Francisco Vera Romero


 
“¡Cómo no amarla. Bellísima!” reaccionó Yann Arthus Bertrand, documentalista francés y uno de los más destacados fotógrafos del mundo al ver una de las imágenes captadas por la lente de nuestro artista de la semana, Francisco Vera Romero (30). Se trataba de un atardecer parisino recortado por la silueta de la Torre Eiffel. La foto que tenemos como fondo, que se llama “Love dans la foule” (amor en la multitud) también sorprendió a Bertrand, quien como jurado de un prestigioso concurso de fotografía en Francia (Liberté dans la ville-Graine de Photographe) decidió que – entre 1000 – fuera una de las 50 finalistas. Vera Romero, chileno y vecino de Santiago de Chile (aunque vivió en Argentina, Nueva Zelanda y Francia) intenta captar la infinidad de interacciones espontáneas que se dan en las calles. Las de la capital gala fueron su laboratorio. “Allá me convencí de que lo impredecible de una ciudad está otorgado  en gran medida por la diferencia cultural que te separa de ella. Esto fue un detonante de inspiración y avidez de conocimiento – explica – en la actualidad el clamor santiaguino en vías de desarrollo me permite retratar encuentros cercanos, ahí donde la intimidad sólo nace bajo el testimonio del gris indeleble”. Su temática preferida es la urbana – “te permite apoderarte de la ciudad, al mismo tiempo que te sorprende lo imprevisto, lo que desentona con la inercia de movimientos, colores, formas” – y utiliza mucho el recurso del blanco y negro en busca de elegancia y atemporalidad para su obra. Su aparato fetiche: la Nikon D3000. Es un auténtico (y virtuoso) autodidacta: “no estudié fotografía. Pero me preocupo de leer por Internet, comprarme libros e intento mirar muchísimas fotos porque creo que es la mejor escuela”. En la actualidad se encuentra trabajando en una serie de fotografías que – como es su sello – reflejarán variadas dimensiones del más puro espíritu citadino.