Tiendas con objetos de diseño, librerías especializadas en editoriales independientes, cafés de lo más cancheros. Algunas galerías de arte de Buenos Aires se animaron a ir mucho más allá de las exposiciones. Atrás hay jóvenes gestores con ganas que lo superan todo y que en sus espacios quieren innovar con propuestas para todos los gustos. En esta nota les presento cuatro galerías que tienen una impronta e identidad que los diferencia en el mercado y que comparten el concepto de ser mucho más que una galería. Dispersos a lo largo de la Ciudad de Buenos Aires, invitan al espectador a ser parte de una experiencia diferente al que ofrecen las galerías del “main-stream”.
Seamos sinceros: son más las personas que andan en busca de un buen café que una obra de arte. Esto es algo que Gabriel Bitterman, director de Quimera, tuvo bien en claro a la hora de abrir su espacio, que se compone de un deli, una librería especializada en arte y una galería, que en los últimos años ha crecido sin parar. La vidriera de este local, ubicado en pleno Palermo Hollywood, está plagada de elementos que indican que esto no es sólo un restaurante, sino que hay mucho más por descubrir.
Si bien el sueño y la prioridad de Gabriel desde el comienzo era tener una galería de arte contemporáneo, quería generar un lugar que acercara a cualquier persona al arte de manera relajada y sin compromiso, creando un espacio con opciones para todos los gustos. “Busco despegar al arte de la idea de elitismo, creando un proyecto que eduque, amplíe, diversifique y le saque el miedo a la gente”, algo que pasa seguido, agrego yo, por lo cual encontrar una galería que siempre tenga las puertas abiertas y con un sinfín de posibilidades para quedarte horas explorando, es un oasis en medio del desierto.
En el deli de Quimera, Q Deli, todos los platos se preparan con una excelente materia prima. Y hay desde geniales ensaladas hasta sandwiches. Y también – atentos los apurados – trabajan con el sistema take away.
La muestra que se presenta hasta la semana que viene se llama “bosquejar, esbozar, proyectar” y cuenta con la curaduría de Javier Aparicio y Santiago Bengolea, que explica que esta no fue pensada como una muestra colectiva de dibujo, sino como un universo de obras que dialogan con un proyecto site-specific de dos artistas (no daré nombres, el anonimato es parte de la magia de esta exposición) que se despliega en el centro de la sala. Son más de cincuenta artistas, jóvenes, establecidos, emergentes, nacionales, internacionales, dibujantes, no dibujantes.
Humboldt 1981. Palermo Hollywood / www.quimeradelarte.com
Irana Douer es ilustradora, curadora y gestora. Su afán por conocer a artistas de todo el mundo, la llevó a empezar un proyecto on-line, que devino en revista, y que mostraba las obras que iba descubriendo. Durante años Ruby fue un proyecto virtual, sin espacio, aun así en 2011, cinco años después de haberse iniciado, publicó un libro que recopila de forma muy intuitiva a muchos artistas que formaron parte de esa primera etapa y que hoy ocupan un lugar de relevancia en el mundo del arte contemporáneo local e internacional. También logró ser seleccionada para arteBA, algo que la posicionó en el mapa, y le otorgó visibilidad. Cada vez que Ruby participa de la feria es un éxito de taquilla, lo que demuestra que Irana tiene un ojo infalible y sabe encontrar a artistas sólidos y talentosos, como supo hacer desde el comienzo.
Cuando finalmente se instaló en Colegiales, apartada del circuito tradicional, lo hizo como tienda, vendiendo libros, fanzines de editoriales independientes y establecidas, de diferentes partes del mundo, grabados y objetos intervenidos por artistas. Eso a la larga se fusionó con la idea de ser galería y así empezaron a producirse exhibiciones. Sin embargo hasta el día de hoy, las publicaciones son un elemento fundamental en la conformación de Ruby, manteniendo viva la esencia del proyecto.
Esta pequeña galería que se hizo a la inversa, dado que el espacio físico fue la última instancia, tiene impronta y un sello propio, y demuestra que aunque por momentos falten recursos, se puede crecer y permanecer. “Lo que nos motiva es ver que más hay, por eso mutamos constantemente” sostiene con absoluta seguridad Irana, abalada por Ornela Tarzia, quien la “acompaña en todas sus locuras”.
