Podcasts que amamos: La Banda Presidencial, cuando la historia copa Spotify

Con veinte episodios dedicados a los distintos presidentes argentinos – ¡desde Rivadavia hasta Cristina y Macri! – se convirtió en un hit (el segundo podcast más escuchado del diario La Nación)/Entrevista a sus dos creadores: Camila Perochena y Santiago Rodríguez Rey/Los historiadores como «rockstars»/¿Qué es lo que más los sorprendió después de contar a fondo tantas presidencias?/¿Cómo sería el «monte Rushmore argentino»?/Además: nueva temporada, pero sobre crisis econonómicas

Su podcast llegó a ser el segundo más escuchados de los del diario La Nación y ahora van por una nueva temporada dedicada a las crisis económicas

 

Podcasts que amamos: La Banda Presidencial, cuando la historia copa Spotify. Por Camila Barreiro. Fotos: Rodrigo Mendoza.

Camila Perochena -historiadora y docente de la universidad Torcuato Di Tella- se cruzó por Twitter con Santiago Rodríguez Rey – politólogo y especialista en comunicación política –. Juntos emprendieron más de veinte episodios con entrevistas y datos de color sobre los diferentes hombres y mujeres que condujeron el país a lo largo de la historia argentina. A las seis emisiones, ya eran un hit de La Nación Podcast, rankeados como los segundos más escuchados del diario, y hasta proyectan volver a encontrarse en un nuevo lanzamiento sobre crisis económicas. Historia actual, condimentos del presente y datos que nadie te contó: un espacio donde los historiadores se vuelven rockstars ¡ponete los auriculares y disfrutalos!

¿Cómo surgió La Banda Presidencial?

Santiago: yo vivía en Brasil, empecé a escuchar “Presidential” (de Lillian Cunningham para el Washingon Post) y ahí pensé que estaría bueno hacer algo así en Argentina. Y mi mujer me dijo “si no lo hacés vos, lo va a hacer otro”. Me junté con Rodrigo Vizeu que hizo “Presidente da Semana” en San Pablo y me lo imaginé más como una conversación, dos personas llevándolo adelante. Yo estaba medio desconectado por vivir afuera pero la seguía a Cami por redes y vi que iba a dar una charla sobre su tesis “Los usos políticos de la historia durante el gobierno de Cristina Kirchner”; cuando escuché su entrevista dije “este tono está buenísimo”: sonaba dinámica. Le mandé un mensaje, le conté lo que estaba pensando y me dijo “sí, dale”. Armamos el piloto por Skype.

¿Y cómo fueron los comienzos?

Camila: yo hice la primera entrevista porque mi madre es historiadora especialista en Rivadavia, y empezamos a armar el demo estando Santi en Brasil. Tenía un conocido que conocía al encargado del podcast de La Nación y le encantó. Pidieron una grilla de contenido, la idea era terminar el último capítulo una semana antes de las elecciones. Empezamos en febrero y en mayo ya teníamos 10 programas grabados.

«Camila: uno de nuestros escuchas más fieles es Carlos Pagni, que es periodista e historiador, y siempre nos daba una devolución. Nos decía qué se podía mejorar o nos daba datos de color…»

Se apoyaron en no tener fecha de vencimiento.

Camila: claro. Se puede escuchar siempre y la idea es demostrar cómo la historiografía actual de la época dice cosas nuevas sobre la historia. En tres y cinco años va a seguir siendo útil.

¿Tuvieron en cuenta la línea editorial del diario?

Camila: para nada y nunca nos preguntaron ni quiénes iban a ser los entrevistados.

Santiago: las reglas nos las impusimos nosotros.

Camila: una de ellas fue que haya multiplicidad ideológica.

Santiago: hay un prejuicio muy fuerte de que Mitre escribió la historia nacional, pero la mitad del diario supo a los seis episodios que estábamos haciendo un podcast. De hecho nos convocaron para hacer un capítulo por los 150 años del diario y tampoco nos preguntaron nada.

«También nos propusimos no entrevistar solamente popes de la historia, sino generaciones más jóvenes que estén haciendo doctorados y sean importantes en la producción de contenido. Incluso, aunque sean malos, decidimos hacer chistes, para que no sea aburrido…»

¿Había prejuicios a la hora de entretener hablando de historia?

Santiago: a mí me gustaba mucho “Presidential” y la premisa fue: “hagámoslo, en algún lado va a salir”.

Camila: hay un espacio vacío para la divulgación historiográfica. Pigna y Balmaceda hacen una interpretación de la historia un poco más anticuada, que ya se revisó y sobre la que ya se llegó a conclusiones diferentes. No hay voces jóvenes hablando de historia.

Santiago: también nos propusimos no entrevistar solamente popes de la historia, sino generaciones más jóvenes que estén haciendo doctorados y sean importantes en la producción de contenido. Incluso, aunque sean malos, decidimos hacer chistes, para que no sea aburrido.

Camila: la edición es lo más importante, cortamos cinco minutos de entrevistas de una hora. Nos llegaron muchos mensajes que decían “nos están haciendo famosos a los historiadores”.

