El maravilloso Caucón de Cauca
ESTOS SON LOS SIETE POSTRES IMPERDIBLES DE BOCAS ABIERTAS 2017/ POR OLIVIA TORRES LACROZE. FOTOS: VICKY SCHIRINIAN.
La quinta edición de Bocas Abiertas se largó con toda en el Bajo de San Isidro. El Centro Municipal de Exposiciones se llenó de chefs, restaurantes y productores que estarán con sus stands hasta el domingo llenando la panza de los curiosos visitantes. Va a haber todo tipo de actividades al aire libre: clases y charlas por chefs y sommeliers, un Campeonato de Chimichurri y bandas y DJs en vivo.
Porque sabemos que hay que dejar lo mejor para el final, en MALEVA recorrimos el festival gastronómico en busca de las más irresistibles tentaciones dulces (si bien los platos salados son quienes pisan fuerte en Bocas Abiertas, el repertorio postrero es bien variado). Para los mega dulceros, los que ya saben qué postre se van a pedir incluso antes de pedir la comida, este es su ranking.
Aplaudimos la novedad: se trata de un helado en rollo. ¿Cómo es posible? Es una técnica tailandesa. Vierten helado líquido en placas de acero inoxidable que están a 30 grados bajo cero y le agregan la combinación elegida. Lo “espatulean” (no se le puede decir de otra forma, verlos en acción es un espectáculo), lo estiran, lo sirven en forma de rollo y le agregan los toppings. El más explosivo tiene base de helado de dulce de leche y Vauquita y topping de crema, salsa de dulce de leche y Vauquita. Otros sabores dignos de probar: Oreo, Frutos Rojos y Coco, Brownie, Bon o Bon y Alfajor.
Directo desde Trenque Lauquen. La chocolatería argentina de casi 90 años es famosa por su receta de dulce de leche 100% artesanal, que tiene 60 años. El Caucón es la estrella: un bombón de nuez y dulce de leche bañado en chocolate. Si comiste demasiado, llevate uno a tu casa. También hay una línea de trufas que vale la pena catar: higos o ciruelas macerados con nuez, mezclados con dulce de leche y bañados en chocolate. Y no podía faltar la Cauquita (tradicional tableta de dulce de leche). Por otro lado, hay una línea premium de bombones y otra de chocolates macizos, con cacao traído de diferentes lugares del mundo, desde África hasta Ecuador, pasando por el mismísimo Valle de Cauca en Colombia.
Son tan lindos como exquisitos. Un macaron de almendras relleno de una ganache de chocolate blanco infusionada con flores de lavanda y limón. Es suave, es húmedo, es el broche perfecto para terminar el tour gourmet. El colorido universo de macarons que dice presente en la feria sanisidrense también incluye sabores como el pistacho, el dulce de leche, la frambuesa, las avellanas, el limón, el chocolate y la menta.
Una propuesta diferente para satisfacer el antojo de un picoteo dulce. Estas garrapiñadas son castañas de cajú, avellanas, almendras y maní (todo con piel) con especias como canela, clavo de olor, anís, comino, chile de Cachi, pimienta, sal y picante. Hicieron los deberes y se nota, porque usan la sartén de cobre teflonada -la garrapiñera de verdad- para lograr un resultado impecable. Vienen en bolsitas para llevar, aunque es difícil que sobrevivan sin ser devoradas.
Es una receta clasiquísima de carrot cake, con todo lo esponjoso del bizcochuelo de zanahoria y nuez y toda la frescura del glaseado cremoso. El secreto, aseguran, está en sus especias. La canela de la torta es nada menos que dominicana, mientras que el frosting es la perfecta combinación de un queso crema súper suave y una vainilla “hippie chic” (palabras textuales de la pastelera).
Ella es famosa por no escatimar y el postre Oreo es una versión petite (y congelada) de su torta insignia. Generosísimas cantidades de galletitas trituradas, dulce de leche y crema hacen de este postre un hit absoluto. A la temperatura justa, es ideal para ir cuchareando por la feria e incluso ir comiendo en cuotas (es una bomba en serio).
Es un cheesecake de maracuyá hecho helado (porque todo es más divertido en forma de paleta). Base de galletitas de vainilla, helado artesanal de mascarpone y cobertura de concentrado de maracuyá, con semillas y todo. Esta paleta es la prima hermana del cheesecake de frutos rojos, otra bomba de sabor que merece ser degustada.