Con la primavera, los patios, jardines y terrazas se vuelven a lucir y se convierten en espacios de deseo para los porteños. Y con los días más largos, el ritual del apertitivo al atardecer se vuelve el plan perfecto para disfrutar de los espacios al aire libre. En MALEVA te contamos cuáles son las mejores coordenadas para cumplir con esa premisa y con un refrescante y canchero Aperol Spritz como protagonista. Desde el sublime jardín escalonado de un palacio hasta la terraza de un restaurante de Nuñez que es un hit. Todas opciones que no fallan.
#ESTACIONESAPEROL
Si bien amamos acomodarnos alrededor de su hogar en invierno, en primavera no hay como conseguir una mesa en el deck del jardín del restaurante nórdico de Germán Martitegui, uno de los jardines más buscados de Palermo. El plan es relajarnos en sus silloncitos y bajo las ramas de árboles añejos, pedirse un Aperol Spritz y acompañarlo con alguna delicia escandinava. Ya sean la versión sueca de las tapas que se llaman Smörgasbord (la de salmón es genial) o unos ñoquis de pescado o una recomponedora bondiola con salsa de frutos rojos.
Este restaurante (comandado por el chef irlandés Edward Holloway), ubicado en el hotel boutique Fierro, también tiene un lindísimo jardín escondido. Idealísimo para disfrutar una tarde templada de primavera durante el happy hour que es de cinco y media a siete y media de la tarde. En UCO además proponen su propia versión de spritz, el «Uco Spritz» que se prepara con Aperol, vino blanco (moscatel de Alejandría), Cinzano Dry y tónica. Ideal para acompañar con unas papas bravas o una picada de fiambres y patés caseros.
Ubicado en el renovado paseo del Rosedal (ex paseo de la Infanta), Naná está en el medio de los bosques de Palermo y es posible sentarse al aire libre tanto en su entrada como en su patio posterior. Naná está abierto todo el día, por lo tanto nada como ir en plan atardecer, pedirse un Aperol Spritz y maridarlo en clave dulce con alguna de las propuestas de la pastelera Johanna Romero.
La terraza con lucecitas de Oporto, en medio de la tranquilidad del barrio de Nuñez, rodeada de plantas que dan la impresión de un cerco verde en las alturas, y bajo las altas torres que dan a Libertador, es de un tiempo a esta parte, uno de los mejores spots porteños. ¿Por qué no ser feliz durante el sunset con un Aperol Spritz en la acogedora barra de la terraza y picando algún quesito de la rotisería de Oporto?
Para teletransportarse a la belle époque porteña nada como una visita al Palacio Duhau Park Hyatt. En su restaurante Gioia, además, son especialistas en aperitivos y picadas italianas y obviamente una de sus especialidades son los aperitivos con Aperol. No se pierdan el «Aperol Summer Duhau» (Aperol, gin, menta, frutilla, jugo de naranja, almíbar, soda). Y háganse un lugarcito en el estómago para una deliciosa tabla de antipasti con fiambres, quesos, olivas y bruschettas. Combo más italiano y más elegante, imposible.
Este es un restaurante y centro cultural a puertas cerradas en una casa tipo italiana de Bajo Belgrano. Toda una dimensión dedicada al arte y la gastronomía. Brindar con unos Aperol Spritz mientras degustás unas bruschettas de queso brie con miel y escuchás algún ciclo de música copado o a algún DJ echar vuelo con sus bandejas, y encima en un patiecito genial es sinónimo de que no puede salir nada mal
También otro universo aparte. En esta casona de principios de siglo XX frente a Plaza Alemania, es posible disfrutar de unos Aperol Sprtiz (acompañados por ejemplo de unos maccarons) en uno de los jardines internos más elegantes y trendies de la ciudad. Casa Cavia es una suerte de bello concept store donde conviven distintas formas de arte y placeres: desde la literatura (aquí funciona una editorial) hasta la perfumería (by Fueguia) pasando por la gastronomía de Pablo Massey y la cocteleria de Mona Gallosi. Un spot romántico y también apropiado para una buena charla entre amigos.