Los hay y te los mostramos, desde Devoto hasta Martínez. Platos nutritivos, espacios de esparcimiento y, como si fuera poco, personas que los cuidan mientras los adultos comemos, tomamos algo o, simplemente, charlamos. Hoy elegimos algunas de las propuestas. Sitios donde toda la familia se entretiene y disfruta.
Los inflables de Bocha: pura alegría para los chicos.
Salir a comer afuera con niños: cinco lugares para que vuelva a ser plan. Por Magalí Sztejn. Fotos: gentileza locales mencionados. Foto destacada: gentileza para Prensa de Bocha Polo.
Como muchos, desde que me convertí en madre y me propuse sumar a mi hijo a nuestras comidas fuera de casa tenía la imagen de restaurantes ruidosos, donde, con suerte, había un cubículo triste para los niños. Por supuesto, en esa búsqueda pasé por los llantos, producto del aburrimiento; las miradas incómodas de los otros comensales; y las persecuciones entre las mesas. Nadie escapa de esos intentos fallidos. Sin embargo – en búsqueda con MALEVA -, descubrí unos cuantos espacios gastronómicos pensados para incluir a los niños. Aquí va, entonces, una lista de ellos. ¿Ustedes cuáles sumarían?
«Desde que me convertí en madre y me propuse sumar a mi hijo a nuestras comidas fuera de casa tenía la imagen de restaurantes ruidosos, donde, con suerte, había un cubículo triste para los niños. Por supuesto, en esa búsqueda pasé por los llantos, producto del aburrimiento; las miradas incómodas de los otros comensales; y las persecuciones entre las mesas…»
1) Bocha: comida y juegos a cielo abierto / Av. del Libertador 4096, en el Campo Argentino de Polo.
Las familias esperan en la puerta antes del horario de apertura y, una vez adentro, no dejan de verse niños y cochecitos. Bien cerca de la entrada está la plaza de juego para los más chiquitos: inflables, tobogán, pizarras y dos cuidadoras que los animan a participar y ordenan el espacio. Un poco más lejos se ubican los inflables para los más grandes y varios metegoles. Por si fuera poco, hay dos puestos de make up artístico.
El espacio gastronómico es amplio y tiene muchas opciones, como: tapas asiáticas, hamburguesas, pizzas, ribs ahumadas, parrilla y cocina plant based. Además, cuenta con la curaduría de Narda Lepes, quien en Epicúreo House ideó el Menú Wachines: arroz, tomatitos, huevo 5’, palta, queso halloumi. También los adultos pueden disfrutar de coctelería, un wine bar y café de especialidad.
“Las familias son nuestro público principal. Vienen a pasar el día, divertirse y probar comida de chefs reconocidos y marcas destacadas. La seguridad que ofrecemos dentro del predio, sin duda, hace que puedan disfrutar distendidos del plan. Tienen la contención que pueden tener en un club”, señala a MALEVA Alejo Pérez Zarlenga, encargado de comunicación de Bocha.
Abre sábados y domingos, de 12 a 19 hs. La entrada es libre y gratuita.
2) Joe’s Grill: el combo ideal / Av. Fondo de la Legua 340 – San Isidro.
“Proyectamos tener no un simple restaurante, sino un espacio para las familias: un lugar donde grandes y chicos disfruten de buena comida en un ambiente cálido y alegre”, cuenta Mariano Palmisano, encargado del lugar, que dispone de un “Kid Zone” de 100m2. ¿Qué pueden encontrar allí? De todo un poco. Desde juegos de plaza (casita de madera con tobogán y puente, hamacas y pasadizos) hasta un pelotero para bebés y otro para niños más grandes, tres consolas de videojuegos, Arcade y metegol.
El menú, con una impronta norteamericana de platos abundantes, incluye ribs ahumadas y diferentes versiones de milanesas. El menú infantil se compone de plato, bebida, helado y un juguete, como en los locales de comida rápida. Pueden elegir entre hamburguesas, empanadas, pizzas, nuguets o spaguettis con salsa. También hay opciones libres de gluten.
Abre de domingos a jueves, de 11 a 00hs, y viernes y sábados, de 11 a 00:30 hs.
3) Blossom: El club de los chicos / Edison 10 (Martínez) y Av. Libertador 16246 (San Isidro).
Este restaurante & cafetería de zona norte tiene en dos de sus sucursales el “Kid’s Club”, un área de juegos, de unos 50 m² para niños de entre 2 y 12 años. Con una estética cuidada, ofrece tablets, metegol, juegos de mesa y hasta un sector de arte (con lápices, crayones y pizarras con tiza). Además, hay tres cuidadoras.
“Desde la concepción del proyecto buscamos ofrecer un lugar de esparcimiento y entretenimiento. Si los chicos la pasan bien, van a querer volver, y si los padres comen bien y están tranquilos con sus hijos, nuestro objetivo estará cumplido. Sin duda, es un diferencial”, describe a este medio Alejandro Reijman, empresario gastronómico responsable del lugar.
Ofrece desayunos, pastelería, meriendas, brunch, panadería, almuerzos y cenas. En lo platos se destaca la cocción al horno de barro con madera de quebracho. Ensaladas, hamburguesas, sándwiches, papas rostis y pizzas están entre sus opciones.
Abre de lunes a domingos, de 8 a 24 hs.
4) Ragazzi: Diversión cuidada y pizzas en horno a leña / Cuenca 3690, Villa Devoto.
Más barrial pero no por eso menos interesante es esta esquina porteña. Allí los niños tienen su espacio en el que pueden elegir entre juegos didácticos, laberinto, tobogán y maquinitas de peluches, bajo la atenta mirada de dos cuidadoras. El encargado Gastón Felpeto, dice que “la idea del sector estuvo desde el principio, para darle el toque familiar y que se pueda disfrutar del servicio y la comida mientras los chicos se divierten”.
Su especialidad es la pizza de diferentes gustos, cocida en un imponente horno a leña. También hay hamburguesas, pastas y rissotos, entre otros. El menú infantil consta de plato principal, gaseosa y postre.
Abre de lunes a viernes, de 7 a 00 hs.
5) Mercado de los Carruajes: un viaje al pasado (y churros españoles) / Leandro N. Alem 852, Retiro.
Un paseo gourmet, que forma parte del Patrimonio Histórico de la Ciudad, donde se puede comer rico y tranquilo (en un espacio cerrado con terraza y varios salones), y conocer más de la historia argentina. Es en ese sentido una propuesta didáctica para los chicos, por la diversidad de sus alternativas gastronómicas y por el lugar en sí mismo. Inaugurado en febrero, históricamente tuvo como finalidad ser la “Cochera Presidencial” a fines del siglo XIX. “Se guardaban los carruajes utilizados por los presidentes, así como también estaban las caballerizas. Para poder conjugar esta sinergia edilicia, se realizó una restauración integral de fachada, carpinterías de madera y metálicas, cubiertas, cielorrasos de la recova, vitrales, mayólicas y cantoneras de bronce”, describe María Cabodi, Coordinadora Comercial.
Hoy alberga propuestas nacionales e internacionales, como la churrería de San Ginés (una marca española que trae su primer local a Latinoamérica), pizzas Furio, empanadas Pampanada y la crepería L´amose bouche.
Abre de domingo a miércoles, de 8:30 a 22 hs, y jueves a sábado de 8:30 a 24hs.