En la ya famosísima terraza de Camping, el aire frío se repara con mantas tejidas a mano y unos buenos platos invernales
Porque no hay nada como una buena vista a la ciudad o un lindo espacio al aire libre, los rooftops se impusieron con fuerza en la city porteña. Y el frío no debería ser excusa para dejar de disfrutar de geniales terrazas con birra o trago de por medio. Por esto, los espacios se renovaron con ambientaciones aptas para friolentos. Calefacción, mantas, techos y más recursos infalibles que componen esta tregua con el frío de la que podemos ser parte. Acá, seis opciones perfectas para olvidarse del clima:
Esta temporada, Desarmadero entendió que su terraza era el espacio preferido por todos, y que el invierno no tenía que cambiar eso. Por esto, la acondicionaron para que las tardes y noches de bajas temperaturas se combatan con cervezas artesanales en un rooftop techado y calefaccionado. Entre mesas individuales y comunitarias, gradas y un muy canchero Beer Truck, las vistas al barrio no se negocian. Además de la pinta, el plan puede incluir alguno de sus favoritos foodies: ravioles de cordero fritos, papas rotas con alioli, rabas o empanadas caseras.
Entre palmeras, guirnaldas y luces, la terraza de 7030 Beer House es una de las favoritas en cualquier momento del año. Con la mística que todo rooftop debe tener, acá, además de una parte techada, hay calefacción. Y, además de birra, hay vino, fernet, campari, cynar, gin tonic y whisky. Pero como toda bebida se complementa con algo para picar, los finger foods de este bar saben destacarse: bastones de muzzarella, aros de cebolla, papas y más. Si tu hambre pide algo más, las hamburguesas la rompen y hay para todos los gustos (de ternera, cordero, ciervo, cerdo y veggie).
Este Beer Garden con espíritu de campamento ya lo conocemos todos, tanto por su ambientación como por su espíritu relajado y geniales platos. Durante lo que llaman la “Temporada de Meses Fríos”, el menú también se adapta con platos hogareños y recetas de olla que resultan perfectas para disfrutar al abrigo del sol. Pero, si el sol no es suficiente – o si querés visitarlo de noche – el arma contra el fresco son sus especiales mantas tejidas que se piden en el refugio, porque el aire libre es parte de su esencia. Las vistas a la plaza y el Centro Cultural Recoleta, sus luces colgantes, la música en vivo y su vibra cool no pasa de moda en ningún momento del año.
No conocés la mejor vista de toda la ciudad si no fuiste a Crystal Bar. De verdad. ¿Por qué? Porque es, ni más ni menos, el bar más alto de Buenos Aires. Una panorámica experta en rascacielos y precipicios que no incluye al frío en la ecuación. En el piso 32 del hotel Alvear Icon, el primer sky bar de la ciudad vive entre vidrios y ofrece una experiencia sublime. Y, si incluye vistas espectaculares y nos refugia del frío tenía que entrar en la lista. Acá arriba, el frío nunca quedó tan lejos. Olvidate del abrigo, lo único que tenés que llevar es el celular bien cargado para instagramear el momento. Un ambiente chic, tragos de autor, elegancia y sofisticación a 128 metros de altura… ¿ya mencionamos que tiene vistas impresionantes?
Porque los after office con birra no se negocian, el frío nunca fue una excusa para dejar de ir a Growlers Palermo. Pero, para facilitarte la tarea y permitir que dejes las bufandas atrás, instalaron, hace un mes, calefactores eléctricos en ambas veredas y terraza. Entre los ya clásicos murales de la zona, la onda Street art y las luces colgantes, la terraza de esta cervecería supo ganarse su fama en el barrio donde todo pasa, y el invierno no es ningún impedimento. Como si fuese poco, esta amistad con el frío también se refleja en su carta: sugieren estilos de birra para el invierno. ¿Qué implican? Más cuerpo, densidad, y, por qué no, más alcohol. Aire libre, cerveza, calefacción, rooftop y toda la vibra palermitana hacen a un gran plan de invierno.
La propuesta de streetfood californiana abrió, recientemente, un nuevo local en Plaza Armenia que no le esquiva a los rooftops invernales. Más bien, todo lo contrario. Si la idea es disfrutar de las vistas a la plaza arbolada y al arte callejero de Palermo, Diggs se propuso cumplirlo. Su terraza, además de ser una extensión de la esencia graffitera de la zona – con un mural diseñado por reconocidos artistas callejeros como Guille Pachelo o Tano Verón – incluye calefacción de noche. Y si no te pinta el aire libre, podés sentarte en su balcón vidriado, que te repara del frío sin alejarte de las vistas. ¿Para comer? Ribs ahumadas, hamburguesas cocidas a la parrilla y hot dogs con seis variedades de salchichas gourmets y artesanales.
Fotos: gentileza bares mencionados