"HAY QUE CONECTARSE CON LO QUE UNO ES": MILAGROS SCHMOLL


Milagros, modelo top, estudiante de cine y futura estudiante de filosofía
 

«HAY QUE CONECTARSE CON LO QUE UNO ES, SIN IMPORTAR QUÉ ESTA DE MODA»: Milagros Schmoll. Por Cecilia Di Genaro.

Tiene una estética ligeramente andrógina, mezcla alemana –por parte de su padre- e italiana –por parte de su madre- y 1,78 metros de pura personalidad, que le permitieron a los 16 años tomarse un avión a Europa para transformarse en una de las caras más solicitadas de los diseñadores internacionales de alto pedigrí. Sigamos: el pelo color fuego y una mirada felina rodeada de pecas que ya es marca registrada en la tapa de todas las revistas de moda habidas y por haber. La séptima de 10 hermanos, le dijo adiós a su casa materna en el barrio de Caballito hace casi una década y, desde entonces, vive en un universo único y distinto al de cualquier mortal. Se mueve como pez en el agua en las pasarelas de Nueva York, Londres y París; posando para los mejores fotógrafos mundo y cosechando amigos de la talla de Jean Paul Gaultier. Desde París habló con Maleva y mostró su lado más auténtico.
Volvés de tu trabajo en alguna pasarela parisina o sesión de fotos para una gráfica que más tarde saldrá publicada en todo el planeta. Llegás a tu departamento y tu vida debe ser más parecida a la de cualquier chica de tu edad. ¿Cómo es la intimidad cuando no hay maquillaje, luces, ni fashion victims midiendo cada uno de tus pasos?
Cuando llego a mi casa, lo primero que hago es jugar un rato con mi perro Batman. Tiene sólo seis meses y es lo único que quiero hacer apenas cruzo la puerta. Después, escribo en mi blog, leo mails, hablo con mi familia y luego, como soy bastante disciplinada, estudio y practico los guiones que tengo para la clase del día siguiente. A la noche siempre trato de salir a cenar con alguna amiga para desconectar.
Habías dicho que te interesaba la carrera de actriz y que ya habías estado hablando con Pedro Almodóvar tras bambalinas en un desfile. ¿Ya concretaste eso también?
Concreté mi decisión de empezar a formarme. Estoy estudiando cine en New York Film Academy en La Femis en París. Es una gran experiencia. Curso casi todo el día, de lunes a viernes y al mismo tiempo trabajo. Estoy muy entusiasmada.

A Mili le gusta perderse por París, una flaneur, como dirían los franceses
 
¿Qué cosas descubriste de vos misma a través de tu profesión?
Esa es la clave del disfrute con la actuación, que uno conoce más de sí mismo. No sé si con la moda se ponen en juego esas cosas. El ejercicio de ponerte en la piel de un personaje te lleva a lugares desconocidos que ni sabías que tenías adentro y que podías explorar. Estoy en ese proceso.
Trabajaste en cine, en la película The september issue ¿Qué recordás de esa experiencia?
Me encantó estar ahí, vibrar el cine desde adentro. Lo más emocionante fue cuando Gaultier (Jean Paul) me pidió que por favor estuviera el día del fitting (momento de ajustar cada detalle en las prendas de cada modelo) y sin dudar dije que sí.
 

«Esa es la clave del disfrute con la actuación, que uno conoce más de sí mismo. No sé si con la moda se ponen en juego esas cosas. El ejercicio de ponerte en la piel de un personaje te lleva a lugares desconocidos que ni sabías que tenías adentro y que podías explorar. Estoy en ese proceso.»

