Un tema central, el menú pensado y abundante (como la comida de la abuela) y cuatro desconocidos con ganas de comer rico y conocer gente: así funciona “La Generosa”, la original experiencia de restaurante a puertas cerradas que crearon Nerea y Elena en la ciudad catalana.
Solo 4 comensales participan en cada encuentro que ronda alrededor de una temática como «el horno no funciona» o «no es tu cumple pero hay tarta».
MALEVA en Barcelona: así es La Generosa, el exclusivo supper club que matchea a desconocidos apasionados por la comida. Por Mahiali Fernández.
La Generosa nace como una excusa para reunir gente con gustos similares -en este caso la comida como main point– sin tener que recurrir a compañeros de trabajo o a amigos de amigos para conocer personas.
“Sabemos que no es tan sencillo hacer amigos más allá de tu grupo o en el trabajo, y se nos hace difícil conocer gente nueva con intereses comunes. Nosotras queremos facilitar estos encuentros y dar lugar a nuevas amistades”, comentaron Nerea y Elena, creadoras de La Generosa a MALEVA.
Nerea Sancio y Elena Scilinguo se conocieron en octubre de 2021 y conectaron instantáneamente cuando fueron presentadas por amigos en común que ya habían anticipado ese posible feeling. Nerea es de Barcelona y es creativa publicitaria. Elena es italiana y es visual designer e ilustradora. El año pasado ambas coincidieron en Los Ángeles cuando Elena visitó a Nerea, y después de pasar 10 días juntas 24/7 se les ocurrió llevar a cabo un “restaurante a puertas cerradas” o supper club: una experiencia culinaria divertida e informal donde pasar tiempo con amigos y disfrutar de la comida en un evento esporádico y efímero. Pero sin dudas, lo destacado de su propuesta es la decisión de que los asistentes sean desconocidos, con dos únicos (pero muy importantes) puntos en común: el amor por la comida y las ganas de conocer gente fuera de sus círculos. Cuando llegó el momento de definir cómo llamar al proyecto, Nerea y Elena pensaron inicialmente en recurrir a los nombres de sus abuelas. Justamente porque la propuesta gastronómica está marcada por la “cocina de abuela”: el toque casero y que nadie se quede con hambre. Con este leitmotiv como punto de partida y tras algunos brainstormings, se inspiraron en la figura de “una abuela cocinera en general” para definir finalmente el nombre “La Generosa”.
«Se les ocurrió llevar a cabo un “restaurante a puertas cerradas” o supper club: una experiencia culinaria divertida e informal donde pasar tiempo con amigos y disfrutar de la comida en un evento esporádico y efímero. Pero sin dudas, lo destacado de su propuesta es la decisión de que los asistentes sean desconocidos…»
¿Cómo se piensa una cena de La Generosa? Lo primero que sucede es el proceso creativo, el cual arranca aproximadamente a un mes del evento. Se define el concepto y cómo éste se extiende al resto de las aristas como el menú, la selección de invitados o la localización. Elena -con una impronta e inspiración italiana- cocina y prueba todo antes de definir el menú final, por lo que hay varias instancias de ensayo y error donde intenta que todos los productos sean de proximidad y de temporada. Nerea, por su parte, tiene en cuenta todos los detalles para que el encuentro se destaque: los colores y formas de la vajilla y mantelería -preferentemente vintage o de segunda mano-, la elección del lugar, la selección y el match de los invitados.
La primera de las cenas se hizo bajo el concepto “El horno no funciona”: platos que habitualmente se cocinan en el horno, fueron reversionados y elaborados de manera alternativa. Una de las comidas que recuerdan con cariño de esa cena fue el risotto al pomodoro e amaretti. El plato original eran los tomates rellenos de amaretti, pan, hierbas y el interior del tomate. “Cuando era pequeña mi abuela siempre hacía este plato en verano. Los horneaba y se comían fríos o calientes, eran deliciosos”. Ante la falta de horno, Elena decidió juntar esta receta con la de los tomates rellenos de arroz -otro plato típico italiano- y así surgió el risotto. “Estoy bastante segura de que mi abuela lo aprobaría”. La segunda edición fue “No es tu cumple pero hay tarta”, y todos los platos del menú eran en versión tarta, tanto salada como dulce y para elaborar el postre, contaron con la colaboración de Reliques Atelier. La tercera edición, que se dio justo post Navidad, post comilonas festivas y hartos de masticar, se llamó “Mira mamá, sin dientes” y contó con un menú donde predominó la esponjosidad de los platos.
«No les interesa darse a conocer a partir de influencers, no se elige a alguien por la cantidad de followers que tiene ni por el impacto que pueda generar. “En la primera mesa había personas con 100 seguidores y con 180k. Es una cena en petit comité (cuatro invitados) porque lo que se busca en todo momento es que se puedan entablar conversaciones y que no se formen subgrupos dentro del grupo principal…»
Desde La Generosa tienen un newsletter para que los interesados se anoten. A medida que se acerca el siguiente evento, se envían una serie de preguntas y se hace la selección de asistentes. Se tienen muy en cuenta las respuestas de los candidatos a la hora de elegirlos porque no olvidemos que son desconocidos, y no siempre es fácil romper el hielo y entablar una conversación. “Al leer las respuestas de la gente, tú ya sabes más o menos cómo van a ser. Entonces siempre habrá alguien que, pase lo que pase, va a seguir hablando”.
No les interesa darse a conocer a partir de influencers, no se elige a alguien por la cantidad de followers que tiene ni por el impacto que pueda generar. “En la primera mesa había personas con 100 seguidores y con 180k. Es una cena en petit comité (cuatro invitados) porque lo que se busca en todo momento es que se puedan entablar conversaciones y que no se formen subgrupos dentro del grupo principal. Es por lo mismo que las cenas no suceden en restaurantes sino en hogares privados. “Sabemos que no es lo mismo juntarse en un restaurante que en una casa, sobre todo cuando se busca la familiaridad en el encuentro”.
«Es una cena en petit comité (cuatro invitados) porque lo que se busca en todo momento es que se puedan entablar conversaciones y que no se formen subgrupos dentro del grupo principal…»
Siendo ambas del ámbito de la publicidad y la creatividad, era de esperar que la estética de su comunicación y decoración de los eventos no se dejase al azar. Colores flúor, dibujos a mano, “chic pero desenfadado” es lo que transmite su Instagram y se extiende a cada edición. “Queríamos que fuese algo elegante cuando vieses la comida, pero que siga siendo cercano. No queríamos unos beige o colores neutros. Queríamos que lo veas y pienses “Qué bien me lo voy a pasar”. La premisa de pasarla bien se ve reflejada en el dresscode, siendo la única indicación ir “con la ropa más cómoda que tengas para comer”. De hecho, Elena cocina con un mono de worker y Nerea en una de las cenas se puso unos zapatos de taco con plumas azules y una falda de lentejuelas rojas.
Con la cuarta edición en camino (spoiler: posiblemente se trate de una merienda), en un futuro próximo la idea es poder trasladarlo y replicar este formato en otras ciudades. Ojalá haya Generosa para rato.
///
Las fotos son gentileza de prensa de @_lagenerosa y @when.in.bcn.