Mariana Rapoport y Vicky Schiopetto emprendieron una misión: descubrir las casas con belleza auténtica más excepcionales (como sus dueños) de Argentina y la región/Un éxito a puro entusiasmo/¿Cómo hacen la selección?/¿Qué queda afuera?/Además: por qué lo excéntrico como una categoría positiva/¿Cuáles son las novedades del segundo volumen?Pasión inesperada por Paraguay, un bar gótico en Uruguay y la casa de Nicola Costantino.
Mariana Rapoport y Victoria Schiopetto: una dupla que resultó perfecta para este desafío.
«Los lugares no nos tienen que gustar sino enamorar»: en un fantástico taller de Vicente López con las creadoras de Los Excéntricos, el libro que reúne a las casas más alucinantes (y se viene volumen dos). Por Esmeralda Avellaneda. Fotos: Thalia Gómez para MALEVA.
El taller mecánico, de afuera es imposible de encontrar. En vez de subir para General Paz o Acceso Norte, se dobla bien a mano derecha y se llega a una entrada de cemento un poco abandonada que pasás de largo sin pensarlo ni medio segundo. Que es más, iba a pasar de largo pero ellas me vieron antes.
Es sorprendente que se conozcan hace tan poco. Thali, que saca las fotos para esta nota de MALEVA, les comenta “qué buena química que tienen”, y tiene razón: se miran de reojo, posan, encuentran el lugar al lado de la otra en dos segundos.
El espacio es enorme, amplio, sin ninguna pared, con murales, pocos muebles y un techo altísimo. Es muy privado a pesar de estar conectado con la autopista, el tren y una avenida. Es el taller de Santi y Mora Jovenich, parte del elenco del segundo libro de Mariana Rapoport y Victoria Schiopetto.
«Creo que estamos muy formateados. ¿Qué nos pasa con vivir? Que la arruga, que esto, aquello, no te sentís bien, niñas de diez años con rutina de belleza. Capaz estoy delirando, pero me parece sumamente importante como postura de vida ser lo más auténtico posible. Yo veo belleza en esa pared destartalada, en ese vidrio, en ese techo. Y seguimos, porque vamos a seguir en esa búsqueda de libertad y belleza…»
Vicky es la pragmática, la de Nordelta, la más tradicional, la que le da pocas vueltas a las cosas y Mariana es la rara, la de los colores chillones, la que tiene una casa con enanos y hongos, y una lámpara con forma de perro que trajo de california y tubos fluorescentes rosados que hace pasar por arte.
Pero con muy poco se ve que no es tan así. La de las rutinas es Mariana, Vicky si siente que algo la ancla, lo suelta. Mariana parece más extrovertida pero Vicky no tiene un solo pelo en la lengua. Sus estilos parecen muy distintos, pero algo muy tangible las une. Se complementan bien. Se completaron casi todas las respuestas de la entrevista.
«Cuando fuimos a Paraguay, íbamos a un pueblito que queríamos que saliera en tapa, pero nos llama la diseñadora una semana antes que la casa se rompieron los caños, que la casa un desastre, no. Ese “no” se transformó en una búsqueda que potenció el contenido. Paraguay tenía solo 2 lugares y se volvieron 8 que te vuelan la cabeza, como el caso de un abogado que vivía en una vieja fábrica, una hilandería…»
¿Cómo se conocieron?
Vicky: Hice un libro de recetas y Mariana lo editó.
Mariana: Sí, pero, ni onda eh.
Vicky: Sí, fue a la distancia. Fue como un impulso raro que yo te llame. Yo no soy de llamar a cualquiera. Y yo con el libro del australiano que me encantó bajo el brazo la llamé a Mariana.
Mariana: Sí, es rarísimo que estemos trabajando juntas.
Vicky: Fue un piletazo.
Mariana: ¡Sí! de mucha intimidad además, con viajes. Porque además, era un proyecto de dos años. Yo le dije lo hacemos, pero en dos años. Realmente creo que estábamos llamadas para hacer este proyecto juntas.
Vicky: Y empezamos enseguida. El primer viaje fue a Jujuy.
¿Cómo eligieron a los excéntricos?
Mariana: Sabíamos de Bustamante, Roggerone, Carlitos Gronda en Jujuy, Gonzalo con su rancho ruina y de ahí fuimos armando.
Vicky: Buscamos una belleza basada en lo distinto. Buscábamos la belleza que ves en lo de Rafa, que vivía en la pobreza absoluta pero con su araña de caireles.
Mariana: En este mundo tan inhóspito tener belleza, una belleza que responde a tus cánones y no a Pinterest, es un llamado a la libertad.
¿Por qué es importante?
Mariana: Creo que estamos muy formateados. ¿Qué nos pasa con vivir? Que la arruga, que esto, aquello, no te sentís bien, niñas de diez años con rutina de belleza. Capaz estoy delirando, pero me parece sumamente importante como postura de vida ser lo más auténtico posible. Yo veo belleza en esa pared destartalada, en ese vidrio, en ese techo.
Y seguimos, porque vamos a seguir en esa búsqueda de libertad y belleza.
