Maia Bergman
Por Malén Denis
Maia Bergman vive y trabaja en Londres, se mudó en el 2008 cuando logró entrar a la prestigiosa universidad Central Saint Martins para estudiar diseño de indumentaria. Por el momento, no tiene planes de regresar a Buenos Aires. Es feliz. Eso dice ella de ella misma y se puede observar en sus prendas, que son delicadas piezas de arte en alegres tonos pastel y con entramados de dibujos hechos en pequeñas cuentas de plástico.
A sus 24 años, Maia es una de las promesas de la moda y una representante del país afuera. Es humilde al respecto quizás por esto que ella dice sobre sí misma, que es liviana, que se divierte.
Más allá de todas las definiciones que pueda adjudicarse, es una chica joven con una visión y un discurso claro: un postulado sobre la femineidad.
Las prendas de Maia son pequeños extractos de cielo que combinan transparencias, color y texturas; detrás de cada prenda hay un trabajo manual enorme, esto habla mucho de la dedicación y la firmeza de espíritu. Maia se considera una persona espiritual. Cree en Dios e incluye dentro de sus inspiraciones los ensayos de Joseph Campbell y Jung.
Maia, para empezar ¿En qué te inspiraste para crear tu colección?Hay un poco de mezcla: Versace 90’s, Stephen Sprouse, la entropía -el caos natural en las particulas-.
Además de referentes del mundo de la moda, ¿qué otras cosas te inspiran?La música…The Shangri Las, Jesus and Mary Chain, las películas de Rodríguez, los ensayos de mitología y religiones… Joseph Campbell, Jung. Mi familia y los que me rodean.
¿Cómo es tu relación con la religión y la espiritualidad?Creo en Dios y me considero una persona espiritual, bueno, todos somos espirituales aunque algunos digan que no. Definitivamente creo en Dios.
Por el trabajo que tiene cada prenda se nota que sos una persona muy dedicada. ¿Cómo fue el proceso de creado de la colección?Fue largo pero me divertí muchísimo. Las prendas tienen dibujos hechos con las piedras, en distintos materiales y capas.
En alguna ocasión nombraste ‘Clueless’ como fuente de inspiración principal. ¿Qué es lo más Cher Horowitz que tiene la colección de Maia Bergman?
No fue la única inspiración pero me divierte tomar como ejemplo algo tan light como esa película. Me aburre muchísimo la moda conceptual y lo minimalista…¡todavía más! Lo que me gusta de Cher es que no se preocupa mucho por si la gente la juzga por no parecer «profunda». Le importa su aparIencia porque es femenina y alegre pero no le interesa mucho lo que opinan los demás, si está bien o mal.
En varias entrevistas hablás de una mujer liviana, ¿como convive en tu imaginario esta visión lúdica y de liviandad con el peso en términos reales que deben tener las prendas?Las prendas no son tan pesadas como parecen, si bien usé piedras, no me generan una sensación de asfixia o de pesadez, y eso se lo adjudicaría al uso de transparencias y a la paleta de colores suaves; con la liviandad me refiero a no hacerse mucho drama…¡es un embole! ¡Hay que ser feliz! Yo soy muy feliz.
Numerosas veces se describió el trabajo para tu colección como un homenaje a los 60’s y los 90’s. ¿Qué es lo que más te gusta de cada una de las épocas?De los 60’s me gusta la feminidad, los colores, la simpleza de las prendas. De los 90’s no me gusta todo, en particular el trabajo de Versace, pero la época es demasiado andrógina para mi gusto. Me gustan los sets (por ejemplo top y cardigan, o vestido con cartera y zapatos a tono), la monocromía, el concepto de «uniforme» que se ve en las dos épocas. El mod de los 60’s y el grunge de los 90’s, eso resume lo que me interesa en particular.
Plástico, colores pastel, líneas sencillas, súper femenino, elegancia, luz, juego, frescura: ¿cómo creés que se conjugan estos elementos en tu colección? ¿y cuál creés que es tu aporte, desde ella, a una visión de la mujer?Lo más importante es que la colección sea deseada y ponible, esté pensada para una mujer (con cuerpo de mujer) y que sea sutil y luminosa como decís. Todo surgió porque me cansé del negro y de las prendas que tienen mil vueltas y necesitan un manual de usuario. Editar es un trabajo muy difícil pero ser simple y reiterativo con una idea… ¡dice mucho mas! Y eso habla también de mi «vision de mujer». No creo que haya un único estilo de mujer al que me gustaría vestir, espero que ellas sean las me muestren cómo lo llevan…después de todo lo que importa es la actitud.
Respecto a la actualidad ¿En qué estás trabajando? ¿Qué nos podés contar sobre tu trabajo para Elton John?Vivo y trabajo en Londres…en un proyecto top secret, no puedo decir mucho todavía. Los trajes para Elton fueron hechos en Richard James (Savile Row) y en conjunto con Swarovski. Divertidísimo, ¡me encantaría hacer vestuario en un futuro!
Fotos: Maia Bergman