MARRAKECH: EL MAGREB MÁS COOL / TODO LO QUE TENÉS QUE HACER PARA DISFRUTARLA AL MÁXIMO / POR SOL DI VITO

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La increíble terraza del Zeitoun café
Marrakech, tan exótica y tan lejana, es un destino que ya muchos eligen. Antes impensado, esta ciudad al norte de África recibe a aquellos turistas del todo el mundo que ansían un viaje diferente. Altamente occidentalizado, el centro turístico del este de Marruecos es la propuesta perfecta para aquellos que buscan el polémico choque cultural, pero con un pie todavía en lo seguro. En MALEVA revelamos algunos misterios que esconde esta mítica ciudad.

1) UN PALACIO LEGENDARIO O UN CANCHERO RIAD ¿DÓNDE ALOJARSE?

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Próximo a su costa sur, el mejor plan es volar allí desde España (no es necesaria una visa). Te hospedes en un hotel cinco estrellas o en un hostel, el servicio de transporte desde el aeropuerto hasta tu nuevo y temporario hogar está casi siempre incluido en la estadía. Desde el minuto cero, la hospitalidad de los marroquíes se palpita. Al llegar al hotel, un té de menta con no menos de tres terrones de azúcar, súper dulce y súper rico, es el primer saludo de bienvenida, sin importar la hora o el día.
¿Dónde hospedarse? Para lujo a lo Sex and the City, La Mamounia (Avenue Bab Jdid، Marrakesh 40040) es el principal hotel cinco estrellas que visitaron y visitan personalidades como Yves Saint-Laurent y Paul McCartney. El legendario palacio data del siglo doce y cuenta con increíbles jardines con más de 1200 tipos de plantas. Su estilo árabe-andaluz se encuentra presente en cada uno de sus cuartos, suites y riads, en sus cuatro prestigiosos restaurantes y su exclusivo spa.
Ahora bien, la oferta para aquellos mortales que solo soñamos con lugares así no se queda corta: son los riads los que nos invitan a vivir la verdadera experiencia marroquí. Tradicionales construcciones con un jardín o patio interno, la mayoría de estas se han convertido en acogedores hostels para viajeros ligeros. Con desayuno gratis (y muy abundante!) y extravagantes baños, no es de sorprender que algún “recepcionista” simpático te invite a probar shisha en la terraza, mientras escucha rap marroquí (sí, esto sucede).
Entre tantos, recomendamos el Riad Menzeh (34 Sidi Ayoub 40000, Derb El Arsa) con parrilla y centro de spa y el Riad Jennah Rouge, ubicado en la mitad de los souks y a cinco minutos del mercado principal.

2) LOS SOUKS: INTERMINABLES MERCADOS ¿QUÉ COMPRAR?

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Los mejores mercados de Marrakech, o souks, se encuentran concentrados en la plaza Jemaa el Fna (Derb Chtouka, Marrakesh 40008). Esta última es el verdadero corazón de la ciudad. Artistas de hena intentan grabar sus diseños en las manos de cualquier distraído,  adivinos persuaden a los curiosos de jugar con su futuro y por la noche, este caldero de cultura viva se vuelve un verdadero carnaval con acróbatas, músicos e incluso peleas callejeras organizadas.
Durante el día, vendedores intentan prueban a los turistas con sus agudas técnicas de seducción a fin de conseguir unos cuantos dirhams (la moneda local a la mitad del valor del peso argentino). “Beyoncé” y “Spice Girls” son algunos de los nombres que suelen gritar, a fin de llamar la atención. Aunque es el arte de regatear su mayor estrategia y el principal desafío para todo quien intente comprar allí. Pero si regatear es algo que prefieren evitar, siempre es posible comprar productos artesanales a precios fijos en Etablissement Bouchaib (7, Derb Baïssi Kasbah Boutouil, Boite Postale 297) fuera de la medina (hacen envíos a todo el mundo!).
¿Qué llevarse? Los platos artesanales decorados a mano, el aceite de argán (también conocido como “oro del desierto” por sus beneficios en el pelo y la piel –un antiage natural!) hecho con materia prima pura y en el lugar, el té de menta y el de jazmín, una increíble lámpara artesanal (si tienen el espacio) y, cómo no, especias de todo tipo (infaltable el comino) para degustar un poco de la África del norte en casa.

3) PLATOS IMPRONUNCIABLES Y SABORES IMPERDIBLES: ¿DÓNDE COMER? 

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El Tajín de pollo, de atún, de verduras, de kefta. Elaborado en mil diferentes maneras, es el plato por excelencia en Marruecos, compuesto por un gran plato circular con una tapa en forma de cono. Otros infaltables son: los jugos de naranja (secreto: nadie los hace como los marroquíes!), el chermoula de pescado (filetes marinados en hierbas y especias), el zaalouk (vegetales asados y especiados servidos siempre antes de cada comida) o el ya conocido couscous. La comida marroquí no es para todo el mundo: con presencia predominante del comino, su gusto es poderoso, pero imperdible. Para una elegante cena, el Gastro MK at Maison MK (14 Derb Lafkih Sbaai, Quartier Luksour) dentro de la denominada “Antigua ciudad” (dentro de la medina) cuenta con una pileta interna y tiene un menú fijo, para asegurarse de quien entre pruebe lo mejor de la cocina local. Para el día a día: un inmenso riad en cuyo centro se encuentra un exquisito restaurant Dar Cherifa (8 derb Cherfa Lakbir, Moussine) y Zeitoun Café (107 Place Jemaa El fna), con vistas a la plaza, es la mejor opción tras un largo día de compras.

4) NÓMADES POR UN DÍA: CAMELLOS, CARPAS Y ESTRELLAS

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Por más atrapante que sea la ciudad, el desierto de Sahara es la principal atracción de Marrakech y la actividad que no puede faltar. Hace ya varios años, tanto turistas como locales juegan a ser nómades por unos días y se sumergen en una aventura en la arena. Se trata de tours grupales o privados que se contratan con anterioridad o en el mismo hotel y que te pasan a buscar por la puerta. Estos mini viajes atraviesan las montañas del Atlas y mares de palmeras hasta llegar al desierto de Zagora –la puerta al Sahara- o hasta Merzouga si el viaje es un poco más extenso, con paradas claves como Ouarzazate, también conocida como el “Hollywood de Marruecos” donde se grabaron películas como Gladiador y parte de Game of Thrones (!). Una vez en el desierto llega la parte divertida: un exótico paseo en camello. Para esto, es necesario llevar una bufanda para cubrirse la cara en caso de que haya viento (en el camino se pueden comprar!). Al llegar a las carpas, equipadas con colchones y con por lo menos dos metros de altura (también es posible contratar carpas de lujo totalmente amobladas), es el momento de la cena, sentados en la arena alrededor de un gigantesco tajín, mientras los locales tocan música tradicional. Al anochecer, la vía láctea es la verdadera atracción. Atención: Abril y Mayo son los meses ideales para este tipo de viaje ya que durante el día las temperaturas no sobrepasan los treinta grados y las noches no son tan frías.
Las opciones a contratar son muchas: entre los mejores encontramos Morocco Active Adventure (www.moroccoactiveadventure.com) y Desert Dream (www.sahara-desert-dream.com).