Considerado un ícono absoluto del urbanismo, el arquitecto danés Jan Gehl, autor de libros emblemáticos de su disciplina tales como Ciudades para la gente y La humanización del Espacio Urbano, pasó por Buenos Aires en el marco de la XV Bienal de Arquitectura de la ciudad. Maleva tuvo la oportunidad de charlar con él, quien entre otros hitos en su carrera, convenció a los neoyorkinos que en Times Square no tenían que circular más autos (¡diciéndoles que sólo iba a ser un experimento pasajero). Durante la entrevista nos contó cómo comenzó a relacionar el espacio con las personas, cuál es su ciudad predilecta, en dónde viviría si no pudiese hacerlo en Copenhague y qué piensa de ciudades gigantes como Buenos Aires.
Hace años que en nuestro país se viene hablando de mejorar los espacios públicos, de crear ciudades más amables para la gente, de promover el encuentro y del uso sostenido de la bicicleta. Pero no inventamos nada. 50 años atrás, el arquitecto y urbanista Jan Gehl junto a su mujer psicóloga, empezaron a observar el comportamiento de las personas en las ciudades, sus patrones de conducta y su manera de apropiarse del entorno. Es así como emprendieron un largo camino hacia la humanización del espacio y desarrollaron un método de análisis que es aplicable a cualquier ciudad del mundo.
¿Cuando empezaste a relacionar el urbanismo con la gente?
Fue un proceso que tiene mucho que ver conmigo siendo un arquitecto joven y con mi esposa siendo una psicóloga joven. Teníamos dos puntos de vista completamente diferentes y nuestros mundos eran completamente diferentes. Entonces empezamos a cuestionar porqué los arquitectos tenían un mundo por acá y los psicólogos y sociólogos tenían otro por allá. Nosotros no sabíamos nada de ellos y ellos no sabían nada de nosotros. ¡Hasta nos criticábamos! “¿Qué están haciendo? ¡Están locos!” Poco a poco, empezamos el diálogo y después aplique para una beca en Italia, en donde nos asentamos y empezamos a estudiar como se movía y comportaba la gente allí.
«¡No es un chiste que sean 15 millones de habitantes aquí en Buenos Aires! Mi ideal de ciudad es Venecia. Venecia esta dividida en 7 barrios y cada uno tiene una plaza en el medio en donde la gente se encuentra.»
¿Qué factor común encontrás en las personas alrededor del mundo?
Somos la misma especie, tenemos la misma biología. Todos tenemos dos piernas, dos brazos, dos orejas, los mismos sentidos, nos movemos de la misma manera, todas estas cosas se basan en nuestra especie: homosapiens. Somos animales que caminan, solo nos ponemos un poco de ropa arriba, temporariamente. Pero hemos evolucionado en un animal que camina y ese es el mismo animal que esta en Groenlandia, en Nueva Zelanda o acá.
¿Que opinás de metrópolis como Buenos Aires, crees que deberían seguir creciendo? Como crees que deberían crecer?
Estas ciudades van a crecer. Eso es imposible de parar. Pero realmente creo, que tienen que ser subdivididas en barrios o vecindades. Así, la gente puede tener barrios a su escala con los que relacionarse. No es un chiste que sean 15 millones de habitantes aquí. Mi ideal de ciudad es Venecia. Venecia esta dividida en 7 barrios y cada uno tiene una plaza en el medio en donde la gente se encuentra. Vienen haciendo eso hace mil años. Esto significa que el universo de la persona tiene un corazón, que es la plaza. La gente se relaciona mejor con sus barrios que con grandes ciudades. Realmente creo que en Buenos Aires deberían hacer a los barrios más fuertes.
«Creo que Melbourne es un muy buen lugar para vivir. Es una ciudad en Australia, una ciudad colonial con calles muy anchas, en donde tenían la oportunidad de convertirse en una ciudad de calidad y lo hicieron. Hay otra ciudad en Australia que se llama Perth, que se está convirtiendo en otro milagro.»
¿Tuviste tiempo de recorrer nuestra ciudad?
¡No tuve mucho tiempo la verdad! Pero observé la congestión de autos y de personas en el centro, dignas de ciudades de esta escala. Creo que el ensanche de veredas, la peatonalización del centro porteño y las bicisendas ayudan a construir una ciudad más sana y sustentable.
¿En que ciudad vivirías aparte de Copenhague en donde tu nieta ahora puede ir caminando sola al colegio?
Creo que Melbourne es un muy buen lugar. Es una ciudad en Australia, una ciudad colonial con calles muy anchas, en donde tenían la oportunidad de convertirse en una ciudad de calidad y lo hicieron. Hay otra ciudad en Australia que se llama Perth, que no es tan publicitada pero que está creciendo y se está convirtiendo en otro milagro como Melbourne.
«Observé la congestión de autos y de personas en el centro porteño, dignas de ciudades de esta escala. Creo que el ensanche de veredas, la peatonalización del centro porteño y las bicisendas ayudan a construir una ciudad más sana y sustentable.»
¿Como alentarías a la gente y a los gobernantes a apropiarse del espacio público?
Yo diría que yo fui bastante exitoso en llegar a un gran número de personas con otra manera de pensar. No tengo más ambiciones. Pueden leer mis libros y pueden inspirarse por una cosa o por la otra. Tenemos que copiar los mejores casos, no copiar los peores y de esa manera vamos a estar bien encaminados.