No solo la ciudad de Buenos Aires es territorio foodie. Si bien hace bastante que hay muy buenas iniciativas de restaurantes y bares por distintas zonas más allá de la General Paz, la novedad tiene forma de feria: en su segunda edición, Espacio Gourmet abre sus puertas en Pilar (en Espacio Pilar, Chile 1963, salida km 47 de Panamericana) con la presencia de popes del mundo gastronómico como Jean Paul Bondoux, Juliana López May y Martiniano Molina, entre otros (algunos con su stand y otros con clases especiales). Con cita del 24 al 26 de julio, MALEVA accedió sin embargo a un recorrido especial, y afiló el ojo (y el paladar) para lograr una reseña que contemple los platos y stands que no se pueden dejar de probar para vivir a pleno el costado más gourmet de Zona Norte.
Jean Paul Bondoux nunca decepciona, y menos si está en dupla con el chef Jérôme Mathe, su mano derecha hace más de 10 años. Por eso, nada mejor que comenzar el recorrido probando su huevo a modo de entrada, que debe su textura suave y sabor potenciado gracias a haber sido cocinado al vapor en el mismo maple. Se sirve acompañado con salmón y especias. Si se quedan con ganas de probar más delicias francesas, en este stand también vale la pena probar el famoso croque monsieur, de salsa bechamel, jamón y queso gruyere, hecho con pan de baguette y gratinado.
Crêpas es una marca que ya ha conseguido hacerse su fama, con locales en Punta del Este, Montevideo y Buenos Aires. Sin embargo, cada vez que se divisa su presencia, es inevitable entusiasmarse ante la perspectiva de volver a probar sus delicados y sabrosísimos crêpes. Por eso, vale la pena acercarse hasta su stand y deleitarse con una de sus creaciones. Si están en plan salado, la recomendación de MALEVA es el de queso brie con almendras, rúcula y honey mustard. Ya desde el inicio, observar cómo realizan la masa será una experiencia de lo más hipnótica.
Una característica distintiva de Espacio Gourmet es el valor que se le da a lo sustentable, lo ecológico y lo orgánico. Y en ese camino, la propuesta de COECO cuadra perfecto. Esta cooperativa granjera entrerriana de chacras orgánicas se presenta en la feria para dar a su conocer sus productos, entre ellos el pollo pastoril que compone este wrap (que a su vez fue hecho con harina integral y semillas). Definido como “el pollo de antes”, es muy probable que después de probar este plato, quieran comprárselo para llevárselo a casa y recrear la receta. Por suerte, es posible.
Es probable que para este momento ya tengan ganas de hacer una pausa entre comidas. Para eso, nada mejor que entrar al sector del Mercado. En esta zona conviven ingredientes, elementos para la cocina, libros y productos ya envasados, como chocolates o sales marinas. Entre todos estos, nuestra recomendación toma tres puntas: las sanísimas leches veganas de Veggie Milk (son fresquísimas y hay de almendras, avena, arroz, alpiste y coco y una especial de chocolatada), la vajilla y utensilios encantadores de Cucina & Bagno y los alimentos orgánicos de Pedile a Carol. Todo para llevar y seguir disfrutando en casa.
De la mano de La Arepería, llegan a Pilar las mejores arepas de Palermo (y muy probablemente del país). En este stand, este clásico preparado venezolano y colombiano de 100% maíz -blanco o amarillo- se ofrece relleno con queso o simple, y con distintas variedades de acompañamientos. Para sumar frescura, lo ideal es el guacamole y una muy bien sazonada mezcla de tomates cherry y mango. Y para los que se animen, la salsa picante a un costado también puede potenciar el sabor y darle nuevo vuelo al plato.
Pero ningún plato está completo si no encuentra un buen maridaje de vino. Por eso, esta edición de Espacio Pilar organizó el Camino de Vinos a cargo de la vinoteca Gorros Wine, donde se ofrecen etiquetas de más de 40 bodegas de primer nivel. En un sector especial en el segundo edificio, el recorrido permite conocer marcas de todas partes del país y ser asesorado por especialistas. Pero si en cambio lo que más los llama es un buen trago, enfilen al primer módulo y visiten el stand de Bacanal, en certera asociación con Gancia.
Ferrán Adriá podría estar orgulloso. Las ramas de su cocina molecular han llegado hasta aquí, y se encarnan en estos helados hechos con nitrógeno líquido en el momento. Ideales para empezar a encarar la parte dulce de la experiencia, resultan distintivos en su cremosidad y en detalles como, en el caso del de dulce de leche, el preparado de honeycomb realizado con bicarbonato, lo que le permite la estructura para ser la frutilla que corona el postre. Realizados en el momento, no llevan aditivos ni colorantes, y son un gran espectáculo para observar, dignos de un proceso de laboratorio.
Si a esta altura ya están para un café y algo del estilo de un petit four, no dejen de acercarse al sector de los food trucks. Aquí, Moros en la Costa sorprende con propuestas árabes y especialidad en shawarma, pero también con exquisiteces dulces de Medio Oriente. Entre ellas, bocaditos de kataif, una pasta similar a la masa philo, presentada en forma de cabellos de ángel, con relleno de pistacho y frutos secos. Ideal para acompañar, tal cual la promoción que ofrecen, con un café Dolce Gusto. Un cierre perfecto para, una vez más, lograr ese rasgo tan particular y maravilloso de la cocina: viajar con los sentidos.