Buscar un buen vino también tiene que ver con la experiencia que una vinoteca puede ofrecer. Partiendo del criterio estético pero sumando la multiplicidad de propuestas que también ofrecen estos templos del buen beber, seleccioné las diez vinotecas más lindas de la ciudad. Porque no se trata solamente de comprar una botella sino también, de la experiencia: recibir asesoramiento por parte de conocedores, entender la selección criteriosa de las etiquetas que cada una de ellas exhibe, e inclusive, ser testigo de catas y degustaciones que rinden culto a los placeres.
«Este top 10 incluye estilos de vinotecas más tradicionales, otras más modernas y también, algunas históricas, que llevan la impronta del barrio que representan y resultan verdaderas reliquias porteñas.»
Este top 10 incluye estilos de vinotecas más tradicionales, otros más modernos y también, algunos históricos, que llevan la impronta del barrio que representan y resultan verdaderas reliquias porteñas. Al final, un bonus track que es tendencia: restaurantes que rinden culto al buen vino y que albergan sus propias vinotecas.
TOP 10 DE LAS VINOTECAS MÁS LINDAS DE BUENOS AIRES:
Es la vinoteca restorán de Aldo Graziani, uno de los sommeliers más reconocidos de Argentina, y es una de las perlas del barrio de San Telmo. Sus paredes espejadas donde se detallan los platos del día y los vinos destacados, son un clásico. De estilo sobrio y clásico, con algo de art decó, al traspasar el pesado cortinado rojo de la entrada uno sabe que está entrando a un lugar donde los vinos son la estrella. El detalle: las más de 600 etiquetas que se consiguen allí fueron catadas a ciegas por Aldo y su equipo, y los vinos tienen precio de vinoteca, también en la mesa. Todos los martes hay catas y degustaciones. Aldo además tiene su propia distribuidora de vinos, El Garage de Aldo, que comercializa proyectos de grandes enólogos. En Moreno 372, San Telmo.
En pleno corazón de Las Cañitas, muy cerca de La Imprenta, bin4Vinology es una apuesta al diseño, con una marcada estética urbana y moderna. De estilo vanguardista, en su decoración predomina la madera, coronada con las amplias mesas donde se hacen catas y degustaciones, y la protagonista es una araña de caireles en medio del salón. La oferta de vinos es amplia, e incluye desde las bodegas más grandes hasta las pequeñas y más buscadas. El asesoramiento está a cargo de una de sus propietarias, María Mendizábal –Mejor Sommelier de Argentina 2006-, y de un equipo de sommeliers, lo que hace que ir a comprar una botella de vino o degustar una copa, sea además de un buen momento, una alternativa para aprender. Hay catas todas las semanas. En República de Eslovenia 1959.
Emplazada en el barrio de Devoto, en una vieja casona original de 1915 que aún mantiene sus puertas, baldosas y piso de pinotea original, La Bodega de Bórbore es un clásico de la zona, propiedad de una familia italiana de pura cepa y origen vitivinícola. Con 400m2 dedicados al vino, el gran destacado es el patio cubierto –con horno de barro incluido- , y el jardín, repleto de árboles frutales, plantas y flores, lugar inspirador si los hay para beber una copa o disfrutar de las catas y eventos que se hacen todas las semanas, e incluyen platos típicos argentinos como empanadas, asado, locro y carbonada, según la ocasión. Entre sus estanterías –muchas originales del antiguo almacén que ocupaba la casa-, hay alrededor de 1400 etiquetas, entre las cuales se pueden encontrar perlas de bodegas boutique y vins de garage. En Av. Mosconi 3654, Villa Devoto.
A pasos de Plaza Serrano, la fachada amarilla de Lo de Joaquín Alberdi es inconfundible, y uno de los clásicos de la zona, desde hace más de seis años. La vinoteca es una casona reciclada, típica de Palermo. La última reforma fue el año pasado, e incluyó sumar un salón de degustación en la planta de arriba, aprovechando la terraza cubierta, donde se hacen catas y eventos. Atendida por el propio Joaquín y su equipo, este chef le puso nombre y alma a la vinoteca que creó a su regreso al país, después de vivir en España. Nacido en Coronel Suárez, no muchos saben que en su pueblo natal hay una vinoteca hermana, idéntica en el estilo a la versión palermitana, también emplazada en una casona antigua. En Lo de Joaquín se pueden encontrar alrededor de 600 etiquetas de vinos argentinos de alta gama. Los jueves y viernes a partir de las 19, se hacen degustaciones con bodegas invitadas, y a lo largo de la semana, se organizan catas privadas de hasta cuatro personas. En Jorge Luis Borges 1772, Palermo.
Toda la sofisticación del barrio de la Recoleta, llevado a una vinoteca que por tradicional, no pierde su estilo refinado. La fachada, revestida en madera y enmarcada por los imponentes toldos colorados, dan la bienvenida. En su interior, todo es detalle: desde los sillones aterciopelados que invitan a sentarse a degustar, hasta las lámparas bombé blancas, que rompen con la sobriedad y le dan el toque moderno a la decoración, dispuestas en fila justo encima de la gran mesa de cata. Grand Cru nació en 1999 como una pequeña importadora de vinos franceses de alta gama. Luego de pasar por la Avenida Alvear, en 2009 abrieron su actual tienda sobre la calle Rodríguez Peña, que por cada detalle de la decoración, más que una vinoteca es una verdadera maison del vino. El espacio, de estética exquisita, alberga las bodegas más importantes de Argentina y una colección con etiquetas referentes de distintos países del mundo, con una amplia selección de vinos del Viejo y del Nuevo Mundo. En Rodríguez Peña 1886, Recoleta.