 
Tu amistad con Gaultier es un dato excéntrico. Contanos una anécdota con él
Hace un par de años decidió que para uno de sus desfiles íbamos a tener que salir a la pasarela con animales. Me dijo: “Milagros, te tengo que presentar a tu mascota para el show». Llegamos a una habitación donde me esperaba un gato de raza Sphynx, súper exótico. Y pensé: tengo que caminar con el Sphynx en brazos, con tacos altísimos, más música, gente, flashes. Finalmente mi gato fue el que mejor se portó. Un búho intentó volarse del brazo de una modelo y un perro gigante ¡se fue al público! Fue inolvidable. Más allá de eso, mi amistad con Jean Paul se basa en que siempre me demuestra que se siente muy cómodo trabajando conmigo, que lo inspiro y eso para mí a es un honor.  
Con tu blog te convertiste en cronista ¿Te gustaría escribir un libro contando lo que nadie sabe del universo fashion?
Quizás pienso escribir un libro, pero no sobre el mundo de la moda sino de mi vida junto al mundo de la moda. En mi blog comparto cómo vivo mi vida en este trabajo en el que ya llevo 10 años. Tiene que ver con el hecho de poder compartir mi cotidianeidad con la gente de mi país. En el libro contaría mis experiencias más especiales y únicas.
¿Cómo es trabajar con Mario Testino, uno de los fotógrafos más reconocidos del mundo?
Es un gran fotógrafo pero además su personalidad lo hace inconfundible. Es un hombre seguro, que sabe de antemano cómo plasmar lo que ve de cada uno. A mí una vez me aconsejó cortarme el pelo y no lo dudé ni un segundo.

Milagros Schmoll está súper acostumbrada a posar para las marcas y las revistas más importantes
 
¿Cuál es la mejor parte de vivir dedicada a la moda y cuál es la peor parte?
El mundo de la moda me dio las puertas de independizarme muy joven, de recorrer el mundo y convertirme en la mujer que soy hoy en día. La parte dura de este trabajo es vivir lejos de mis seres queridos y no poder tener una rutina estable.
 

«Mi amistad con Jean Paul se basa en que siempre me demuestra que se siente muy cómodo trabajando conmigo, que lo inspiro y eso para mí a es un honor.»

 
Para aportar algo de rutina fija dijiste que ibas a empezar a estudiar filosofía en La Sorbona ¿Sigue en pie ese proyecto?
Sí. Por el momento sigo perfeccionando mi francés, pero estudiar filosofía es un gran anhelo que tengo y seguro que lo voy a concretar apenas esté más segura con el idioma y encuentre cómo acomodar todo lo que tengo que hacer. Me gusta mucho leer a Sartre, Platon, Socrates y Emmanuel Kant.

Trailer de «The September Issue»:


 
¿Qué temas de la filosofía son los que más te atrapan?
Me apasionan las relacionas humanas, los cambios que atraviesan a las personas, el amor, la profundidad del ser.

Su pelo color fuego y su mirada ya son una marca registrada
 
Y cuando no tenés ganas de pensar en nada y relajarte, ¿cómo es una noche tuya en esas ciudades increíbles?
Nunca tengo el deseo de querer olvidarme todo. Por suerte, ya aprendí a separar y procesar las cosas a su debido momento sin volverme loca. Pero volviendo a la pregunta, para pasarla bien, me gusta estar con mis amigos tomando algo en un bar. Ese es el plan perfecto. En París me gusta perderme por las calles, aunque siempre termino en los mismos bares: Café de Flore, Societé y Hotel Plaza. En New York voy siempre a Mercer Kitchen.
 

«Estudiar filosofía es un gran anhelo que tengo y seguro que lo voy a concretar apenas esté más segura con el idioma y encuentre cómo acomodar todo lo que tengo que hacer. Me gusta mucho leer a Sartre, Platon, Socrates y Emmanuel Kant.»

 
Si tuvieras que dar un consejo, ¿cómo se construye un estilo propio?
Siendo fiel a vos mismo, conociendo tu cuerpo y tus gustos, sin ser esclava de lo que te dicen las revistas. Hay que conectarse con lo que uno es y ver con qué te sentís cómoda, sin importar lo que “está de moda”. A partir de ahí, hay que jugar con la creatividad y la imaginación. Cuando lográs eso, tenés estilo.
¿Cuánto de ego hay en una modelo?
No podría hablar sobre todas las modelos. Personalmente me tomo un tiempo para separar lo que es el trabajo de lo que es la vida real. Entiendo que la belleza y la sensualidad son cosas subjetivas y que en la vida hay cosas mucho más importantes que si me miran, me sacan fotos, me prestan atención o no. En definitiva, todos soñamos con lo mismo: ser felices.
 
fotos: gentileza Milagros Schmoll