PRIMAVERA BLANCA Y ROSADA


 
“Es cierto que la gente empieza a tomar más blancos y rosados en esta época, de hecho, se nota claro el aumento de su consumo en los restaurantes” Paz Levinson. 
Primavera cero. Las temperaturas empiezan a subir, el aire acaricia, los días se alargan. De algún modo el ánimo deja de hibernar. Hay más luz. Las cosas se acomodan en una sintonía que tiende a la celebración y al ocio. Se vuelven a buscar rincones al aire libre. Reaparecen las reuniones en jardines al borde de la pileta, en terrazas, en parques, en playas, en decks con lindas vistas. Los brindis se multiplican y en el plano de las bebidas espirituosas irrumpen con fuerza los vinos blancos y rosados. Esos vinos que se toman fríos, que combaten la temperatura del cuerpo, que con sus sabores y aromas frutados nos traen algo de naturaleza “en plein reveille”. Maleva consultó a dos de las personas que más saben de vinos en el país – Alejandro Vigil, enólogo jefe de la bodega Catena Zapata y a Paz Levinson, premiada como mejor sommelier de Argentina en 2010 – para que den consejos sobre la mejor manera de tomar estos vinos.
 

  • Los mejores maridajes para el vino blanco (ceviches, frutos de mar, empanadas y tamales)

Alejandro Vigil: me gusta mucho con ceviche. Con pescados blancos como abadejo o palomino. Gastón Acurio me hizo probar un ceviche con naranja que me encantó y ese gusto cítrico va bien con un vino blanco. También recomiendo el torrontés con empanadas de queso.
Paz Levinson: “con vino blanco van muy bien las ostras. Los mariscos. O cualquier pescado marinado con un poco de limón. Ni hablar el ceviche: me lo imagino con un buen sauvignon blanc del valle de Uco. Bien acido. También un sashimi (el plato japonés) me lo imagino con un pinot gris. O un torrontés con una humita o tamal.

  • Los mejores maridajes para el vino rosado (picadas y pre asado, ensaladas, sándwiches de verano)

Alejandro Vigil: es un muy buen vino para los los sándwiches de verano, como el de pavita, o sándwiches con palta. También para las picadas. Los fiambres. Como entrada de un asado.
Paz Levinson: es un vino muy diferente al blanco, con otros aromas y sabores. Es bueno para las ensaladas y para las picadas. Por ejemplo aceitunas y jamón crudo. Ideal para antes del asado.

  • ¿A qué temperatura tiene que estar el vino blanco?

Idealmente, a 9 grados.

  • ¿A qué temperatura tiene que estar el vino rosado?

Idealmente, a 13 grados.

  • ¿Por qué se toman fríos?

Alejandro Vigil: porque son vinos más livianos que acompañan mejor el calor. Pero ojo, también es por costumbre, hay lugares en Francia que el vino tinto se toma muy frío.
Paz Levinson: lo que pasa que el tanino del tinto cuando está muy frío se siente muy amargo. Pero con el blanco ese problema no está. De ahí que al blanco se lo pueda enfriar y al tinto, en cambio se aconseja tomarlo a temperatura ambiente.

  • Tragos con vino blanco recomendados:

Alejandro Vigil: El negroni, que puede estar hecho con vino blanco (uno de los componentes esenciales del vermú es este tipo de vino). Las bodegas deberíamos trabajar más el tema de los tragos porque un trago con vino es más sano que lo que se suele pedir en los boliches. También me gustan los camparis.
Paz Levinson: El Kir que es un cocktail con vino blanco (originalmente con aligoté de la Bourgogne) y creme de cassis y el Spritz Veneziano: Porsecco (vino blanco italiano), Aperol y soda.

  • ¿Por qué pareciera tener menos prestigio el vino blanco que el tinto?

Alejandro Vigil: es complejo hacer un vino blanco. Yo creo que es un tema de tendencias históricas. A principios de los ochenta, el blanco se tomaba más. Tal vez esa cosa del éxito del Malbec hizo que pensáramos más en tintos.
Paz Levinson: la explicación es cultural y de volumen. Acá se produce más tinto. Pero en Alemania es al revés: el vino con más prestigio y fama es el blanco.

  • ¿Qué situación y lugar se les aparece en la cabeza si piensan en vino blanco?

Alejandro Vigil: yo me imagino una linda tarde, con calorcito, a eso de las siete, en el jardín de mi casa.
Paz Levinson: algún restó con vista al mar en La Serena, Chile, con unos ricos mariscos.