El arte urbano está en boga hace varios años, sin embargo no muchas personas conocen su historia. En nuestro país comenzó a desarrollarse después de la última dictadura, durante la década del 80, como una forma de destape cultural y emocional. Más tarde, durante la crisis de 2001 llegó a su clímax cuando la generación de artistas que vamos a conocer a continuación se animó a salir a las calles. Como leí en alguna parte “las paredes estaban al servicio” y se transformaron en una herramienta de expresión.
Esta vorágine cultural debe haber impactado a Jo Sharff y Marina Charles, dos jóvenes británicas que en 2009 decidieron darle vida a un proyecto único llamado Graffitimundo, respondiendo al inminente crecimiento del arte callejero en Buenos Aires y que entre muchas otras actividades y proyectos, ofrece visitas guiadas a turistas y argentinos, permitiendo que la gente pueda acercarse a estas obras que tantas veces ignoramos aunque éstas inundan (por suerte) las paredes de la ciudad.
«Para comprender de cerca esta tendencia, MALEVA decidió unirse al tour de Graffitmundo. Esa tarde de sábado soleado Cecilia y Sofía fueron nuestras guías, dos chicas cálidas y divertidas, cargadas de historias sobre cada uno de los murales que se topaban en nuestro camino.»
Para comprender de cerca esta tendencia, MALEVA decidió unirse al tour de Graffitmundo. Esa tarde de sábado soleado Cecilia y Sofía fueron nuestras guías, dos chicas cálidas y divertidas, cargadas de historias sobre cada uno de los murales que se topaban en nuestro camino. Desde el inicio (el recorrido comienza en Conde y Jorge Newbery) se notaba que eran habitués de las calles y que conocían de memoria a estas paredes ya que en cada parada alguien las saludaba y la recepción frente a nuestra presencia era muy positiva.
El recorrido dura tres horas pero pasa volando y uno no para de sorprenderse. Decidimos unirnos al tour de extranjeros para entender cómo ellos perciben a Buenos Aires. Jugar a ser turistas por un día, relajarnos y volver a enamorarnos de esta ciudad que tanto tiene para ofrecer.
A medida que caminábamos, notamos cómo se despertaba en nuestros compañeros un profundo interés por conocer la historia de nuestro país, todo gracias al arte de las paredes. No pararon de hacer preguntas sobre problemáticas políticas y sociales y sus caras ante nuestros relatos no se pueden describir con palabras.
Para no develar todo lo que este tour tiene para ofrecer decidimos seleccionar las cinco historias y artistas que más nos impactaron. Aquí van.
Jaz (Franco Fasoli) es escenógrafo, grafitero, muralista y uno de los máximos referentes de la escena del arte urbano, no solo en el país sino también en el exterior. Sus obras son ambiciosas e impactantes, el resultado de una profunda experimentación tanto en las técnicas como en las temáticas (basándose muchas veces en la historia y la cultura nacional). Este mural, que se encuentra en la Plaza Colegiales, es un homenaje a Teta y Salta, dos chicos del barrio que fueron víctimas del gatillo fácil. Cuando Franco comenzó a intervenir la pared, un vecino le contó que allí había habido otro mural que homenajeaba a los chicos, así es como Jaz decidió reivindicar esa historia y representarlos como toros
Santiago Spirito, a.k.a Cabaio, empezó a pintar las calles con un colectivo llamado Vomito Attack a partir de las crisis del 2001, con una mirada política. Hoy, a partir del esténcil, construye murales que son una verdadera explosión de colores, objetos y personajes de la cultura popular, el mundo del arte o la historia que se superpone entre si. Frente a ellos, uno no puede dejar de sorprenderse ante cada detalle. Actualmente está presentando una muestra individual en el nuevo espacio de Graffitimundo, Galería UNION (Carlos Calvo 736, San Telmo). Una excelente oportunidad para seguir conociendo a este singular artista.
«Santiago Spirito, a.k.a Cabaio, empezó a pintar las calles con un colectivo llamado Vomito Attack a partir de las crisis del 2001, con una mirada política. Hoy, a partir del esténcil, construye murales que son una verdadera explosión de colores, objetos y personajes de la cultura popular.»
Es habitual que los artistas urbanos trabajen en conjunto, respetándose y dialogando entre si. En ese sentido el arte callejero va en contra de otras disciplinas y rompe con el concepto de que el artista visual es solitario e individualista. Este mural se encuentra sobre una de las paredes de la terminal de la línea 176. Decenas de pintores han ocupado un espacio allí por lo que hay trabajos de todos los estilos (desde un mural pintado solo en blanco y negro hasta un retrato de Ricardo Fort, ¡la diversidad en infinita!). Con el paso del tiempo toda la zona ha sido abordada e incluso los vecinos han aprendido a valorar y piden que las fachadas de sus casas también sean intervenidas.
La historia detrás de este proyecto es divertida. El iniciador fue Jaz (mencionado anteriormente) quien tentando por la inmensa cantidad de paredes disponibles pidió permiso a la empresa para poder intervenirlas. La respuesta, a pesar de su infinita insistencia fue una y otra vez: no. Eventualmente Jaz realizó un primer mural y desató una locura, convirtiendo el terreno en una de las zonas con mayor concentración de trabajos.
«Pum Pum es de las únicas artistas mujeres que participan del arte callejero en Buenos Aires y que no podemos dejar de mencionar. Dueña de un estilo muy reconocible, sus obras están plagadas de personajes que remiten a su infancia, femeninas pero con un toque rockero»
Pum Pum y Nerf son dos de los artistas que dejaron su huella allí.
Pum Pum es de las únicas artistas mujeres que participan del arte callejero en Buenos Aires y que no podemos dejar de mencionar. Dueña de un estilo muy reconocible, sus obras están plagadas de personajes que remiten a su infancia, femeninas pero con un toque rockero. A diferencia de la mayoría ella trabaja con pincel y rodillo y no con aerosol.
Al igual que Cabaio, Stencil Land trabaja por medio de la técnica del esténcil y el aerosol. Toma imágenes ya existentes que resignifica y con ellas crea íconos llamativos y un tanto bizarros. Si bien no lo vimos, las chicas nos contaron que también trabaja con muchos símbolos y personajes que remiten a la historia de nuestro país. Frente a estas obras las interpretaciones son infinitas y por eso son tan atractivas. Juegan con el humor, la ironía y están plagadas de detalles exquisitos.
5) HOLLYWOOD IN CAMBODIA: UNA GALERÍA POCO ORTODOXA DE PALERMO DEDICADA DE LLENO AL ARTE CALLEJERO
Hollywood in Cambodia (H.I.C.) es la última parada en este recorrido, una galería relajada y poco ortodoxa de la zona de Palermo que nació en el año 2006 y que por supuesto se dedica de lleno al arte callejero. Las paredes de la terraza están abarrotadas de imágenes (creo que no falta nadie) y es el lugar ideal para dar cierre a una tarde divertida, relajarse y seguir conociendo a estos talentosos artistas. Para aquellos que quieran ir, HIC presenta muestras todos los meses y tiene una gran cantidad de obras accesibles y que valen la pena tener en cuenta.
LINK: http://graffitimundo.com/?