Mar del Plata o #MDQ o La Feliz (siempre aplaudiremos a una ciudad que tiene este apodo) desde hace rato que viene recuperando su esplendor en varios frentes y uno de ellos es el gastronómico. Los foodies que la visiten estarán de parabienes este verano por la cantidad de propuestas innovadoras y de calidad que van a encontrar. Muchas de ellas, además, con la ventaja de vistas impactantes al mar. Sea como sea, Mar del Plata es una ciudad de disfrute y que es sinónimo de veraneo, y nada como acompañar la estación del sol y el mar con el más hedonista y canchero de los tragos italianos, El Aperol Spritz. En esta nota te recomendamos cinco coordenadas para disfrutarlo.
Bla Bla Bla es un restaurante de tapas en la zona de Güemes que es la nueva zona de moda de la ciudad, incluso más que los alrededores de la calle Alem. Y cuando dicen que es un bar de tapas, no mienten porque son el corazón de su carta. Es un lugar amistoso tanto para vegetarianos como para quienes no lo son. Una de sus opciones más aclamadas es el tapeo argentino. Y uno de los puntos a favor de Bla Bla Bla son sus mesitas al aire libre en una terraza que se proyecta sobre la vereda. ¿No se ven tapeando a la tarde unos bastoncitos de muzarella con un Aperol Spritz?
Ambos tienen vistas estupendas al océano. El de Cabo Corrientes y el de Playa Grande. Además cuentan con la posibilidad de promoción 2 por 1 para Aperol con tapeo incluido. Si el tiempo acompaña, nada como sentarse afuera, bajo una sombrilla, con la brisa marina acariciándote la cara. La carta es muy variada pero dos opciones a tono con el verano y que no fallan son la parrillada de pescados y la paella. También saben hacer bien las rabas. La ambientación de ambos locales es moderna y elegante, con silloncitos de cuero para sentarse. De fondo, suena música muy chill y la atención es esmerada. Un maridaje que no defrauda: Aperol Spritz con langostinos apanados.
Es un restaurante con una atmósfera intimista (como una simpática biblioteca en la entrada), con un patio muy lindo y una estética romántica y de buen gusto. La atención es muy personalizada, y la carta no es híper extensa pero ponen la nota en el carácter gourmet de los platos. Los cachetes de raya, el salmón grillado, o el rissoto con langostinos son opciones perfectas para ser acompañados por un Aperol Spritz.
Al igual que Tiki, este bar también lleva el sello del cantinero (y surfer) Matías Merlo, uno de los más prestigiosos de Argentina.Una de las características de RT es que los tragos vienen en botellitas de alquimista. Brebajes que, además, pueden preparar los mismos clientes. Su ambientación es estilo rockera motoquera. Lo curioso de RT es que los domingos al mediodía ponen un chulengo en la entrada y sale un asadazo con papas que recomiendan comer con un vermucito de entrada, o, lo que sugerimos nosotros, empezar con un Aperol Spritz y sentarse en algunas de las mesitas en la vereda.