Pineral, una de las bebidas criollas – y más que centenaria – por excelencia
La Hesperidina – a base de cortezas de naranjas amargas – es de 1863, cuando en Buenos Aires empezaban a circular los primeros tranvías a caballo. El Amargo obrero – combinación de hierbas – era la bebida preferida de los anarquistas a principios del siglo pasado. En los salones tangueros en tiempos del primer peronismo, el trago más popular, el Fernet de hoy, era el Pineral, una mezcla de hierbas con vino, y la caña Legui – que es una destilación de caña de azúcar – era un clásico de las reuniones de amigos de los setenta y de los burreros (los aficionados a las carreras de caballos). Todas bebidas bien criollas que desde hace 40 años que languidecían en los estantes de madera gastada de bares – entre decadentes y sórdidos – que daban sus últimos suspiros. Por ejemplo: en 1970 se producieron alrededor de 300.000 botellas de Pineral, una década después, el diez por ciento.
Sin embargo y contra todo pronóstico estas bebidas resurgieron y se convirtieron en una de las opciones más cool de la coctelería. Son fetiche de los mejores bartenders y están en las barras más sofisticadas (hasta en el bar Galante de Londres, que es un éxito en la capital inglesa con tragos argentinos). Hoy se lucen en las vidrieras de las vinerías top, Amargo Obrero acaba de ser relanzada y Hesperidina y Pineral actualizaron su imagen de marca. ¿Qué pasó? 3 razones: el gusto por la estética y el consumo vintage que dispararon series como Madmen, las ganas de revisitar las raíces de los mejores barmans locales y que el cierre de las importaciones las convirtieron en una alternativa interesante de reemplazo. Maleva habló con tres popes de la coctelería – Tato Giovanonni, Federico Cuco y Matías Jurisich – para que recomienden los mejores tragos bien argentinos, macanudos, y las situaciones ideales para tomarlos.
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Recomendaciones criollas de Federico Cuco (al frente de Verne Cocktail Club, fundador del Museum of the Latin American Cocktail, ex head bartender de Darwin San Isidro y ex cantinero en jefe del restó Unik):
- Ferrocarril: Pineral, Hierroquina, vermú rojo y granadina.
- No Llores Carajo: grapa catamarqueña Carajo, Hesperidina, Cynar y jugo de pomelo.
- Carlos Pellegrini: caña Legui con lima (una caipiriña de Legui).
- Rusty Nail: whisky escocés con caña Legui.
- Uno bien criollo para hacer en casa: Hesperidina con jugo de naranja y tónica Cunnington.
Momento ideal para tomarse un trago criollo según Cuco:
“Son buenos tragos para tomar después de una buena comida y estar bien pipón.”
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Recomendaciones criollas de Renato «Tato» Giovannoni (owner de Florería Atlántico, ex jefe de barra el Gran Bar Danzón y Sucre, entre otras)
- Legui Sour: Hesperidina, caña Legui, media clara de huevo, jugo de naranja y jarabe de azúcar batido (colado en una copa chiquita de vino blanco).
- Transatlántico Fizz: whisky escocés, limón, Syrup, caña Legui, con clara de huevo y golpe de soda.
- Uno fácil: Pineral con gaseosa de pomelo.
Momento ideal para un trago criollo según Tato Giovannoni:
“claramente, antes del asado”.
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Recomendaciones criollas de Matías Jurisich (socio fundador del club del Vermut y encargado del Brit Pub de Rosario):
- Fresquito: Hesperidina, ginger ale, jugo de limón.
- Trifecta: caña Legui, Cinzano blanco, Ginebra.
- Jager Bomb Criollo: Pineral con Speed.
“Con amigos jugando al truco o viendo un partido de fútbol».
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Hace 60 años, «Amargo Obrero, con hielo y soda, el aperitivo de moda»:
Spot homenaje a la Hesperidina del Club del Vermut:
Publicidad de caña Legui de los años 70 con una pregunta que fue un hit: «¿Para qué le habrán puesto caballos?»: