtros ni tabúes.
«Colectivo abierto de poetas y poetizas del siglo XXI. Fugaces declaraciones de amor y roturas de corazón cibernéticas en la era del 2000». Así se definen desde adentro. Del otro lado, dos mujeres que prefieren mantenerse fuera del spotlight, porque, así como dijeron, son un colectivo abierto antes que nada. En MALEVA hablamos con ellas en exclusiva para que nos cuenten qué piensan del amor moderno, qué patrones (buenos y no tanto) visualizaron, cómo afectaron los cambios sociales a los mensajes que reciben, y mucho más:
¿Qué tendencias encontraron en el amor moderno y digital?
No hacemos una diferenciación entre la idea del amor en el plano físico y la idea del amor en el plano virtual: una condiciona a la otra constantemente y se van retroalimentando. Patrones hay varios, algunos que están buenísimos y otros que personalmente me rompen los ovarios. Por ejemplo, la gente que compara sus relaciones con comida. Llegan muchísimos mensajes de personas que dicen “te amo más que a la birra congelada” “estás más buena que las milanesas de mi vieja”. Roza un toque la despersonalización de la persona que tenés en frente, la estás comparando con comida. Seas varón o mujer.
Algo que pasa es la importancia que se le da al visto y no visto. Es algo que, una vez que logramos incorporar herramientas para cuidar nuestra privacidad e intimidad como lo son sacar el visto, empezamos a apurar un poco esa necesidad de estar en todo, todo el tiempo. Así como también ya dejó de ser tan importante quién te vio la historia y quién no. Sí nos importa si la miraron o no, pero esa manía de atosigamiento se dejó un poco de lado.
Después, los nudes (fotos de desnudos). No son una tendencia, son parte de un lenguaje que compete 100% a lo virtual. Son un patrón que se repite muchísimo y hace no tanto tiempo: cuando salió la camarita web en Messenger ya existía, pero no era ni tan instantáneo ni había una estética alrededor de la nude. Hoy sí hay: hay nudes lindas y nudes feas y no se trata del cuerpo sino de cuánto empeño le ponga uno o una a sacar esa foto. Es muy importante la estética que se construyó alrededor del nude.
El “beboteo” también se convirtió en parte del lenguaje para muchas personas. Si bien es súper polémico en sí mismo, porque es poner pucherito medio “no”, hacer ojitos, inclinar un poco la cabeza, cambiar la voz y el tono (quizás en una foto y no hablado) es algo que está muy en la agenda de lo que se habla y con lo que se manejan muchas relaciones.
Algo que cambió también, es la importancia que se le da al visto y no visto. Es algo que, una vez que logramos incorporar herramientas para cuidar nuestra privacidad e intimidad como lo son sacar el visto, empezamos a apurar un poco esa necesidad de estar en todo, todo el tiempo. Así como también ya dejó de ser tan importante quién te vio la historia y quién no. Sí nos importa si la miraron o no, pero esa manía de atosigamiento se dejó un poco de lado.
Algo a cambiar es el ghosting (desaparecer). Hay una responsabilidad afectiva que es que, si está todo bien con la otra persona, si no te están hostigando ni acosando, no está bueno desaparecer. Negar que hay una sensibilidad comprometida solo porque es muy fácil desaparecer con una pantalla de por medio, es ser irresponsable.
¿Cuáles son los errores más comunes a la hora de chamullar?
Nosotras no somos gurús de nada, no tenemos respuestas absolutas ni verdades. Pero sí me parece que hay cosas que están mal hacer cuando uno está encarando a la otra persona. Una es no entender cuando el otro está diciéndote que no. Y simplemente porque es muy fácil mandar enter, mandar y mandar mensajes. Muchas veces, que te lleguen mensajes es como que te toquen el timbre de tu casa. Te dije que no, o te di a entender de múltiples formas que no. No tendría ni que hacer más falta explicarlo, pero lamentablemente sigue siendo necesario.
