#MeryMendizabalEnMaleva
¿Te sentís incómodo si en una botella de vino te encontrás con un corcho flúo? ¿Directamente te horrorizás si ves que tiene tapa a rosca? ¿Te corre cierto escalofrío si alguien te propone tomar un petit verdot en vez de un tradicional malbec? ¿Tomarían una gran etiqueta en vaso? El mundo del vino está lleno de nuevas tendencias que dividen opiniones y generan polémica y controversia. Tendencias que tienen sus detractores y defensores. Cada una de estas tendencias tiene sus pros y sus contras. Estos son los “versus” más encendidos en torno al vino. Despejemos dudas.
«¿Te sentís incómodo si en una botella de vino te encontrás con un corcho flúor? ¿Directamente te horrorizás si ves que tiene tapa a rosca? ¿Te corre cierto escalofrío si alguien te propone tomar un Petit verdot en vez de un tradicional Malbec? ¿Tomarían una gran etiqueta en vaso? El mundo del vino está lleno de nuevas tendencias que dividen opiniones.»
¿Sofisticación o simpleza? ¿Tallo o base sobre la mesa? La copa es sinónimo de buen servicio, diversión y rituales en torno a ésta bebida. Sin embargo, en los últimos tiempos y cada vez más, veo vinos servidos “all uso nostro”, es decir: en un simple vaso. Hasta en ferias y catas exclusivas, se está optando por el vaso. Lo cierto es que el vaso puede ser una excelente opción para vinos jóvenes, frescos y sin madera. Ahora, si vas a servir un vino de alta gama en un vaso cualquiera, puede que lo disfrutes, pero te vas a estar perdiendo un cúmulo de sensaciones que sólo una copa de cristal puede brindarte. Pronto le voy a dedicar en MALEVA unas líneas a la cristalería, paciencia, por ahora la conclusión que te dejo es el siguiente: los vinos Jóvenes son aptos para vaso (si es una copa sin tallo mucho mejor) pero los de alta gama únicamente en copa.
¡Qué tema éste! Controversial es poco. Acá es importante hacer una aclaración, la aparición de los nuevos modos de taponado está relacionada a una enfermedad que tiene el veinte por ciento de los corchos naturales llamada TCA (Tricloroanisol) y que le transmite al vino aroma a corcho húmedo o cloro de pileta. Para remediarlo surgieron diferentes formas de taponado: corchos sintéticos, tapas a roscas y hasta de vidrio. Día a día evolucionan, mejoran su forma de extracción y la micro-oxigenación. Otro dato: para vinos jóvenes lo mejor es la utilización de esta nueva tecnología, sin embargo los vinos que necesitan evolucionar dentro de la botella por años – los de guarda – aún siguen necesitando el tradicional corcho natural.
La evolución que tuvieron las nuevas formas de taponado en los últimos 20 años es tremenda. Lo que está pasando es que la gente sigue eligiendo el corcho sintético simplemente por el hecho de que puede mantener la ceremonia de utilizar el “sacacorcho”. En Europa, por el contrario, tomaron como opción más viable la rosca. Personalmente soy fan de la rosca porque me resulta mucho más que práctica. Medio giro de muñeca et voilà, el vino está listo para ser servido.
Todos sabemos que el Malbec es nuestra variedad bandera a lo largo del mundo. Lo atractivo que tiene éste varietal es que es muy amable (además de su color violeta intenso y sus aromas frutales). Y ni hablar de la redondez de sus taninos. El Malbec está en la cresta de la ola. Sin embargo, si queremos convertirnos en buenos bebedores siempre es bueno ampliar nuestro paladar abriéndonos a otras posibilidades. Lo que está en boga en estos momentos son dos varietales de origen francés: el Petit Verdot y el Cabernet Franc, ambos tienen sus orígenes en Bordeaux, Francia, pero siempre conformaron blends. ¿Qué tal si los prueban y amplian sus horizontes en el mundo del vino?
Cuenta la historia que la frase “temperatura ambiente” viene de la palabra francesa “chambre” que significa habitación o ambiente. Esto porque los vinos eran guardados en las cavas del subsuelo y llevados a la antesala previa al servicio para que tomaran temperatura ambiente. Por eso: temperatura ambiente no tiene nada que ver con la temperatura que haga tal día, sino a llevar el vino a una temperatura aproximada a los 18º grados. Va un consejo: a los vinos tintos, 40 minutos antes de beberlos, colocalos en la heladera. Y un blanco, refrigeralo por lo menos tres horas.
Es mejor beber moderadamente y en forma regular con nuestras comidas, que consumir la misma cantidad de copas de una sola vez. Esto es un hecho. Piensen que los países que siguen dietas mediterráneas, si bien tienen un índice de consumo de alcohol alto, sus habitantes tienen menos riesgo de contraer afecciones coronarias. Por lo cual, consuman vino más seguido, pero en menos cantidad.
Maridaje es una palabra fuerte, pero se tomó de la vida real para hablar de una buena armonización entre un plato y un vino. Por concordancia, o por contraste, se logra una perfecta armonía entre ambos. ¿Pero qué pasa cuando improvisamos? Puede ser válido porque en una de esas logramos una fiesta para los sentidos. Pero ojo: es como tirar una moneda. Si no se animan, opten por comer primero y por el buen vino después.
Creo que este es uno de los grandes «versus» de los últimos años y el peor error es pensar que todos los vinos jóvenes son de mala calidad, mientras que los de guarda son todos excelentes. ¡Hay de todo en la viña del Señor! Los vinos jóvenes son aquellos que se cosechan para obtener acento en su frescura y que puedan ser bebido dentro de los dos años. Los de guarda, en cambio, se piensan desde el viñedo para ser consumidos varios años después de la cosecha. En su elaboración se busca concentración, paso por barricas y un estacionamiento prolongado. ¡Me confieso una alta consumidora de vinos jóvenes! Creo que son la mejor opción para consumir a diario, mientras que me reservo los vinos de guarda para el fin de semana, cuando puedo acompañarlos con una comida suntuosa.
La moda de los varietales es algo relativamente nuevo, cuando el Nuevo Mundo (formado por USA, Chile, Argentina, Uruguay, Australia, Nueva Zelanda entre otros), quiso establecerse en el mercado del vino mundial y tomaron el nombre del varietal para lograr una comunicación más sencilla. Así aparecieron los nombres Malbec, Cabernet Sauvignon, Chardonnay como su caballito de batalla. Mientras tanto el Viejo Mundo siguió refiriéndose a la zona de producción. Un ejemplo, Chablis, es una zona de la Bourgogne, Francia. Todos los Chablis son 100 por ciento Chardonnay, pero en ningún lado de la etiqueta se aclara el varietal que lo compone. La realidad es que ninguno es mejor que el otro, pero debo confesarme una fanática de los cortes o blends ya que en general son la creación de los winemakers que blendean a gusto y piacere diferentes varietales para lograr la gran pócima final.
“Bolsa en caja”, sí, esa es la traducción. Algo alarmante para los tradicionalistas acérrimos que odian toda evolución que se hace alrededor de la tradicional botella. Este método es bastante novedoso dado que evita la oxidación del vino. Sin embargo, siempre tiene una fecha de vencimiento porque de todos modos el oxígeno traspasa a la bolsa. En Argentina no hay muchas opciones, pero es realmente bueno para reuniones grandes de amigos, utilización en restaurantes o cocinas industriales. Esto va para los tradicionalistas: no les voy a romper los esquemas, la botella sigue siendo la mejor opción.