Un clásico en el ránking oficial de los sitios más bonitos de España, este típico pueblo blanco andaluz ostenta también otros títulos: fue el destino añorado de artistas e intelectuales europeos durante el franquismo, escondite de ladrones célebres, escenario de muchas películas, y el lugar donde habría nacido en verdad Walt Disney. Pero mientras este último es uno de los misterios mejor guardados del gran mito norteamericano, sí es cierto que el turismo chic muere este pueblo encantador de pasado musulmán, y la fama de sus bares, sus chiringuitos y la belleza de sus playas la llevan a ser recomendada como la Ibiza del Levante almeriense.
«Mojácar es un laberinto de casitas blancas, balcones con flores y calles empinadas que se alza, esplendoroso, sobre la Sierra de la Cabrera y termina en 14 kilómetros de playas y calitas desde donde la vida se ve maravillosa.»
Con MALEVA estuvimos allí y comprobamos que no es para menos. Situada a 80 kilómetros del aeropuerto de Almería, Mojácar es un laberinto de casitas blancas, balcones con flores y calles empinadas que se alza, esplendoroso, sobre la Sierra de la Cabrera y termina en 14 kilómetros de playas y calitas desde donde la vida se ve maravillosa. Si Orson Welles eligió esa geografía para filmar en 1972 “La Isla del Tesoro”, no hay nada más que hablar.
A TOMAR NOTA: ESTOS SON LOS IMPERDIBLES CHIRINGUITOS MOJAQUEROS:
Acabamos de hacer siete horas en auto desde Barcelona y en lo único que pensamos es en una cerveza. Nos hablaron mucho del Aku y allá vamos. Al ingresar, un ficus gigante del que cuelgan papelitos con deseos y luces de colores nos pone inmediatamente en clima. Suena jazz y flamenco. Después sabremos que los mejores músicos de la zona vienen cada verano a tocar al Aku y que María Salinas es leyenda entre los dueños de los chiringos. También son famosos los lunes de cine sobre la arena, por la calidad de las proyecciones, y sus cañas (vaso de cerveza) que vienen tapas generosas. Frente a la carta, sucumbimos ante el salmorejo (un mix de tomate, ajo y pan duro, con jamón crudo y huevo) y los famosos gambones de La Garrucha, traídos del pueblo vecino. Prometemos volver por una paella de arroz negro y pasar una tarde en esas tumbonas (reposeras) azules que convierten a la del Aku en la playa perfecta. Extra: Muy cerca del Aku, María abrió en 2015 Gastro Malabar, donde se pueden degustar los mejores vinos de España.
En nuestro segundo día nos topamos con este otro bar de playa auténtico, que los turistas ingleses tomaron como propio, seducidos por el perfil “relax and chill”, su “fresh and healthy food” y la vista estratégica que ofrece de la costa. También está atendido personalmente por su dueño, el periodista californiano Tito del Amo, que se enamoró de Mojácar a través de relatos, y en 1965 viajó y allí se instaló. Personaje exótico, tuvo un momento mediático cuando cubrió un incidente nuclear producido en Palomares, un pueblo cercano a Mojácar. Para atender su chiringo, contrató a algunos bahianos que le dan un toque exótico adicional. Es un lugar divino para gozar del cálido mar Mediterráneo y su playa de arena dorada y finita, tomando un tinto de verano (como le dicen al combinado de vino tinto y gaseosa de limón). Sus espaghetis con almejas son un delirio, y los viernes dan un menú thai altamente recomendado. Extra: fue el lugar de playa elegido por el elenco de “Martín (Hache)”, coproducción del argentino Adolfo Aristarain, cuando filmó en Mojácar.
Es un sitio más rústico pero que vale la pena, por la buena pesca que ofrece en su carta como por la historia que lo envuelve. Uno de sus dueños fue Gordon Goody, cerebro del robo del siglo (pasado), el épico atraco al tren de Glasgow del que se llevó unos 43 millones de euros. El hombre estuvo sólo 12 años en la cárcel y allí escuchó a hablar de Mojácar y aprendió español. Al salir, en 1975, dejó Gran Bretaña, y llegó a Mojácar con su mujer, en el momento donde el glamour y la bohemia se mezclaban por estos lares. Adquirió el Kontiki, frente al Parador de Turismo, y allí se dedicó a la dolce vita. Se cuenta que, a las dos semanas de inaugurar el local, un día llegó al Kontiki la Guardia Civil. Gordon preguntó si había algún problema y el agente contestó: “Ninguno, sólo quería pedirle si me podía firmar un autógrafo”. Envalentonado por el buen recibimiento, poco a poco rompió el silencio y comenzó a contar su historia, cerveza en mano, a sus clientes. Un genio del marketing. Goody murió en enero pasado, pero la mística del Kontiki permanece inalterable. Extra: el arroz con foi y alcachofas, y las gambas al chocolate te roban el corazón.
4) ARLEQUINO: COMO EN LAS MIL Y UNA NOCHES (Y AL LADO DE LA CASA DONDE ASEGURAN QUE NACIÓ WALT DISNEY)/ PASEO DE LAS FLORES
Otro lugar mágico de Mojácar está sierra arriba y se llama Arlequino. En una de las calles con más encanto y que mejor conserva la esencia árabe de Mojácar, encontramos el restaurante unos 20 metros más abajo del antiguo arco moro de entrada a la ciudad y junto a la casa en la que, se dice, nació Walt Disney. Tres grandes palmeras dan la bienvenida a un patio acogedor, pero lo mejor está en la terraza y su parrilla. Su primer dueño fue un mafioso de Nápoles, pero ahora lo es Juanjo, un vasco de Vitoria, excelente anfitrión. De su carta internacional, no duda en recomendar el gigante chuletón de medio kilo para saborear en una de sus mesitas bajo la luz de la luna y las velas, donde el soul musicaliza una vista única del pueblo y, más allá, el mar. Extra: después de las 12 la terraza se transforma en bar de copas y de la barra salen como agua los más famosos cava de España.
Una noche de marcha en Mojácar debe terminar, sí o sí, en esta fabulosa disco inspirada en la tradición de los Beach Clubs de Miami pero con una estética asiática que te traslada a otro mundo. Famosa en toda Andalucía, este club house del Grupo Bribones Entertainment tiene varios ambientes y diferentes DJs, zona VIP, y una gran cascada que divide el interior del exterior, sobre la Playa del Cantal y su espléndida piscina. En agosto, temporada altísima de Mojácar, se pone a tope, con noches temáticas, conciertos en vivo y monólogos de humor para la multitud. La barra es muy buscada: tiene 18 clases de gin, son famosos sus daiquiris de fruta y los espumantes. Extra: como abre hasta las 7 am, es un plan inmejorable para ver el amanecer frente al mar y te acerca al espíritu de fiesta tan popular de España.
Fotos: Laura Eiranova, gentileza lugares mencionados y Turismo de Mojácar