JALEA: LA FIESTA DE – TODOS – LOS ESTÍMULOS AL LADO DEL RÍO EN MARTÍNEZ

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Uno de los ingredientes de esta jalea son las bandas en vivo, con mucha onda

 
¿Cuándo? Dos miércoles – mínimo – por mes (pero mejor consultar)
 

JALEA: LA FIESTA DE – TODOS – LOS ESTÍMULOS AL LADO DEL RÍO EN MARTÍNEZ. POR MARÍA PAZ MOLTEDO. PH: MELI SOTO.

¿Qué pasa cuando el arte, la música y la fiesta se mezclan? Nace JALEA. Una deliciosa combinación que puede degustarse muchos miércoles al año, a orillas de Alvear y el río en Kite Beach (Martinez). Es casi un bautismo necesario e inevitable. Cortar la semana con una buena dosis de sensaciones que nos renueven el espíritu, y nos inviten a dar vuelta la rutina. Desde 2012, Nacho Aranda Morea y su hermano, Emilio, tuvieron una gran idea: fusionar sus ganas de hacer con sus ganas de dar. Darle un recreo a la semana, para que podamos respirar y empaparnos de fotos, bellas artes urbanas, live art, audiovisuales, diseño, bandas, tattoo, radio, moda y sorpresas. Abierto de 9 pm a 3 am, y apto para paladares exigentes, deseosos de vivir un recreo entre semana, con múltiples estímulos en simultáneo.
Los ingredientes de JALEA se mezclan todos al mismo tiempo, sin mucho orden ni preparaciones rigurosas; a las 21 horas abre sus puertas y ya hay gente esperando para entrar, con el pelo moviéndose al ritmo del vaivén del viento que sopla cerca del río. A partir de ahí, los invitados reciben una bendición: tragos, cerveza y finger food, mientras suena una música chill como para empezar a olvidarse de lo que pasó en el día y entrar en clima jaleense. Una vez adentro, pueden encontrarse con muchas cosas distintas: en un rincón, Circe Iglesias, tatúa unas letras sobre la espalda de un chico. Una vez, uno llegó y vio que había tatuajes en vivo y se decidió a tacharse por fin el nombre de la ex novia, con un nuevo dibujo. En JALEA cada uno hace lo que quiere. Y sus creadores también. Por eso, una vez que invitaron a Maia Astrid Croizet a instalar su exposición de fotos de muscle cars tomadas en autódromos de Buenos Aires, Los Ángeles y México, llenaron el jardín con Chevys y Torinos de amigos. Cuando la banda que tocaba terminó, apagaron todas las luces y arrancaron todos los autos al mismo tiempo, en una danza motorizada.
 

«Desde 2012, Nacho Aranda Morea y su hermano, Emilio, tuvieron una gran idea: fusionar sus ganas de hacer con sus ganas de dar. Darle un recreo a la semana, para que podamos respirar y empaparnos de fotos, bellas artes urbanas, live art, audiovisuales, diseño, bandas, tattoo, radio, moda y sorpresas.»

 

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En el altillo de madera de Kite Beach están las muestras de arte

 
El itinerario de este viaje nocturno, sigue en el segundo piso de Kite Beach. Subiendo unas escaleras, abundan colores y texturas expuestas en un altillo de madera. Algunos artistas que exponen están consagrados hace mucho tiempo, otros, recién se animan a mostrar lo que hacen. Pasaron por ese living Martín Ron haciendo live art, Diego Roa, Proyecto Villa, Stephanie Blicher. Hubo muestras de Instagram y bailarines de Hip Hop haciendo lo suyo. El miércoles 23 de abril, mujeres artistas en pleno proceso de investigación y descubrimientos, volcaron a través de colores, formas, materia, historias y mundos, todo su arte: Amalia Gómez, Lorena Fiumana, María B. López De Carlo,Yamila Casabene, Sofía Pollán, Carolina Caridi, Lucía López Flores, María Langevin, Circe Iglesias, Yasmín Julio Farjat, Elsa Durand y Vera Loli Vila. Entre todas sus obras, se destacaban mujeres desnudas con cabezas de tigres, fotolitografías relacionadas a la cultura del yoga y collages digitales psicodélicos.
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Creaciones en vivo, con la brisa del río presente

