Industrial, hiperactiva, con una población mucho más aggiornada a la actualidad y con zonas que parecen haberse quedado en lo que se preveía del futuro en los 70, Osaka es la joyita futurista kitsch de Japón. Además, si te gusta experimentar con la comida, esta es tu ciudad: es el gran polo gastronómico de la región de Kansai. Su expresión kuidaore (“comer hasta reventar” en porteño) es típica de la ciudad. Es cierto, Tokio es el hot spot por excelencia para los turistas que buscan conocer la vida en una metrópolis japonesa, pero si además de turista, sos un viajero, Osaka es un hit porque reúne esas mismas características en una ciudad más pequeña por lo que las distancias son menores y es mucho más fácil recorrerla y, sobre todo, entenderla visitando sus principales atracciones.
Sí o sí al llegar tenés que ir a Namba: es el distrito comercial de la ciudad donde la gente compra y pasea -seguramente marcando récord con la mayor cantidad de gente por metro cuadrado-. Es como una calle Florida japonesa llena de locales y restaurantes, karaokes y pachinkos (salas de juegos llenas de maquinitas con una música aturdidora y donde se permite fumar). La calle Doguyasuji es una de las más conocidas pero la más emblemática es Dotonbori, un canal con calles a sus costados donde reinan los neones, el hombre Glico (un anuncio de neón que se convirtió en un ícono de la zona) y el cangrejo gigante mecánico del restaurante Kanidōraku Dotombori-Honten y una cantidad de información visual fascinante- para un rato-. Si sos un geek vintage, podés visitar el museo de Nintendo.
Es el edificio emblema de Osaka con un mirador en el último piso de 360 grados de la ciudad. Increíble para ir al caer el sol y guardarse la imagen de Osaka de noche o para ver el atardecer si toca un día lindo. Aunque es una excursión cara, hay un ticket que combina un paseo en ferry por el río Umeda y el acceso al edificio. Vale la pena. Como es un piso 40, no es recomendable para quienes sufren de vértigo porque hay que subir unas escaleras mecánicas “flotantes”.
3) IR AL SUBSUELO DEL UMEDA A COMER DE LO LINDO EN EL RESTAURANTE KIJI (UN HIT SEGÚN TRIP ADVISOR)
Kiji Umeda Sky Bldg. está en el puesto 2 de todo Osaka en TripAdvisor y no es erróneo. En el -1 se encuentra este restó que siempre tiene cola pero vale la pena para probar, según dicen los expertos, el mejor Okonomiyaki del mundo (el okonomiyaki es una masa con varios ingredientes cocinados a la plancha). Como no tienen carta en inglés, si te hacés un amigo japonés es la oportunidad para que sea tu traductor.
Rodeando el Umeda hay una zona de bares y restaurantes donde podemos probar los platos típicos de Osaka. Buscá el callejón Takimi Koji, que aloja muchos restaurantes inspirados en la era Taisho, a comienzos del siglo XX. Todos son recomendables y podés comer fideos soba, ramen, y kushikatsu (brochetas tipo kebab).
Es el hot spot para los amantes de la arquitectura. Porque los japoneses todo lo pueden, el Gate Tower es un edificio enorme que por el interior pasa una autopista. Sí, posta, pasa la autopista Hanshin a través del quinto, sexto y séptimo nivel y está rodeada de una estructura que aísla el ruido y las vibraciones del tráfico. Maravilloso.
Shinsekai significa “nuevo mundo” queda en el sur de Osaka y su construcción apuntaba a ser la ciudad más futurista de oriente. Para su construcción, una zona se inspiró en París y otra en Coney Island de Estados Unidos, aunque a posteriori de la Segunda Guerra Mundial todo el barrio sufrió un gran abandono hasta ser considerada por años el área más peligrosa y sucia de todo el país. Es un barrio muy interesante para recorrer y para comer. Si te animás a experimentar y querés comer el típico pez globo de Osaka, pasá por el restaurante Zubaruya.
Fotos: Flickr CC – TokyoBelli, Brian and Cheff, Laura Tomas Avellana, MLouis, MaxRDefault, Shinkesai