Creó el proyecto Bellamente que tiene cientos de miles seguidores en las redes, escribió una novela y hasta dio una charla TED/¿Quién es y cómo piensa esta chica de 24 años que se propone dar vuelta todas las nociones clásicas (y tóxicas) sobre belleza? ¿Por qué asegura que los medios deberían ser menos contradictorios?/Además: flamante fundación en marcha/»Me emociona cuando la gente me cuenta cómo se transformó»
Candela tiene una misión y no para: no sólo es un fenómeno en las redes, sino que acaba de estrenar fundación y va por su segundo libro
«La belleza no tiene definición»: entrevista a Candela Yatche, referente (imparable) por la diversidad corporal. Por Delfina Carmona (texto y fotos).
Candela Yatche -flamante licenciada en psicología desde la semana pasada- es la fundadora de Bellamente, un proyecto social que abre diálogo buscando la aceptación de la diversidad corporal, pone temas en agenda y tiene un foco muy claro en el accionar. Con la premisa de “vivir y dejar vivir”, Bellamente propone darle protagonismo a la salud tanto mental como física y emocional.
El proyecto dio sus primeros pasos en 2018 como una cuenta de Instagram y de a poco se convirtió en un espacio de transformación social de otra índole con un equipo de mujeres que se abocaron a hacerlo crecer. En 2019, Bellamente pegó un salto: viajaron a 11 provincias de Argentina a dar capacitaciones y charlas para docentes, organizaron un festival, se hizo un desfile para mostrar una “pasarela sin esquemas”, dieron pie a iniciativas con pelucas oncológicas, lanzaron un podcast e impulsaron más acciones que les dieron otro vuelo. El año pasado, por el contexto pandémico, la comunidad virtual se fortaleció y crecieron hasta casi alcanzar los 200 mil seguidores. La novedad con la que estrenan este 2021 es que en enero salió la Fundación Bellamente; la idea es trabajar la problemática principalmente desde las áreas de investigación, comunicación y educación.
Con 24 años recién cumplidos y las ganas de siempre buscar más, Candela cuenta en su frasquito de logros con una novela de su autoría, la experiencia de ser oradora en una charla TEDx enfrente de 8 mil personas y la responsabilidad de ser una referente del activismo por la diversidad corporal. Candela respira su proyecto, surge de la inquietud de querer brindar “conocimiento a la calle” y animarse a trabajar en pos de un mundo más feliz, más sano, más bello. Conversó con MALEVA y compartió sus deseos para el individuo y para la sociedad.
«Hay días que soy re positiva pero hay días que me cuesta más. Porque, sí, Bellamente tiene 200 mil seguidores pero hay cuentas que tienen 3 millones y comparten tips para vomitar, a veces es frustrante…»
Sos activista de la diversidad corporal y fomentás una concepción súper saludable de uno mismo. ¿Cómo es tu propio proceso interno en estos temas?
Fue mutando mucho. Cuando arranqué el proyecto, hablaba mucho de la boca para afuera pero para adentro era un desastre. Hace 2 años decidí empezar a trabajar conmigo y ahí me empecé a encontrar con un montón de capas de resistencia, de presiones sociales, familiares, de amigues. Fue un proceso interno, muy paso a paso. Hoy en día siento que lo estético lo tengo re laburado. Por ejemplo, siempre usé lentes de contacto aunque me incomodaban hasta que tomé la decisión de empezar a mostrarme en anteojos. Nadie es gurú de nada, igual. Estamos todes aprendiendo.
Hay una línea finita entre querer cuidar el cuerpo por mandato social a querer cuidarte desde la concepción de lo saludable. ¿Cómo trabajás esa idea?