A partir de este viernes, si visitan Ruby, descubrirán la muestra de Geraldine Schwindt “Plato XXVI”
Cespedes 3065, Colegiales / http://www.galeriaruby.com.ar/
Sol Pochat se formó como artista plástica en Nueva York, y hace dos años decidió volver a su país, sin certezas ni proyectos. A principios de año, después de idas y vueltas, alquiló una antigua casa, con techos altos y ventanas grandes y tomó la decisión de abrir una galería, que llamó Hilo, y que se dedica a promover la carrera de pocos artistas, en su mayoría muy jóvenes como ella y proyectos de instalaciones, que juegan con el espacio y lo transforman por completo. Si bien tiene una pequeña trastienda, la comercialización de estas muestras es muy difícil.
Sin embargo Sol no se rinde, y por eso decidió ampliar el concepto, para que Hilo no fuera solo una sala de exhibición, sino que también albergara los estudios de sus artistas, ofreciendo una experiencia completa, donde uno no sólo va a ver una muestra, sino que también puede conocer los talleres de Samuel Lasso, Camila Lamarca y Carolina Zancolli, además del suyo propio. De esta manera no solo se solventan los gastos fijos, sino que se crea una pequeña comunidad entre los artistas.
Como elemento adicional cada exhibición se complementa con actividades en paralelo, desde charlas con artistas, talleres teóricos que duran sólo un día (el primero fue dictado por Fabiana Barreda), shows acústicos y un pequeño bar que abre para las inauguraciones y vende bebidas y comida casera.
A pesar de que Hilo recién empieza, nuevamente sin fondos, subsidios o mecenas, la energía de Sol es infinita y apuesta a promover proyectos poco habituales, y acompañando la carrera de artistas en pleno crecimiento.
Este sábado inaugura su quinta muestra “A un volcán no quieres verlo directamente a los ojos” del jovencísimo colombiano Samuel Lasso
Scalabrini Ortiz 1396 / http://www.hilogaleria.com/
4) BIG SUR Y SUS EXQUISITAS PUBLICACIONES / CARLOS CALVO 637 – SAN TELMO
Álvaro Cifuentes, director de Big Sur, me recibe un sábado a la tarde en su espacio en San Telmo, también apartada del circuito más tradicional, porque que la mayoría de las galerías que alguna vez se ubicaron allí, ya no están. Sin embargo San Telmo es un polo turístico y una de las zonas más emblemáticas de Buenos Aires, por lo que entrar a esta galería tiene ese no sé qué.
Big sur nació con el auge de las revistas en internet, y hoy, casi ocho años más tarde, es un proyecto de arte contemporáneo latinoamericano, con muchas vetas: galería, revista on-line y editorial que produce material, desde libros, afiches y fanzines, todo de una calidad envidiable, con contenido único y a la venta allí mismo, a precios muy accesibles.
Al igual que en el caso de Ruby, el espacio fue el último paso en el proceso de creación, y como bien explica Álvaro, no busca ser sólo una galería, sino que muy por el contrario es, “un proyecto integrado, con identidad, una propuesta de artes visuales, y no un negocio”, por lo que muchas veces acuden a mecenazgos o financiamiento externos para solventarse. Afirma que no cree en las Pymes del arte, sino que valora que Big Sur se mantenga en una escala humana, fácil de acceder, y oscilando entre el main-stream y la periferia.
Como elemento extra, hace varios años que eligen ir a ferias tanto de arte como de publicaciones, lo que les da la posibilidad de intercambiar contenido con gente de todo el mundo y hacerse conocer en ambos circuitos.
Big Sur, al igual que el resto de las galerías mencionadas, está en constante crecimiento, abierto a la posibilidad de transformarse, pero por sobre todo busca ser parte de la historia, acompañando a una generación, su generación, porque Cifuentes también es artista plástico y cineasta.
Una propuesta en el sur que vale la pena conocer por la riqueza de ofertas y contenido que tiene.
Carlos Calvo 637, San Telmo / www.big-sur.com.ar
Dentro del circuito tradicional, las galerías también están empezando a transformarse, como sucede por ejemplo con Praxis, un proyecto que tiene casi cuarenta años, y que sin embargo se anima a implementar la venta de arte por internet, a través de una plataforma on-line, algo poco habitual en Argentina, y con una tienda en la planta baja del espacio, dedicada al diseño.
Estos proyectos son algunos ejemplos que demuestran que el concepto de galería al que estamos acostumbrados está destinado a mutar: otorgando herramientas y opciones se logra que sean cada vez más las personas que se acerquen y se interesan por el arte. Es fundamental entender que los tiempos cambian, que el espectador se ha vuelto más demandante y que se puede ser plural y diverso, sin perder la identidad.