Que la industria de la cerveza artesanal (¿oximoron?) está finalmente explotando en nuestros pagos, no es ninguna novedad. Cada vez más bares y restaurantes ofrecen como default opciones nuevas y originales que hacen que las marcas comerciales queden desplazadas y hasta aguadas y aburridas. ¿Alguien elije una cerveza de alguna marca popular todavía frente a una, por ejemplo, 7 Colores? Pero entre tanto ruido, entre tanta micro brewery, tanta honey y tanta rubia, roja y negra, hay un tipo de cerveza artesanal que brilla. Es la IPA, que se posiciona como la variedad estrella, nac y pop.
¿Qué es la IPA? La IPA es una variedad de cerveza de origen inglés, que replica a la clásica Pale Ale británica. La I hace referencia a Indian, osea, IPA = Indian Pale Ale. De todas formas, este tipo de cerveza no es de India, como su nombre podría indicar, sino que es una cerveza que se originó en tiempos donde ese país asiático era colonia del Reino Unido.
Eso quiere decir, básicamente, que había ingleses a principios del siglo XIX que vivían en India como si fuese su país, tomaban el té a las 5, jugaban al cricket y, obviamente, festejaban con cerveza. El problema era el transporte de la bebida, que por culpa de la distancia y el tiempo que pasaba en el mar, en barcos enormes, perdía intensidad y sobre todo, graduación alcohólica.
Es por eso que los ingleses potenciaron su Pale Ale para que llegue en condiciones óptimas a su colonia. La IPA es entonces, una Pale Ale reforzada, con gusto de lúpulo y especias mucho más marcado, más aromática, oscura, y en general, con más alcohol. A principio de los 2000 los hipsters en Brookyln y Chicago se la apropiaron, creando variedades de IPA nuevas y contemporáneas, y por suerte los master brewers en Buenos Aires no se quedaron atrás.
Hicimos un recorrido malevense por la ciudad buscando los mejores combos de IPA + comidas, y esto es lo que encontramos:
Brandon es un lugar que sorprende. Ubicado en una zona con muchísimas ofertas gastronómicas, y con una estética y look que puede caer en lo cliché de wannabe neyorquino/cool, este lugar se la banca, y hace las cosas bien. Platos conocidos con muy buenos productos y toques especiales, tiene oferta para carnvívoros, vegetarianos, dulceros, celíacos, todo. Y además, una muy buena oferta de tragos, vinos y, claramente, cerveza. Destacamos el Pulled Pork Sandwich, que tiene un equilibrio justo de picante y dulce, que va perfecto con la Session IPA de Gante. Es una cerveza liviana, como para empezar a hacerte amigo de la variedad, con un sándwich de cerdo muy tierno y especiado, en un pan artesanal riquísimo. Apurate que es solo de estación.
El Tejano es un lugar de comida tejana (duh), auténtica. Si tenemos que elegir solo uno de sus cortes, vamos con las ribs, que están hechas como se debe. Ahumadas, perfectamente sazonadas y muy pero muy tiernas. Solo mejoran si las acompañás con esta cerveza. Es una IPA fuerte, con cuerpo, que se la banca, (y algunos dicen es la mejor que ofrece Buenos Aires), que se complementa a la perfección con las mejores ribs de Buenos Aires (Si, mucho mejor que las de Kansas). Tiernas y altamente sabrosas, se nota que le dieron amor en la cocina.
Fukuro Noodle Bar es más New York que Tokyo. Por eso está IPA norteamericana le va perfecto a las delicias neoyorquinas que fabrican acá, con sabores agridulces y nuevos, que se van revelando bocado a bocado. Es una cerveza bien fresca y aromática, que, como pueden ver en la lista, va óptimo con el cerdo y el bao.
Cervecería Nacional es una cervecería chiquita pero de corazón grande. Todos los días, a partir de las 18, se empieza a acumular gente en las mesitas de afuera y en al vereda, que vienen de oficinas y productoras de la zona, a relajarse con una birra bien fría y de marcas únicas. Creemos que si vas todos los días, durante un mes, no alcanzás a probar ni mitad de la variedad de cerveza que ofrecen. Esto aplica también a las IPAS. De las que llegamos a probar, la Hipólita es súper potente y tiene mucha actitud, como para empezar a tomar cuando ya le tomaste el gusto a la variedad. Aprovechá y andá un martes, los días que en CN hacen una bondiola braseada de otro mundo.
Dos en uno. Todo el menú de de este patio cervecero en el corazón de San Telmo incluye cerveza. TODO. Hasta los postres. Vale la pena animarse y probar el helado de IPA. Es raro sí, pero está buenísimo, súper aromático. También probamos varias cervezas, obvio, y la Irish Pale Ale, si bien no es una IPA al 100%, comparte las iniciales, y es una de las mejores cervezas tiradas que ofrecen. Vale la pena ir para la experiencia, un jueves de after office, aprovechar el 2×1 y tomarse un helado cervecero en una de sus tablones tipo beer garden alemanes.
Antes que nada, un dato: el 50% del menú de este restaurante/cervecería es vegano. De todas formas, carnívoros don´t panick, hay una bella Curry Wurst berlinesa para calmar las ansias. Las dos opciones van bien con la cerveza, que, como indica su nombre, resuena con ganas en el paladar y tiene muy buen equilibrio entre amargura y graduación alcohólica. Todo depende de cual sea tu mood en el momento, pero las cervezas acompañan como nadie al veganismo en este restaurante. Esta bueno festejar opciones nuevas, que se la juegan con opciones diferentes y además, les sale bien.
Fotos: gentileza lugares mencionados