Este verano 2017 el perfil de la playa atlántica de Pinamar se transformó de manera notoria – un antes y un después absoluto -, con la demolición de los viejos balnearios y la construcción de nuevas estructuras eco-sustentables con diseños mucho más cancheros (mucha madera, estructuras sobre pilotes que cuidan los médanos, vistas amplias al océano, mobiliario moderno, detalles vintage con onda y estética playera). Además de una apuesta por propuestas más innovadoras y sofisticadas. Quien circule por la Avenida del Mar notará el sorprendente cambio. En esta nota, seleccionamos los siete paradores renovados que – todos con onda distinta -, no podés dejar de visitar cuando te des una vuelta este verano por Pina y Cariló.
Este balneario que es un hit año tras año en Cariló, con su estilo relajado, bajo perfil y elegante, se renovó por completo siguiendo los nuevos lineamientos ecológicos y estéticos que rigen ahora las playas pinamarenses. Y quedó muy lindo. La terraza frente al mar invita a desayunar, a tomar el té (muchas variedades) o algún cocktail. También hay un sector dedicado a la lectura. Vale la pena también descubrir la faceta gastronómica de HMNGWY, que hace hincapié en los frutos de mar y que este año tiene la novedad del «pica pica»: un concepto español que es una suerte de tapeo en donde las mesas comparten platos variados. En Hemingway también se destaca su carta de vinos con una interesante cava. ¿Qué más? Ciclos de música en vivo (en plan intimista), DJ´s al atardecer, etc.
Llegando al norte de Pinamar, por la Avenida de Mar, podés encontrarte con un parador La Rada absolutamente nuevo. Que combina una estética cool con una propuesta gastronómica genial, a cargo del chef Pedro Demuru. El reconocido cocinero (representó al país en el Bocuse d´or) «se alejó de los fuegos», como él mismo le afirma a MALEVA para ir hacia una cocina que combina «la abundancia de los platos de bodegón con la cocina de autor». Platos de Demuru que deberían probar: el pastel de ciervo de calabaza (se prepara con carne braseada cocinada durante 24 horas); el cake de zanahorias y también varios de sus sandwiches que se hacen con panes de la panadería boutique «Entre panes» y recorren focacchias, panes árabes, panes de salvado y saborizados, que se utilizan en toda la carta de La rada Beach. Este balneario que en otros veranos no llamaba mucho la atención, es uno de los que más aprovechó el cambio y ahora se posiciona como uno de los más bellos de Pinamar con una terraza genial proyectada sobre el mar, con sillones minimalistas con almohadones blancos que conforman sectores de lounge perfectos para vivir el sunset con un traguito, mobiliario de madera, vidrios que protegen del viento. Es perfecto para visitar día y noche.
Un clásico, y ahora con una estructura renovada, ecológica y con una vista al mar privilegiada ubicado en el paseo del Mar casi Tirremes. Con la nueva tendencia de lograr que las tardecitas se vuelvan cada vez más relajadas y se compartan con grandes grupos de amigos. La apuesta de este parador se centra en los set de afters que se desarrollan cada tarde en los deck preparados para las promociones de diferentes bebidas y marcas, con la presencia de dj´s en vivo y artistas invitados. La gran barra que une la entrada del parador hacia la zona de box es un ir y venir de tragos bien frescos, de cerveza tirada y de espumantes. También tiene una carta de sushi (buen dato para los fans de los rolls). “Después de la comida gourmet o el sushi a la medianoche Ufo se convierte en un espacio chillout que logra mantener una tranquilidad bajo la mejor música ambient y así pasar buenos momentos en movimiento pero relajado, con risas y amigos”, le explicaron a MALEVA desde UFO. En este balneario, la movida también sigue durante la noche. Pero esa es otra historia.
De la vieja mole de cemento no quedó nada y ahora este otro clásico es un parador de tamaño mucho más amigable con la playa, de líneas minimalistas, mucha madera y vidrio, e infinitamente más trendy en cuanto a su estética de mar. Este balneario administrado por las hermanas Walker con una enorme sonrisa, es perfecto para visitar durante todo el día. Ya sea para desayunarse una medialunas con jamón y queso, para almorzar una buena porción de rabas, o ¿Por qué no? para ver el atardecer con una jarra de Clericó. Hay beneficios con distintas tarjetas de crédito.
Marbella este año renovó todo. En la calle Martin Pescador y el Paseo del Mar, se puede ver un diseño muy playero, como los demás paradores nuevos, todo madera, con unas barras de jugos bien plantadas; en esta playa los surfers aprovechan el espacio en el lateral para apoyar sus tablas y salir bien temprano a enfrentar las olas. Uno de los balnearios más antiguos que tenía Pinamar, reconvertido y con grandes espacios para disfrutar la playa. No podés perderte la particularidad de una terraza a contramar, para que puedas disfrutar del sol de la tardecita desde ahí, y que cada mate se tome con la resolana que llega desde el bosque.
El parador Terrazas del Alba se renovó completamente, con un color madera clara y toque de grises de mar, los fans del fútbol reducido, el voley y la vida aeróbica frecuentan este parador ubicado en el corazón de los balnearios del norte, donde hasta algunos se animan a llegar corriendo muy temprano y sumarse a las clases de zumba, como así también rutinas aeróbicas. La tendencia la marcan los colores fluos que hoy copan la playa. Terrazas, que se impone como un parador que pega fuerte en actividades deportivas, con Agustín Pichot como representante, no podía dejar de convertirse en el más elegido por los turistas más activos. Además agrega el servicio de masajes hechos por el Chaja, masajista súper profesional, primera línea del equipo de rugby de Pinamar: fuerza y descontracturación garantizada.Con clínicas de hockey y tocatas de rugby, el parador invita a que todos podamos sumar tono muscular para los más coquetos, como así para los que se pasaron en diciembre quemar algunos kilitos y seguir con una buena línea durante todo el verano en Pinamar.