«Hay un prejuicio muy fuerte de que Mitre escribió la historia nacional, pero la mitad del diario supo a los seis episodios que estábamos haciendo un podcast. De hecho nos convocaron para hacer un capítulo por los 150 años del diario y tampoco nos preguntaron nada…»

¿Interactuaban con su público? ¿Escuchaban recomendaciones?

Camila: uno de nuestros escuchas más fieles es Carlos Pagni, que es periodista e historiador, y siempre nos daba una devolución. Nos decía qué se podía mejorar o nos daba datos de color. Manuel Becerra usaba el podcast con sus alumnos de la Universidad General Sarmiento y nos decía qué era difícil y qué no se entendía.

¿Cuál era el target al que aspiraban?

Santiago: queríamos que lo pudiera entender gente de secundario y universitarios, de tipo 22 años, a los que el colegio les quedó atrás. Todos los episodios cierran donde abre el otro, para poder recordar.

Camila: la idea es que te puedas entretener aunque no sepas de historia. Tengo amigas que no querían escuchar el siglos XIX y empezaron con Perón, no se pierden la película.

¿Tienen haters?

Camila: algún troll que se enoja por algo, pero nada fuera de lo que es Twitter. Pero el podcast le gustó a personas de muchos colores políticos.

Además de los que los inspiraron ¿escuchan podcasts?

Camila: yo escuchaba “Revolutions” que es sobre revoluciones en la historia. Como soy docente siempre me preocupo por cómo bajar y hacer mis clases entretenidas, qué conexiones con el presente, qué libros de literatura, qué hacer para que se interesen en ciertos temas. Mis ganas de hacer el podcast no viene de escuchar otros, sino de ser docente.

Santiago: igual ahora escuchás un montón (se ríe).

Camila: ahora escucho todo el tiempo, no prendo más la radio. Suelo elegirlos en inglés porque el mercado de Estados Unidos está recontra desarrollado.

«Camila: para mí al «monte «Rushmore argentino» tienen que ir Mitre, Roca, Perón y Alfonsín…»

Llegaron a terminar antes de las elecciones, hicieron una salida el 4 de enero sobre vicepresidentes ¿y ahora cómo sigue?

Camila: ahora se viene lo nuevo, pensamos “¿de qué se va a hablar este año?” y va a ser de crisis económicas de la historia argentina. Se va a llamar “Hay que pasar el invierno”. Hablaremos de qué se trató de hacer para salir de las crisis y cómo reaccionó el pueblo, es ver cómo desde 1873 las opciones, los problemas y los dilemas se repiten.

Santiago: para que no se nos pase nada sumamos a Darío Judzik, que es economista. Vamos a salir en marzo y empezar todos los sábados.

¿Cómo es el desafío de cambiar de nombre?

Camila: es un tema, pero no tenía sentido seguirlo en el mismo feed. La sociedad argentina tiene que saber de economía para su vida cotidiana, y es una forma amable de estudiarlo.

Santiago: muchas decisiones del presente tienen un rebote de algo que ya pasó en algún momento.

Camila: ¡de hecho hasta existió un oro blue!

¿Hubo algo que los sorprendió de sus investigaciones?

Camila: que los presidentes son mucho más débiles de lo que creemos. Me sirvió para tomar perspectiva, salir de la cosa politológica y matizar ideas.

¿Es más fácil hacer un podcast de Rivadavia que de Cristina?

Camila: ¡Sí!

Santiago: yo no estoy tan seguro. En uno deambulás por lo que viviste y es más pedregoso, tenés una idea formada. Pero hay ciertos personajes de la historia que tienen tantos costados y lecturas como Rosas, que también tienen grietas.

Camila: las dificultades son distintas, una es poder llevar a la gente al pasado y evitar el anacronismo. Con Cristina es abordar sus perspectivas presidenciales, porque todos sabemos lo que fue vivir en 2015.

Santiago: con ella no podíamos hacer proyecciones. 

«Ahora se viene lo nuevo, pensamos “¿de qué se va a hablar este año?” y va a ser de crisis económicas de la historia argentina. Se va a llamar “Hay que pasar el invierno”. Hablaremos de qué se trató de hacer para salir de las crisis y cómo reaccionó el pueblo, es ver cómo desde 1873 las opciones, los problemas y los dilemas se repiten…»

¿Y, ahora que recorrieron todas las presidencias, qué hechos creen que son los que más marcaron nuestra historia?

Camila: para mí 1880 con la federalización de Buenos Aires. 1930 porque los militares se convierten en actores políticos y descubren que pueden intervenir en la arena política como presidentes. Y 1983. Ya sé que me salteé el peronismo, pero sin 1930 no se entendería Perón.

Santiago: la Batalla de Caseros como la primera derrota de Buenos Aires. El ‘30 porque es clave, y el golpe de 76’, porque escala muchísimo el modo en el que los militares administran la violencia.

A todos los especialistas les preguntan a quiénes pondrían en su Monte Rushmore ¿cuál sería el suyo?

Camila: nuestros entrevistados siempre diferencian el emocional y el histórico. Para mí a la montaña tienen que ir Mitre, Roca, Perón y Alfonsín.

Santiago: yo, en lugar de Mitre, pondría a Rivadavia. Pero, ahora que sabemos de historia económica, pensamos que los que sabían de política no hicieron todo tan bien en economía.