Desde la esquina de Thames y Guatemala, palermitana como pocas, Malambo ocupa el espacio que a principios del siglo pasado albergaba una farmacia histórica. De aquel entonces aún queda el piso de mosaico original –que incluye el surco por el que caminaba su dueño, allí donde estaba el mostrador-, y también la fachada, que mantiene la estructura original de la farmacia. Hoy el friso de la vidriera está decorado con tapas de las cajas de madera de las distintas bodegas que allí se ofrecen. Con más de 250 etiquetas especialmente seleccionadas, la atención es personal. Recibe Alejandro Soler, su dueño, que define a Malambo como su cava personal, y nunca falta la invitación a probar algo de todo lo rico que allí se puede encontrar: además de buenos vinos hay una completa fiambrería y productos delicatessen. Un detalle más, es que tiene una excelente selección de destilados. Es un paraíso para cualquier gourmand y el lugar ideal para armar una picada sofisticada. En Thames 2098, Palermo.
Nos salimos de la Capital Federal para conocer a esta vinoteca joven, de estética moderna y cool, en pleno Bajo de San Isidro. Allí, en Dama Juana, una larga mesa de madera clara es la protagonista, y alrededor de ella, se dan charlas, cursos y catas. Además de la amplia selección de vinos que ofrece, la propuesta es combinar una buena copa con arte, música y cine, en un ambiente con mucha personalidad y con mesitas afuera, bien a lo Bajo de San Isidro.
Con una fachada divina, y luminosos ventanales que transportan de la calle Gorriti a alguna ciudad europea, Pain et vin le rinde honor a la belleza de lo simple: un buen pan, un buen vino. En un espacio donde el blanco y la luz son predominantes, las estrellas se destacan: por un lado, las etiquetas seleccionadas, con el plus del asesoramiento de Eleonora Jezzi, sommelier. Por otro, los panes elaborados a base de masa madre, en un horno especialmente construido, amasados por las manos de Ohad Weiner, cocinero israelí, pareja y propietario junto a Eleonora de esta vinoteca + panadería que supo homenajear este maridaje inmejorable. En Gorriti 5132.
Es una de las cadenas de vinotecas más reconocidas de la ciudad, pero sin duda, el podio de la más bella entre sus dieciocho sucursales, se lo lleva la sucursal de San Telmo. Está justo en la esquina de Avenida Belgrano y Balcarce, típicamente porteña. Su secreto mejor guardado es la cava de 1500 botellas, la segunda en tamaño de la cadena –la más grande está cerca de allí, en la sucursal de Puerto Madero-. Ofrecen sólo vinos nacionales, y en el caso de los espumantes, también hay importados. El detalle, siempre reciben con una copa de cortesía.
El gran destacado de esta pequeña vinoteca palermitana es que se especializa en vinos del Nuevo Mundo. Parte de una corriente que empezó en los ’70 y rompió con todas las regulaciones y restricciones vigentes del Viejo Mundo, representan una nueva forma de crear y pensar el vino. El nombre de la vinoteca viene de las siete regiones más destacadas: Argentina, Australia, Chile, Estados Unidos, Nueva Zelanda, Sudáfrica y Nuevo Mundo en el Viejo Continente (Toscana, Sicilia), y resume la variedad de orígenes que se pueden encontrar en Siete Spirits. Si bien el 80% de las ventas se realizan online, la tienda, pequeña y cálida, funciona como showroom. Cada semana, proponen un nuevo gran vino que presentan los miércoles, y ofrecen en degustaciones los jueves por la tarde, a partir de las 18hs. En Nicaragua 5942, Palermo.
«Y el TOP TEN DE LAS 10 VINOTECAS MÁS LINDAS DE BUENOS AIRES ES: 1er PUESTO, ALDO´S EN SAN TELMO, 2do PUESTO BIN4VINOLOGY DE LAS CAÑITAS, 3er PUESTO LA BODEGA DE BÓRBORE EN DEVOTO, 4to PUESTO LO DE JOAQUÍN ALBERDI EN PALERMO SOHO, 5to PUESTO GRAND CRU EN RECOLETA, 6to PUESTO MALAMBO EN PALERMO SOHO, 7mo PUESTO DAMA JUANA EN EL BAJO DE SAN ISIDRO, 8vo PUESTO PAIN ET VIN EN PALERMO SOHO, 9no PUESTO WINERY EN SAN TELMO, 10mo PUESTO SIETE SPIRITS EN PALERMO»
Bonus track (dos nuevos e imperdibles bistrós con vinotecas)
Como parte de la tendencia de las ‘nuevas vinotecas’, algunos restaurantes donde el vino es protagonista ofrecen la selección de etiquetas de su carta, también para venta al público y en formato ‘mercado’. Es el caso de estas dos recientes aperturas, por las que vale la pena tanto ir a buscar un buen vino como para comer algo rico, o en el mejor de los casos, combinar ambas opciones. El detalle: los vinos se venden a precio de vinoteca, también en la mesa.
Cruza de almacén, restaurante, rotisería y vinería, Oporto está en una apacible esquina del barrio de Núñez. Desde allí, ofrece platos clásicos porteños que acompaña con 500 etiquetas de grandes vinos argentinos. El primer piso está destinado a la cava, donde se luce una bellísima mesa comunitaria. En 11 de Septiembre 4152, Núñez.
Es el nuevo bistró de Gonzalo Aramburu, chef de Aramburu –N°31 entre los 50 mejores restaurantes de Latinoamérica, y 6° de Argentina-, y ya es una de las grandes aperturas de este año que recién empieza. El destacado, el concepto de bistró + mercado, donde se lucen 50 etiquetas rigurosamente seleccionadas por Agustina de Alba –dos veces Mejor Sommelier de Argentina y columnista de Maleva. En Salta esquina Humberto Primo, Montserrat.