El perfume intenso de las flores, amalgamas de colores increíbles, un espectáculo tranquilo de la naturaleza escondido a nada de Buenos Aires/En esta nota, sólo faltaría escuchar el ruido del remo en el agua/¿Dónde está este rincón bucólico del delta?/Además: las sensacionales fotos del fotógrafo Florian von der Fecht y La Becasina, un lodge que es un verdadero placer en medio de la selva
El arroyo Las Cañas se encuentra en la segunda sección del Delta, el genuino delta isleño
Paisajes secretos: el arroyo Las Cañas, un rincón escondido, mega tranquilo, que explota de colores y aromas, en el «delta verdadero». Por Laura Gall con fotos de Florian Von der Fecht.
El agua apenas corre. El bote avanza rompiendo al pasar los árboles en espejo sobre el agua inmóvil. La foto esta por todas partes. Amalgamas de colores, camalotes solitarios, pequeñas flores como suspendidas en la superficie. Aromas envolventes de madre selva se entremezclan entre las de tantas otras flores, que varían según la estación. Florian von der Fecht, capturó el instante que te mostramos en esta nota de MALEVA. Solo faltaría el ruido del remo entrar en el agua. Tanto realismo que casi nos llegue el perfume de las flores. Es el arroyo Las Cañas, pero podría ser otro.
El delta replica y replica tantos arroyos, todos diferentes e iguales al mismo tiempo. Un lugar secreto, que inspira fotografiar, pero no a cualquier hora. El sol tiene que subir un poco más y trepar por encima de las copas de álamos, de casuarinas, de sauces. Es un laberinto de paredes verdes que Jorge Luis Borges describe como archipiélago en Las Islas del Tigre. “Ninguna otra ciudad, que yo sepa, linda con un secreto archipiélago de verdes islas que se alejan y pierden en las dudosas aguas de un río tan lento que la literatura ha podido llamarlo inmóvil”.
«Aromas envolventes de madre selva se entremezclan entre las de tantas otras flores, que varían según la estación. Florian von der Fecht, capturó el instante que te mostramos en esta nota de MALEVA. Solo faltaría el ruido del remo entrar en el agua…»
El Arroyo las Cañas es parte del delta verdadero. Donde las calles son ríos y arroyos, donde las bicicletas y autos son canoas y barcos, donde uno se pregunta cómo debe ser ir la escuela, la iglesia y el hospital, y cuáles son los medios de vida en este sitio remoto. ¿Qué es lo que tiene la Isla que no se encuentra en la primera sección? Se cruza el Paraná de las Palmas y se respira otro aire. Islas de isleños de pura cepa. Allí nacieron, allí se criaron. Si se fueron es porque el trabajo de antaño en fábricas de formio y en quintas de frutales escasea. Pero el delta renace con nuevas oportunidades. El turismo le devuelve vida. La Becasina Delta Lodge es una prueba.
Florian von der Fecht, artesano de la luz, encuentra su lugar secreto en los instantes mágicos que el delta regala. En la bajante cuando las aves caminan por el agua. En el color intenso de la flor del ceibo. En el reflejo de la ciudad sobre las aguas oscurecidas del ocaso, esa hora mágica en el que el cielo y su reflejo borran el horizonte y lo hacen uno solo. El Río de la Plata se torna azul o plateado y ya no marrón. Es la hora cuando los buques parecen remontar el Paraná navegando por el aire. ¿Qué tiene de tan secreto el delta que atrae al fotógrafo? ¿Los contrastes? ¿Lo salvaje? ¿Las carismáticas lanchas colectivo? Quizá todo eso y más, hay otros secretos. Llega el pampero. Avanza un cigarro de nube espesa, gris. Gris plomo. Resaltan los verdes y el agua marrón toma protagonismo. A vuelo de pájaro, la cámara sobrevuela y descubre esa laguna interna, guarida de una bandada de cisnes de cuello negro. ¿Dónde están? Hay secretos que no se revelan.
«Aromas envolventes de madre selva se entremezclan entre las de tantas otras flores, que varían según la estación. Florian von der Fecht, capturó el instante que te mostramos en esta nota de MALEVA. Solo faltaría el ruido del remo entrar en el agua…»
La cámara reposa sobre su trípode. Es tiempo de desayunar sobre un deck de 1000 patas de lapacho, que ve pasar las crecidas y no se inmuta con el pasar de los años. Lo rodea una frondosa arboleda, estando en La Becasina uno siente que esta fuera de tiempo y espacio. Un paisaje secreto, por el Arroyo las Cañas. Hay quienes se dejan seducir por la isla y deciden allí radicarse. El “Mal del Sauce”, así lo llaman los isleños. Tal cual le ocurrió al cocinero del Lodge, Telmo.
Río arriba, rumbo a Campana esta ese muelle, parecido a tantos otros muelles, pero ese es único. Florian lo ha fotografiado una y otra vez. La corriente del Paraná va moviéndole los bancos de arena a sus pies. Los juncos se fueron acomodando a su alrededor, los escalones van siendo erosionados. Muelle testigo por años, de los cargueros que van y vienen por el Paraná. Seguramente vio pasar a la Chata Afrodita, de casco y cubierta de madera, construida en 1952. Llevaba combustible para Shell de San Fernando a Campana. Luego fue chata palera y hoy reciclada es una excelente opción para ir a explorar el delta.
Relax a pleno, surcando las aguas del Delta en la chata Afrodita
«La cámara reposa sobre su trípode. Es tiempo de desayunar sobre un deck de 1000 patas de lapacho, que ve pasar las crecidas y no se inmuta con el pasar de los años. Lo rodea una frondosa arboleda, estando en La Becasina uno siente que esta fuera de tiempo y espacio. Un paisaje secreto, por el Arroyo las Cañas. Hay quienes se dejan seducir por la isla y deciden allí radicarse. El “Mal del Sauce”, así lo llaman los isleños…»
La Chata se salvó del olvido, del anonimato. A ese muelle quizás un día se lo lleve el agua o el tiempo, pero quedo inmortalizado en la tapa del libro “Argentina, nuestro país, nuestro paisaje” de Florian von der Fecht. Cuantos lugares de la Argentina secreta Florian comparte en sus libros y en sus cuadros, abriendo ventanas e invitando a viajar, a cuidar y a nunca olvidar los lindos paisajes argentinos. Como este maravilloso rincón del Delta.