«Hay que dejar de llevarse por la farándula y volver a pensar en que el cliente sea feliz»
Argentina y Buenos Aires vivieron una época muy linda de la coctelería, un reflote y una vuelta a nuestras bases que siempre las tuvimos. Y estos últimos años han sido maravillosos. Hoy por hoy, sin embargo, estoy un poco triste. Porque veo que muchos de los barmans priorizan su imagen personal, su interés, al interés de los clientes y de los bares en los que trabajan. Nos hemos olvidado, desde los bares y los bartenders, que los que vienen a pasarla bien a un bar son los clientes. Ellos son los que se acercan a un bar para ser felices, y a vivir una experiencia. Pareciera que hoy se invirtieron los roles y el que está atento es el cliente al bartender, cuando debería ser al revés. Estamos viviendo un momento difícil tanto desde los bartenders, los dueños de los bares, las empresas de bebidas. Con este boom que hemos tenido, estamos ahora muy cerca de entrar en un momento muy feo de la coctelería nacional. Y lo digo con mucha pena, pero es lo que siento.
«Veo que muchos de los barmans priorizan su imagen personal, su interés, al interés de los clientes y de los bares en los que trabajan. Nos hemos olvidado, desde los bares y los bartenders, que los que vienen a pasarla bien a un bar son los clientes. Ellos son los que se acercan a un bar para ser felices, y a vivir una experiencia. Pareciera que hoy se invirtieron los roles y el que está atento es el cliente al bartender, cuando debería ser al revés.»
Hoy no hay compañerismo, hoy se olvidó la camaradería, no hay unión, hay poco respeto por lo que hacen los demás y eso afecta. Hay demasiados bartenders que ya no quieren trabajar detrás de la barra sino afuera de la barra y hacen tragos para ellos y no para los demás. Me gustaría estar diciendo cosas más lindas, pero ahora no puedo. Sigo pensando que somos un país increíble. Que somos un país con años y años de coctelería. Y de la buena. Con muchos representantes que siempre estuvieron unidos, tirando para adelante, pensando en el bien de la coctelería argentina. Hoy, eso no está pasando. Igualmente creo que aún estamos a tiempo de sentarnos a pensar lo que está pasando y de revertir este panorama. Y no dejarnos llevar por la moda y la farándula y los halagos y focalizarnos en lo que realmente nos moviliza: ver a la gente feliz en los lugares en los que trabajamos.
Fotos: gentileza Tato Giovannoni