Chamullar es medio ruletoso. Yo no dejo nada a la suerte, no estoy muy de acuerdo con que las cosas fluyan y dejarlas pasar, me parece que así se cometen muchísimos errores como dejar que te pasen muchas cosas o hacer muchas cosas que puedan dañar, justificado bajo el “que las cosas fluyan”. En todo vínculo, virtual o no, tiene que haber cuidado y respeto. El tema es que la virtualidad, como hoy la usamos, permite mucho y da mucho lugar al desafecto y al destrato.
Tampoco está bueno, en varios casos, el ghosting (desaparecer). Hay una responsabilidad afectiva que es que, si está todo bien con la otra persona, si no te están hostigando ni acosando, no está bueno desaparecer. Negar que hay una sensibilidad comprometida solo porque es muy fácil desaparecer con una pantalla de por medio, es ser irresponsable. A veces, no siempre.
Chamullar es medio ruletoso. Yo no dejo nada a la suerte, no estoy muy de acuerdo con que las cosas fluyan y dejarlas pasar, me parece que así se cometen muchísimos errores como dejar que te pasen muchas cosas o hacer muchas cosas que puedan dañar, justificado bajo el “que las cosas fluyan”. En todo vínculo, virtual o no, tiene que haber cuidado y respeto. El tema es que la virtualidad, como hoy la usamos, permite mucho y da mucho lugar al desafecto y al destrato.
Me parece que hay cosas que están mal hacer cuando uno está encarando a la otra persona. Una es no entender cuando el otro está diciéndote que no. Y simplemente porque es muy fácil mandar enter, mandar y mandar mensajes. Muchas veces, que te lleguen mensajes es como que te toquen el timbre de tu casa
¿Qué frase que hayan recibido las marcó más?
Una que dice algo así como: “Estaba mirando tu en línea, y justo te pusiste en línea. Empecé a flashear que estábamos mirándonos a los ojos.” Es muy hermosa y resume muchísimas de las cosas que intentamos transmitir. Nosotras no somos amantes de lo físico, no lo llamamos la realidad. Es una parte más que compone nuestra vida y nuestro cotidiano, como lo es también lo digital. Pero es muy lindo eso, mirarte a los ojos mientras estamos en línea es algo casi que poético.
La mayoría nos conocemos por redes sociales, o por lo menos nos teníamos fichados por ahí, entonces no hay ningún pecado en haberse conocido por medio de Tinder. Instagram es Tinder para la gente que le da vergüenza admitirse con ganas de encuentros sexuales y nada más.
¿Hay cambios en la actitud de las mujeres y hombres en el marco del feminismo?
Sí, un cambio en mujeres, en hombres. Un cambio general, no solamente en amor del 2000. De repente a las personas le molesta menos entender que hay personas no binarias, empezaron a dejar de luchar en contra del lenguaje inclusivo, vemos un cambio en el nivel de inseguridad en pibas de 17 años. Los mensajes que antes nos llegaban de “amiga, estoy gorda, estoy fea”, de repente se convirtieron en mensajes de contención entre amigas o de cagadas a pedos entre amigas. Empezaron a haber otros temas de conversación también. Antes en amor del 2000 solo se hablaba de amor, y hoy la gente asocia el amor a luchar, a aprender con una amiga al lado tuyo. Y los chabones también cambian. Es verdad, existe el feministo.
¿Qué opinás de Tinder?
Yo personalmente opino que Tinder es una plataforma que la gente piensa que se usa exclusivamente para encuentros sexuales, y las parejas que se conocieron ahí les da mucha vergüenza decirlo. La mayoría nos conocemos por redes sociales, o por lo menos nos teníamos fichados por ahí, entonces no hay ningún pecado en haberse conocido por medio de Tinder. Instagram es Tinder para la gente que le da vergüenza admitirse con ganas de encuentros sexuales y nada más.