Repensemos qué es lo saludable, redefinamos que es ‘cuidarse’. Tenemos tanta información todo el tiempo que se mezcla cualquier cosa. Hay gente que me pregunta ‘¿pero vos estás fomentando la obesidad?’ y no, nunca menos. Hacer deporte, comer sano, todo es parte del cuidado. Lo que pasa es que vivimos en una sociedad que sólo cuidamos lo físico y no lo emocional y lo mental. Tenemos que poner el foco en entender la salud de forma integral. Bellamente es poder cuidarte en todo sentido, pero cuidarte en serio, no para bajar de peso, para entrar en un vestido para una fiesta, para ‘llegar al verano’.
Bellamente es un proyecto muy conectado con el hacer: desde el principio encararon el cambio social con distintas iniciativas. ¿Hacer es una prioridad desde siempre? ¿Dónde está el foco de la acción?
Para mí el accionar es clave porque la queja verbal queda corta. No está mal quejarse, pero después tenes que pasar a la acción porque si no, no tiene sentido. Es necesario hacer algo concreto y no quedarse en lo negativo. La primera acción fueron capacitaciones para adolescentes, era lo fundamental. Después se fueron haciendo los festivales, desfiles, charlas más grandes, el podcast. Ahora estamos en un contexto complicado y se mudó todo más a lo virtual.
La pandemia puede haber sido una pausa en cuanto a los eventos presenciales, pero también sirvió a que crezca la comunidad virtual. Estás por alcanzar los 200 mil seguidores -, casi tres canchas de River completas -: un asset increíble para poner temas en agenda.
Eso es zarpado, no soy consciente. Estoy desesperada de amor con cómo cada persona que nos sigue después va y activa algún cambio en su vida, me mandan muchos mensajes contando esto. Se expande más allá de las personas que me siguen. Para mí eso es lo más lindo.
«Repensemos qué es lo saludable, redefinamos que es ‘cuidarse’. Tenemos tanta información todo el tiempo que se mezcla cualquier cosa. Hay gente que me pregunta ‘¿pero vos estás fomentando la obesidad?’ y no, nunca menos. Hacer deporte, comer sano, todo es parte del cuidado. Lo que pasa es que vivimos en una sociedad que sólo cuidamos lo físico y no lo emocional y lo mental…»
Hay una retroalimentación muy activa de parte de tus seguidores que comparten con el hashtag “antibellamente” o movidas positivas a resaltar. ¿Vos impulsaste eso o tomó fuerza naturalmente porque la gente también tiene ganas de hablar del tema?
Se fue dando. Es increíble porque #antibellamente era un hashtag que empecé a usar para detectar distintas cosas en la cotidianidad y compartirlas. De la nada, absolutamente todos los días, distintas personas mandan: “Mirá, esto es re antibellamente”. Permite un ojo crítico, es increíble que genere eso. Me hace darme cuenta que hay cosas que van cambiando: si ya hay algo distinto en cómo percibis las cosas, está habiendo un cambio en la realidad.
A finales de 2019 publicaste la novela Bellamente. ¿Qué impacto tuvo?
La idea de la novela era poder generar un personaje con el que muchos adolescentes se identifiquen y puedan entender los temas a partir de esa identificación. Las repercusiones fueron súper positivas. Muchas madres la leyeron para atender a sus hijas. Personas de 30 me comentaban que si la hubieran tenido en sus manos a los 15, todo hubiera sido muy distinto. El impacto fue potente. Y se viene el segundo libro… pero no puedo adelantar más.
¿Un deseo que tengas para el individuo?
Para mí la clave es vivir y dejar vivir. Poder liberarse de todas esas capas de presiones que tenemos y también poder liberárselas a los demás. Respetarse a uno y respetar al otro. Entender que no es solo individual, que también tenemos la mirada ajena, que vivimos en una cultura y todos esos estímulos nos afectan de cierta manera. Es bueno poder laburar en esa doble vertiente. Trabajar con los mandatos que uno tiene por su contexto y no reproducirlos. No podemos quedarnos solo con el ‘amate’, ‘aceptate’.
