La barra ultra trendy del muy frencho Côte Café
Entre toda la oferta culinaria de cadenas reconocidas que podemos encontrar en Belgrano, estos tres locales, cada uno con una impronta muy propia, se animan a dar sus propuestas y se adueñan de distintas esquinas entre las casonas coloridas de un pequeño pero simpático recorrido residencial. Belgrano es un barrio multifacético y versátil que no deja de sorprender, Belgrano R, el China Town porteño, Belgrano OFF, el Bajo Belgrano y también un pequeño tesoro que ahora sumó algunas propuestas interesantes y muy válidas para conocer. El territorio escondido (casi literalmente) entre clubes de tenis, el túnel de Libertador, el Golf de la Ciudad y la cancha de Excursionistas empieza a respirar de a poco, además de un aire súper tranqui (salvo los sábados cuando hay partido), un aire trendy. Allí descubrimos tres nuevos puntos gastronómicos, todos en esquinas que, escondidos dentro del espíritu de barrio, merecen ser destacados y alejados del anonimato. Te contamos sobre estas tres personalidades gastronómicas que tenés que anotar en tu lista de pendientes:
El toque rústico francés inunda Coté Café, un pequeño espacio que comenzó a instalarse como uno de los preferidos de los vecinos. Mesitas y sillas de madera, cajones con frutas y verduras expuestos, y toldos azules se adueñan de la vereda de esta esquina y la convierten en un petit bistró parisino. Por dentro es incluso más pintoresco: sus mesas coloradas posan delante de una pared embellecida con estantes llenos de libros viejos y vinos, y apuntan a trasladarnos un poco en el tiempo y el espacio.
¿El menú? Platos para todas las comidas del día. De cocina francesa, por supuesto. A la mañana y a la tarde sus sillas se prestan para probar alguno de sus cafés junto a la típica pastelería originaria de este país europeo: croissants, french toasts, waffles, etc. Distintas promociones hacen la oferta irresistible, podés probar uno de sus croissants, un budín y un café con leche por solo $60. Para el almuerzo o la cena, el menú se amplía aún más. Sandwiches acompañados de papas cuña o ensalada de verdes, distintas hamburguesas, pizzas, una tarta del día y platos de carne, pollo o pescado. ¡No te olvides de preguntar por el especial del día! Completito, se sirve con entrada, plato principal, postre o café. Otro dato para anotar: de 18:00 a 20:00h se da lugar al happy hour donde los protagonistas son las copas de vino y las cervezas artesanales, perfecto para un clima after office.
Entre copas de árboles, el café bistró Agote Bar se exhibe como una propuesta amigable y relajada. Posicionado entre el Campo de Golf de la Ciudad, y el Club Atlético Excursionistas, el verde predomina y la convierte una esquina diferente a las demás.
Se ingresa pasando por su patiecito donde cuelgan distintas luces y se puede ver la cancha de fútbol del club. Al otro lado, una pared cubierta por una enredadera suma a la ambientación del espacio, que cada vez más evidencia ser parte de un mundo verde, paralelo al de las casas residenciales a unos metros. Entre sus paredes, la atmósfera es más bien clásica y acogedora. Con dos menús, uno fijo y otro semanal, la oferta gastronómica es muy sabrosa y variada. En el fijo, las preferidas por los clientes son las hamburguesas, y las hay de todo tipo: de carne vacuna, de pollo, de cerdo, vegetariana y hasta de langostinos. Distintas entradas, pizzas, ciabattas, hot dogs, wraps y ensaladas terminan de componerlo. El precio promedio de estos platos es $120. En el semanal, las propuestas son cinco y se definen más gourmet. Platos como solomillo de cerdo con manzanas glaseadas y puré de batatas, o risotto de hongos ilustran la propuesta. Eso sí, ¡de noche suele estar lleno porque es el preferido de todos los jugadores de fútbol!
Sin duda, su arquitectura lo presenta como el más moderno del sector (aunque esté en la otra vereda de Pampa). Asentado en un edificio que se destaca por su forma y llamativo color blanco entre vidrios, este restaurante de comida saludable te da la bienvenida con una frase: ¨Vivir bien es comer bien¨.La simpleza lo caracteriza. La cocina es descubierta como parte de su filosofía, y el menú se revela en el mostrador, donde cada cliente puede agarrar lo que le tiente. Ideal para almorzar en un break de oficina: podés elegir entre wraps, tartas, sandwiches, ensaladas, el menú del día y distintos postres.
Pero no te dejes engañar, simple no significa aburrido. Su sandwich vegetariano con berenjena, morrón, zucchini grillado, puré de calabaza y brie, o su wrap de pollo al curry demuestran que los ingredientes de sus recetas le dan una vuelta de tuerca a lo sencillo. A su vez, las mesitas de colores invitan a sentarse, y si estás con poco tiempo, llevarlo también es una opción. Forman parte de su esencia también los desayunos y meriendas. No por nada abre sus puertas a las 8:30h. Su amplia oferta cafetera y de pastelería se combinan en distintas promociones que resultan en un menú tentador y más accesible.
