Muestras en casas – María Casado Home Gallery e Isla Flotante – ¡Valen la pena!

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El living de la casa de María Casado (foto: Mariana Pacho López)

 
Cuando una persona te abre las puertas de su casa, entrás en un universo privado que cuenta una historia. Lleva tiempo decodificarla hasta entender porque cada cosa esta donde está y cual es la dinámica del espacio y sus habitantes, sin embargo el ingreso a este micro-mundo nos permite conocer a las personas desde otro lugar.
Hace un par de semanas finalmente tuve la oportunidad de visitar dos espacios de los que había escuchado mucho pero a los que nunca había ido, ambos ligados al arte, pero alejados del circuito tradicional ya que se llevan a cabo dentro de casas, y si bien son completamente antagónicos, en las dos sentí al instante la sensación de -valga la redundancia- estar como en casa y con ganas de querer quedarme investigando y sorprendiéndome.
El primero se llama María Casado Home Gallery y como bien indica el nombre está dirigido por María Casado hace diez años. Allí se presentaba la muestra «Esculturas» de las artistas Jane Brodie, Julia Isidrez y Vero Romano. Tres escultoras que juegan con diversos materiales, algunos más clásicos, como en el caso de Vero, que hace tiempo viene trabajando con el yeso pero ahora incorpora el bronce, y Julia quien trae una técnica tradicional como es el lodo cocido al siglo XXI, bajo una mirada contemporánea.
Mientras que Jane utiliza materiales en desuso o cotidianos y juega con los contrastes- lo severo y rígido del cemento y la suavidad y sutileza del papel o la cinta- Todas las obras se encontraban desplazadas por diferentes puntos del living y algunas en el jardín repleto de personas apreciando, mirando y debatiendo acerca de la muestra que nos rodeaba.
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Un patio, un gato, las plantas, y también la posibilidad de una muestra, aquí: Isla Flotante

«Tuve la oportunidad de visitar dos espacios de los que había escuchado mucho pero a los que nunca había ido, ambos ligados al arte y que se llevan a cabo dentro de casas, y si bien son completamente antagónicos, en las dos sentí al instante la sensación de -valga la redundancia- estar como en casa. En María Casado Home Gallery se presentaba la muestra  «Esculturas» de las artistas Jane Brodie, Julia Isidrez y Vero Romano. Y en Isla Flotante, casa de Nani Lamarque y Santiago Guidi, las hijas del rigor Ana Clara Soler y Sofía Durrieu presentaron Tropical Mecánico»

 
El segundo espacio se llama Isla Flotante y es la casa de Nani Lamarque y Santiago Guidi quienes destinan una parte de esta a muestras, con el objetivo de poder mostrar la obra de artistas amigos. Allí las hijas del rigor- Ana Clara Soler y Sofía Durrieu- presentaron “Tropical mecánico” con obra pensada y ejecutada en conjunto. Collage por un lado, imágenes de objetos cotidianos con fondos de colores anónimos y plastificados, y esculturas que también podríamos denominar naturalezas muertas, envueltas en telas que las chicas compraron en el once. Brillantes, atractivas, kitsch.
En ambos casos me resultó muy interesante y gratificante poder ver obra dialogando con un espacio real y familiar, algo que lleva a que estas se perciban de una manera diferente. La mayoría de las veces el encuentro con una obra se da en ambientes despojados, cubos blancos, sin tener en cuenta que no están destinadas a vivir aisladas sino que por el contrario terminarán insertándose en ambientes cotidianos y conviviendo con un montón de otras cosas y personas. Y si bien también es frustrante pensar que una obra tiene como destino el ámbito privado, donde encerrada entre cuatro paredes será apreciada por unos pocos, en términos generales (y para evitar ahondar en teorías existencialistas), me gratifica la idea de que alguien compre una pieza tomando la decisión de querer convivir con ella.
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«Si bien también es frustrante pensar que una obra tiene como destino el ámbito privado, donde encerrada entre cuatro paredes será apreciada por unos pocos, me gratifica la idea de que alguien compre una pieza tomando la decisión de querer convivir con ella. Me fui de ambas muestras pensando lo afortunada que era de haber podido pasar un tiempo de mi día relacionándome con arte, libros, cosas, amigos, desconocidos, el gato de la casa…»

Me fui de ambas muestras pensando lo afortunada que era de haber podido pasar un tiempo de mi día relacionándome con arte, libros, cosas, amigos, desconocidos, el gato de la casa y sintiéndome libre, cómoda y bienvenida.
Cada propuesta tiene su estilo, encanto y vale la pena conocerlas, porque son ejemplos diferentes que dialogan en perfecta sintonía con el circuito del arte contemporáneo pero que se animan a correrse del lugar de espacio tradicional y nos demuestran que si se quiere se puede, es solo cuestión creer en tu proyecto y buscar la forma de salir adelante.
¡Me fui con ganas de vaciar mi living y empezar a trabajar!