BACO SIEMPRE VUELVE: LOS CINCO NUEVOS WINE BARS DE PALERMO QUE HAY QUE CONOCER

maleva5
El ambiente relajado y dionisíaco de Salumería M, uno de los nuevos wine bars más lindos de Palermo

 

LOS CINCO NUEVOS WINE BARS DE PALERMO QUE NO PODÉS DEJAR DE CONOCE. POR JOSEFINA PERCHAUX. FOTOS: PAULA ELEOD.

En verano, en invierno, en otoño o en primavera: no hay como una copa de vino con una tabla de quesos al atardecer. Lo hemos dicho mil veces en Maleva y no nos cansaremos de decirlo. Lo que sí no tuvimos la oportunidad de decir durante bastante tiempo es que en Buenos Aires hay lugares pensados exclusivamente para llevar a cabo este ritual milenario. Afortunadamente, uno a uno comenzaron a aparecer en el barrio restauranteur por excelencia wine bars de los de antes, en los que el foco está en las botellas. Spots en los que sentarse con un amigo a las 7 de la tarde y probar una (o varias) copas de tinto, blanco, espumante o rosado, y charlar hasta que se haga la hora de la cena. Algunos vienen con propuestas gourmets más elaboradas, mientras otros se ocupan de ofrecer lo básico en su mejor versión, quesos, fiambres y snacks de primera. Aquí están los 5 nuevos wine bars de Palermo que merecen una visita.
 

1) El Mercado del vino (GORRITI 4966): un lugar bien a la europea

maleva13
 
En este local con fachada rústica de chapas oxidadas (Gorriti 4966), el vino es el protagonista sobre las mesas (muchas largas, tipo de beergarden) y en todo el resto del salón, donde la mayoría de los muebles están hechos de duelas de barricas. Desde hace cuatro meses, de miércoles a sábado a partir de las seis de la tarde, se puede pasar por El Mercado de Vino, comprar una de sus 300 etiquetas nacionales en la vinoteca del local y sentarse a disfrutarla. Como todo wine bar, también tiene opciones por copa que cambian todas las semanas y picadas clásicas con fiambres, dips y quesos. Lo que siempre se mantiene es la posibilidad de elegir entre un blanco y dos tintos (que casi siempre son o un Cabernet Sauvignon o un Malbec). Sabrina, la encargada del bar, le cuenta a Maleva: “El público de la zona viene o bien a tomar algo antes de comer o después de la cena, acompañado por algún queso, bien a la europea”.
 

2) Ser y Tiempo (GORRITI 5919): el más nuevo de todos, especializado en etiquetas nacionales boutique (QUE SE ACOMPAÑAN CON TAPAS)

10384059_418888288248937_6391441754832767112_n
El manifiesto de Ser y Tiempo, en Gorriti 5919, es encontrar un punto de encuentro genuino entre el productor y el degustador de vinos (después se podrán hacer otras elucubraciones sobre el mix explosivo que puede resultar del vino y un nombre tan heideggeriano). La carta ofrece etiquetas nacionales boutique y se aleja de las cadenas para que el que lo visita se pueda enamorar de una perlita desconocida mientras come algunas de sus tapas suculentas como el mini pastel de papas con cordero, o quizás una tabla preparada por su chef Matias Tuseddu. Además de haber degustaciones, ofrece vinos por copa que se beben en sus mesas bajas con sillones de cuero o en sus barras con banquetas altas. El plus: abrió a fines de agosto, así que el que lo visite pronto será el sofisticado portador de una primicia.
 

3) Pain et Vin (gorriti 5132): vinazos, BRUNCHS (Y pANES EXCEPCIONALES)

10466975_455233507947464_6754983785313506974_o
El más veterano de la lista, abrió recién en julio de 2013 en Gorriti 5132, todos los que lo visitan salen encantados por el ambiente acogedor y por su propuesta culinaria que incluye panes hechos con masa madre súper crocantes y esponjosos para llevarse a casa. Al frente está La dueña y sommelier Eleonora Jezzi,  quien recomienda con mucho criterio tintos y blancos premium, además de mostrarse híper amable para explicar de qué se trata cada ejemplar de los que ocupan su estantería posada sobre una pared de ladrillo a la vista. Entre brunchs, café de alta gama y sándwiches preparados por el chef y también dueño Ohad Weiner, no faltan las picadas para la tarde. Abre de 12 a 22 de martes a sábados y los domingos de 12 a 19.
 

 
4) Trova (honduras 5903): etiquetas que rotan todas las semanas y cocina mediterránea high class EN UN AMBIENTE MINIMALISTA

trova 06
La idea de Trova, que está abierto desde mayo en Honduras 5903, es proponer pasar buenos momentos, charlas, risas y anécdotas con el vino como compañero, tal como explica a Maleva Alejandro Verbitsky Russo, sommelier y dueño. Para que esto suceda, además de tener un espacio cálido y sobrio a la vez, el equipo del bar le da la bienvenida al visitante e inmediatamente se ocupa de recomendar el vino perfecto para el momento que éste quiera vivir. De sus 200 etiquetas, 25 se ofrecen por copa y se rotan cada semana, “así nunca se cansan de venir, probar y descubrir algo nuevo”, cuenta Verbitsky. El concepto por copa, por ahora, engancha más a los extranjeros que están acostumbrados y a los amantes del vino más experimentados, mientras el resto, si se sienta con más de una persona, prefiere ir por la botella entera. Verbitsky agrega: “Muchos llegan de casualidad o vienen a comer y empiezan a entender un poco más la idea, abren la cabeza a nuevos productos”.
La experiencia cierra con el moño de la cocina mediterránea elaborada con materia prima high class, con tapas que pueden ir de pinchos de langostinos y jamón de parma, a mejillones alioli a burrata, pasando por piadina de cordero. Para los meses de calorcito, prometen los balcones del primer piso.
 

5) M Salumería (el salvador 5777): vinos que son un hallazgo, los mejores quesos y salames, en un locALCITO íntimo – para sólo 25 personas – y encantador

antica salumeria 10
La nuevísima apertura de los mismos dueños de M Palermo, Bar du Marché y Club M Omakase, entre otros, es una de las más interesantes porque se ajusta a la noble y exacta definición de wine bar. Funciona sólo hasta las 9 de la noche, dejando en claro que el fin es pasarla bien entre las horas laborales y la cena, y llegar al primer plato relajados y con los corazones contentos. La atmósfera es intimista, no está pensado para más de 25 personas, y es una mezcla de viejo almacén palermitano, con heladera vintage y salames colgando, y reducto italiano. Se sirven vinos excelentes con algunos hallazgos excepcionales como por ejemplo los vinos de altura salteños de la bodega San Pedro de Yacochuya, con el sello de Michel Rolland. Algo que nos convenció mucho de este lugar es que van al grano con los mejores combos posibles para un wine bar: quesos y vinos, embutidos y vinos, panes italianos y vinos. No son un restaurante con platos sofisticados disfrazado de wine bar. Después de las nueve de la noche, el lugar se puede reservar para catas privadas a cargo de la sommelier Mariana Torta, la factótum del lugar.
Otras fotos: gentileza locales mencionados