 
Después de dar unas vueltas alrededor de las obras, charlar, chocar copas, reír, y hasta besarse en un balcón al río, la gente empieza a mirarse con cara de incógnita. En el aire se siente que algo está por pasar. Y es en ese momento cuando todos bajan las escaleras, y se encuentran con una banda en el escenario. Al tiempo que Bioma Radio transmite todo el evento online en vivo, siempre abre un grupo tipo soporte, para dar lugar a la banda principal. Por esas tablas pasaron Dietrich, Yataians, Mompox, Nairobi, Pommez Internacional, Agrupación Pazion, Ese Perro, Las Kellies, Mahatma Dandys, Lo Pibitos, Miscellaneous y otras bandas independientes de la escena local. Algunos las escuchan desde el jardín, mirando el río y las luces del horizonte. Otros, más grouppies, están frente al escenario cantando y bailando.
Para cerrar esta delicia de estímulos y que la algarabía crezca, un DJ siempre se encarga de encauzar todos los ingredientes en una verdadera fiesta final. Quienes solo buscan arte y música se van conformes; quienes quieren celebrar lo vivido, se quedan bailando hasta las 2 ó 3 am con el set de Panchi Grimaldi.
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La cronista de Maleva y las obras en Jalea

 

 «Un DJ siempre se encarga de encauzar todos los ingredientes en una verdadera fiesta final. Quienes solo buscan arte y música se van conformes; quienes quieren celebrar lo vivido, se quedan bailando hasta las 2 ó 3 am»

 
Los inventores de toda esta mezcla son dos hermanos que dejaron su mundo institucional de agencias de publicidad y empresas, con rutinas y horarios establecidos para encontrar una nueva forma de vivir y divertirse. “No había muchas fiestas que nos gustaran, por eso decidimos hacer una fiesta a la que nos gustaría ir”, explica Nacho, uno de los creadores, que se sentó junto a MALEVA una noche de domingo frente al Planetario para contar la cocina de esta JALEA.
 
¿Cuál fue la fórmula que los llevó a crear este evento?
Como yo había trabajado siempre en empresas en el área de marketing y mi hermano en agencias de publicidad, lo trabajamos desde ese lugar; armamos un brief, y pensamos qué queríamos comunicar, quién era nuestro target, cómo se iba a llamar. Pensamos en JALEA, y a mí no me gustaba mucho al principio, pero lo decís dos veces y te empieza a gustar. Y después le agregamos la bajada “art-music-fest”, porque estimulamos a la gente con exposiciones de todo tipo, después los invitamos a ver bandas independientes y cerramos con la fiesta, que es lo que envuelve todo al final.
¿Qué pasó en la primera que hicieron?
Lo primero que dijimos fue “no perdamos plata”, y ganamos 50 pesos cada uno. Pero no nos importó, solo queríamos que todo salga bien, así que invitamos a artistas y gente que consume arte; pensamos, vamos a darle a esta gente una experiencia increíble. Para mí hoy en día los líderes de opinión entre la juventud son los artistas, por eso convocamos a esa gente, pensando en que si a ellos les gustaba lo que estábamos haciendo íbamos por buen camino. Y a todos les gustó. Apuntamos a gente que valora llevarse una experiencia memorable, en lugar de ir a un boliche cualquiera o a un after office; para mí está bueno eso, pero yo prefiero a gente que tiene otro paladar, y es más exigente.
¿Y cómo vivís vos el evento cuando estás ahí?
Lo vivo bastante estresado pero es normal en mí, yo disfruto corriendo de acá para allá, me vuelvo loco cuando pasa algo que no puedo controlar, como un cable que no funciona o algo así. Lo vivo estresado pero divirtiéndome; soy un anfitrión, como una mamá cuando hace una comida en su casa. Pero cuando veo que todo está bien y la gente está disfrutando, ahí digo bueno, ya me puedo relajar.
 
¿Cuál es el manifiesto detrás de JALEA?
Nosotros aspiramos a vivir de lo que nos gusta, y queremos que toda la gente se anime a hacer eso que le gusta, que se atreva a perder el miedo de llamarse artista; muchas veces vienen artistas súper consagrados pero hay otros que tal vez no se animan a mostrar lo que hacen, y una vez que muestran lo suyo con nosotros después terminan viviendo de eso. Por eso, nuestro espíritu es animar a nuestra generación a hacer lo que quiere. Hacemos lo que queremos. Ese es nuestro espíritu.
 

 
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