¿Qué pueden hacer los medios para empezar a ayudar con toda esta concientización?
Los medios deberían cuidarse con lo que fomentan en cuanto a conducta de dietantes y en las presiones e insatisfacciones que generan con el cuerpo. No puede ser un titular de una noticia el cuerpo de una persona.
Hay un abanico enorme de problemáticas sociales hoy por las que trabajar. Vos ponés el foco principalmente en la diversidad corporal: ¿por qué esa elección?
A nivel país hay muchos movimientos re copados hablando de diversidad sexual e identidad, pero muy poco movimiento que realmente luche por la diversidad corporal. El tema está en agenda pero no es profundo. Es importante acá porque somos el segundo país con más casos de anorexia y bulimia del mundo. Hay consecuencias graves por naturalizar estar mal con el cuerpo de uno.
«Para mí habría que arrancar por que no haya tanta contradicción en los mismos portales. Me pasó que medios masivos pongan una nota mía y acto seguido, cuatro mil notas que hablaban de cuerpos de pibas y de la ‘dieta del milenaria del girasol’. Tiene que haber un cuidado de la salud mental del otro lado. Salud mental, emocional y física en general…»
¿Qué mensaje esperanzador tenés en cuanto a la idea optimista de ‘cambiar la cultura’?
Que sí, que se puede… pero se puede si se quiere. Y hay un montón de factores que no quieren. Vivimos en un mundo capitalista y todo esos cambios cuestan mucho más porque hay intereses de por medio.
Dijiste antes que el accionar es fundamental, pero hay toda una escuela de la comunicación que plantea que las palabras también son acciones. ¿Creés en la potencia del diálogo como herramienta de transformación?
Sí, re. ¿Pero el diálogo de quienes? Porque creo que Bellamente también es una burbuja. Esto me lo enseñó Brenda Amato – activista por la diversidad corporal, modelo plus size -, un día me dijo: “No hay que activar siempre en la misma pecera” y desde ahí lo pienso mucho. ¿Cómo hacer para sumar más gente a la pecera? O ¿cómo hacer acciones en la pecera y afuera de la pecera?
En su web hay stickers para descargar con mensajes que ayudan a hacer el cambio de chip y una de las frases es “Cada uno es influencer de su entorno”. ¿Le das valor a esas conversaciones cotidianas?
Sí. Debo confesar que me la dijo mi madre. No importa con cuántas personas hables, lo importante es conversarlo. Por ejemplo, yo charlo mucho de esto con mi abuela: se deconstruyó mucho conmigo porque venía de un contexto muy machista. Ahora habla con sus amigas con otra mentalidad. Ahí llegó a lugares a los que yo no tenía acceso.
Seguro toda tu familia vivió también este proceso de cambio tuyo. ¿Cómo te influye a vos el proyecto en tus relaciones privadas?
La verdad es que me re bancan, pero al principio me costó. Todas las personas que me rodean también tuvieron que aceptar a otra Candela, porque cambié mucho, no es que siempre pensé así. Fue un proceso familiar. Vengo de un contexto pesado en cuanto a presiones. Son contextos que es mucho más difícil salir del molde, todo es un copy paste.
¿Qué es lo más lindo que te pasó hasta ahora con Bellamente?
Las historias de personas con nombre y apellido, me emociona un montón que me cuenten cómo se transformaron internamente a partir de Bellamente. Me conecta con el verdadero propósito de todo y no siempre con el hacer, hacer, hacer, hacer.
Si la tenés que definir: ¿qué es la belleza para vos?
Qué difícil, esta pregunta me la hicieron mucho pero hoy en día es una respuesta muy distinta. Hoy no sé qué es la belleza. Para mí, una persona bella no tiene nada que ver con estar cerca o no de un estándar de belleza hegemónico, de esa construcción social; tiene que ver más con su personalidad, su actitud, su carisma. La belleza no tiene definición para mí.