«Capaz estoy derrapando, pero te lo pongo así. Todos tenemos una máscara en el mundo, y cuando vas quitando capas y velos a esa máscara, va apareciendo algo más auténtico, para mí más interesante. Cero impostado…»
Es una búsqueda muy empecinada. Hicieron Argentina, en el segundo volumen Uruguay, Paraguay. ¿Van para Brasil? ¿Quieren hacer todo América Latina? ¿Qué las impulsa a seguir con el mismo proyecto?
Mariana: Es que estamos enamoradas. Vos no cortás un amor en el primero. Todo fluyó tan bien. La sinergia o la química entre nosotras fluye bien. Amamos viajar, meternos en la cultura. ¿Cómo lo vamos a cortar? Vimos artistas que valoran los saberes ancestrales y lo tienen al lado del sillón de diseño, esto es pura ganancia. En todo el proceso nos dejamos sorprender por lo que va pasando. Lugar que vamos, tenemos libertad, lo disfrutamos, es sin producción. La libertad que expresamos es sumamente importante y nos damos cuenta que de alguna manera es importante mostrar otra belleza, extra- ordinaria, sin deber ser. Acá no hay deber ser, hay gente que respondió a su deseo.
Vicky: Yo fui a Paraguay dudosa, con un prejuicio de lo que iba a encontrar. Y el patrimonio artístico y cultural que tiene Paraguay es alucinante. Nunca pensé que ese país tenía tanta riqueza.
Mariana: En este nuevo número aparecen unos excéntricos de 90 años, dentistas los dos. Yo iba a bailar a esa casa cuando tenía 15 y siempre me pareció medio rara. Volví por mi amiga, la hija, y cuando fui pensaba ¿le gustará a Vicky?
Vicky es la voz de tu consciencia.
Mariana: ¡Claro! Lo que entra en el libro no nos tiene que gustar a los dos. No. Nos tiene que enamorar a las dos. Sino no entra. Ella llegó a la casa y dijo re y se entusiasmó. Eso pasa. El libro está lleno de entusiasmo.
Vicky: Los odontólogos es una locura la casa. Entre miedo, creepy, kitsch. No podés creer que vivan ahí. La odontóloga le hizo flores a todos los vidrios de la casa con el torno. Pone a la casa lo que le da felicidad.
Foto: gentileza de Mariana Rapoport para Prensa.
«Ahora en el libro 2 hay un bar medio gótico en Uruguay, una librería, un galpón con una obra destruida de un artista. No son ni siquiera hábitats de uso permanente…la búsqueda son hábitats. Lugares que se habitan. Algunas son casas tradicionales. Pero no todo y eso rompe la estructura…»
La casa de ambas tiene mucho mueble heredado, mercado de pulgas, cosas con historia, casi nada comprado de cero. Mariana dice que este gusto por la belleza rara viene de su padre. Vicky ríe que tal vez tiene que hurgar más arriba. Su familia es tradicional.
Volviendo a esa búsqueda de la autenticidad ¿No les parece una palabra quemada?
Vicky: Sí…sí puede ser
Mariana: Capaz estoy derrapando, pero te lo pongo así. Todos tenemos una máscara en el mundo, y cuando vas quitando capas y velos a esa máscara, va apareciendo algo más auténtico, para mí más interesante. Cero impostado.
¿No hay algo de performance en las fotos? Algunas parecen locura exagerada.
Mariana: ¿Sí? ¿Cuál?
La de la tapa parece una bruja en el bosque. O el chico con sombrero de paja.
Vicky: Nicola (Costantino) vive realmente como es. Así como la ves en la tapa es como ella está. Así tiene su taller, así vive, trae visitas, hace esculturas. Ella simplemente se paró ahí y sacamos la foto.
¿Ustedes son excéntricas?
Al unísono y muy contundente: no.
Vicky: Ella más que yo. ¡Algo del padre tiene!
También es verdad que los excéntricos no se perciben como tal.
Mariana: Sí, por eso ayudó la definición (La contratapa del libro tiene los adjetivos que hacen a un excéntrico).
Vicky: Cuando le contamos a Roggerone el nombre del libro, él dijo “pero yo no soy un excéntrico”. Después llegamos al lugar y se puso su sotana renacentista.
Mariana: Tenía objetos que dejaba reposar para que se vaya la energía con la que vienen.
Leamos la definición entonces.
Se miran.
Mariana: Bueno originales sí, extravagantes no, rara vos no, yo sí, valientes sí, obsesivas poquito, idealistas re, curiosas sí. Bueno, somos excéntricas (risas).
«Lo que entra en el libro no nos tiene que gustar a los dos. No. Nos tiene que enamorar a las dos. Sino no entra. Ella llegó a la casa y dijo re y se entusiasmó. Eso pasa. El libro está lleno de entusiasmo…»
Hábitats: casas que son una verdadera locura y hablan más de los dueños que ellos mismos.
“En Bariloche nos pasó que fuimos a una cabaña, divina, pero no nos decía nada y quedó fuera del libro. Cuando fuimos a Paraguay, íbamos a un pueblito que queríamos que saliera en tapa, pero nos llama la diseñadora una semana antes que la casa se rompieron los caños, que la casa un desastre, no. Ese “no” se transformó en una búsqueda que potenció el contenido. Paraguay tenía solo 2 lugares y se volvieron 8 que te vuelan la cabeza, como el caso de un abogado que vivía en una vieja fábrica, una hilandería.”
¿Por qué mostrar casas? ¿Por qué el lugar y no el excéntrico?
Vicky: Lo que te muestra la locura es donde vive.
Mariana: Sí, vos los ves, no sé, a Dominique la ves y es una comunicadora política, impecable. Vos no podés creer la obsesión de lo que puso en ese cuarto, ese baño. Ves la casa y es una locura.
Vicky: Lo de Carlos, lo que nos divertimos ahí ¡Teníamos un frío! Él vivía sin calefacción en una casa del siglo XVIII donde colecciona barbies.
Carlos Gronda tiene una foto muy particular. Se ve una pared, manchas de color, 4 tenedores, y una máscara. ¿Por qué esa foto entró?
Vicky: Ah sí, el estaba haciendo pruebas de color. Me pareció una genialidad, porque el color lo hace él con cal y no sé qué más, nunca llegó a pasarme la receta. La pared con esos dos colores me transmitió… esas son las cosas que queremos mostrar. Esa belleza de Carlos que eran dos pruebas de color era todo. No queremos mostrar deco. Los tenedores estaban ahí, no estaban armados. Ni los miré.
Sí, hay una búsqueda muy conceptual de las casas. No muestran el recorrido, ni los ambientes. A veces ni se entiende la casa, se ven detalles.
Mariana: Sí, no nos importó nada.
Vicky: Sí, no queríamos un libro de decoración.
Mariana: Ahora en el libro 2 hay un bar medio gótico en Uruguay, una librería, un galpón con una obra destruida de un artista. No son ni siquiera hábitats de uso permanente.
Vicky: Claro, la búsqueda son hábitats. Lugares que se habitan. Algunas son casas tradicionales. Pero no todo y eso rompe la estructura.
«Mientras coordinan para encontrar excéntricos en toda latinoamérica. Ya vieron varios lugares en Río de Janeiro. Creen que a Caetano Veloso lo consiguen. Vicky quiere a Lenny Kravitz y Sebastiao Salgado en la próxima edición. Y por qué no. Podrían…»
Viendo lo divertidas que son, cómo les interesa la gente, le pregunté a Mariana, que es la que editó los textos, dando por hecho por deformación profesional que tenía manuscritos desgrabados de charlas y entrevistas, cómo hizo para acortarlos.
Mariana: Fue todo después del viaje, post producción.
¿Qué? ¿No entrevistaste a nadie en los viajes?
Mariana: No, fue todo post. Los llamaba cuando volvíamos, había un cuestionario base compartido. El texto es en forma de fichado con una frase destacada, pero si la frase no sale no la forzamos.
Vicky: Eso es lo que tiene. No está forzado. No tiene eso de “tiene que tener” de los libros.
Mariana: Es claramente un libro de fotos. No hay epígrafes, descripciones. Está esto de que hay textos y anécdotas. Con Carlos contamos el ida y vuelta de mensajes y cómo le metimos a toda la gente en su casa. En el segundo libro hay algo de diario íntimo, confieso un romance mío en Paraguay.
¿Tienen otros trabajos?
Mariana: Sí claro. Esto es autogestivo. Tenemos nuestros trabajos. Con esto salimos a remar.
Vicky: Especialmente con el primero. No podíamos creer que agotamos la preventa en un fin de semana.
Mariana: Dos boludas en Instagram diciendo hola estamos acá. Nos tiramos en la pileta. Lo vendimos así.
Vicky: Una preventa de algo que íbamos a entregar en 4 o 5 meses. Con eso pagamos para imprimir. Se ve que nos creen.
¿Se alejaron de algo? ¿De los trabajos que solían hacer?
Vicky: Yo un poco sí. Me alejé de todo lo que no me daba felicidad. No hago más nada que no sea mi estilo o no quiero hacer.
¿Qué las tedia?
Mariana: La gente aburrida. No estoy donde no quiero estar. Estoy cada vez más salvaje en ese sentido. Me tedia lo new age. Me tedia “lo que tu deseas, lo lograrás”. La banalización de lo espiritual me irrita. No tengo el don del small talk. Hay gente que va y habla con cualquiera.
Vicky: Ah sí, me tedia eso. Tengo cada vez menos energía social. Me tedia la gente. Hago lo que quiero en esta instancia de mi vida.
Es raro escucharlas decir eso, mientras coordinan para encontrar excéntricos en toda latinoamérica. Ya vieron varios lugares en Río de Janeiro. Creen que a Caetano Veloso lo consiguen. Vicky quiere a Lenny Kravitz y Sebastiao Salgado en la próxima edición. Y por qué no. Podrían.
Mariana: Creo que no te contesté nada redondo. ¿Te contesté?
Es irrelevante creo.
Mariana: Gracias.
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