Para los que por elección o necesidad nos quedamos este verano, a no desesperar, porque Buenos Aires está repleta de ofertas culturales. Enero no es un mes olvidado, sino que por el contrario, muchos apuestan y continúan sus programaciones. 2017 será un año de mucha actividad para el mundo del arte local, así que empiecen a recorrer. Esta vez en MALEVA nos enfocamos en los museos y recomendamos cinco muestras que no pueden dejar de visitar, incluida una del genio del cubismo, Pablo Picasso.
El MALBA continúa con la impecable exposición dedicada a Alicia Penalba, una de las artistas más destacadas del siglo pasado y una maestra de la escultura, que lamentablemente y a pesar de haber tenido reconocimiento en todo el mundo, nunca fue lo suficientemente valorada en nuestro país. Y como bien dice el dicho «nadie es profeta en su tierra». Penalba lo tendría que haber sido. Lo bueno es que por fin, y bajo la curaduría de Victoria Giraudo, se ha dado a conocer una gran cantidad de sus trabajos, además de acercarnos a su carrera y vida por medio de un documental y catálogo que narran su compleja juventud, su salida del país y su proceso de escape y sanación por medio del arte. Se presentan también dibujos, porcelanas, joyas, tapices, fotos y documentos que nos introducen aún más en su universo. Tres monumentales tótems reciben al público en la explanada del museo, y permiten comprender el enorme talento de Penalba, su entendimiento de las formas y la habilidad para dominar los materiales, como pocos artistas de su generación.
Los maestros se han unidos en el Museo de Arte Moderno para celebrar sus 60 años. Durante todo el verano podrán ir a ver las exposiciones que presentan a dos de los grandes de la modernidad nacional e internacional.
«Más allá de la semejanza» de Pablo Picasso trata de una colección de dibujos, pertenecientes al Musée National Picasso-Paris y es la primera exposición que se lleva a cabo en Argentina dedicada a este tipo de obras del artista. Aquí se presentan desde piezas tempranas hasta sus últimas creaciones, un año antes de su fallecimiento, que demuestran el amor y la obsesión que Picasso tenía por el dibujo, y posicionan a está técnica como fuente creadora.
Por otro lado la muestra de Antonio Berni, Revelaciones sobre papel 1922-1981, curada por Marcelo Pacheco, es una de las más completas que se han presentando de este artista en los últimos años, reuniendo 222 dibujos nunca antes vistos (se dice que pertenecen a una familia que encontró 400 durante una mudanza), que atraviesan su carrera, exponiendo la eterna pasión, destreza y crudeza de Berni desde otro ángulo. Aquí podrán ver obras eróticas, retratos a pedido, dibujos políticos de los años 60 y 70 –desde las guerras de Vietnam y Corea hasta las dictaduras argentinas- bocetos para sus pinturas, grabados, murales y estudios de trabajos desconocidos. Todo está volcado en estos papeles, que parecen un eterno diario personal. Si ya amaban a Berni el sentimiento se intensificará y sino aprovechen para conocerlo.
El museo de los mundos imaginarios que fue originalmente presentada en el MAR (Museo de arte contemporáneo de Mar del Plata) en 2014, aterriza en Buenos Aires con una versión más acotada bajo la curaduría de Rodrigo Alonso. Cuenta con obras de artistas contemporáneos variados y de distintas generaciones, desde las instalaciones Marcela Cabutti y Eduardo Basualdo o las esculturas de Ananké Asseff hasta trabajos de grandes maestros como Xul Solar y Raquel Forner. La exposición está englobada bajo temáticas: lo mágico, lo esotérico y los rituales; los animales mitológicos y el extrañamiento de lo cotidiano. Es una exposición que nos invita a vivir una experiencia por medio de la participación, la contemplación y la imaginación. Es también una buena opción para conocer a artistas nacionales, emergentes y establecidos.
Los artistas de la llamada «generación del ´80» fueron los primeros en llevar a cabo una revolución en el arte nacional, luchando por la creación de un ámbito artístico propio a través de escuelas y la construcción del museo que hoy homenajea a uno de ellos, Ernesto de la Cárcova, el MNBA. Este artista, creador de Sin pan y sin trabajo, una de las obras más icónicas de nuestra historia, finalmente recibe un merecido reconocimiento, que nos permite comprender el efecto que tuvo en las generaciones que lo siguieron.
Dividida en dos partes, la primera recrea la exposición Ernesto de la Cárcova, organizada en Amigos del Arte en 1928 –a un año de la muerte del pintor–, mientras que la segunda relata la trascendencia que alcanzó Sin pan y sin trabajo, y como artistas contemporáneo desde Carlos Alonso a el Grupo de Arte Callejero (GAC) la citaron años más tarde en sus propias obras, reivindicando su eterna contemporaneidad.
- Hay otras dos acciones adicionales a la exposición, que se presentan en el Museo de Calcos y Escultura Comparada “Ernesto de la Cárcova” (Av. España 1701), institución que el artista fundó y dirigió y en la sede del Instituto de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de San Martín (Av. 25 de Mayo 1169, Gral. San Martín).