Vuelta Abajo Club Social, uno de los espacios más clásicos, abrió una nueva sede más trendy con más de 70 botellas
Whisky = encuentro entre señores. Not anymore. Es la era de la reinvención de los clásicos y el whisky no se quedó atrás. Aquella imagen señorial y formal que lo identificó siempre está siendo desplazada por bares nuevos y cancheros que, con esta bebida como protagonista, logran darle un perfil mucho más joven y renovado. Desde nuevas botellas hasta cocktails más frutales, los espacios están pensados con este destilado como el centro del concepto, y cada vez son más las aperturas que apuestan por él. El whisky ya no se toma solo o con hielo. Ya no lo toman solo los hombres adultos. Enterate dónde podés ser parte de la revolución del whisky en Buenos Aires:
Hace un tiempito y sin pasar desapercibido llegó Bourbon Brunch and Beer, la nueva incursión de los creadores de Uptown – el hit newyorkino subterráneo que conquistó a los porteños –, y Nicky Harrison, un emblema coctelero en Buenos Aires. BBB inauguró con el protagónico trendy que nos compete: el whisky. Más 70 botellas de esta bebida con cada vez más adeptos, cervezas importadas y platos de vanguardia – que incluyen desde opciones para brunch los fines de semana, hasta hamburguesas con recetas secretas –, este reciente spot palermitano apuesta alto. “Creo que hoy en día está más de moda y hay más demanda porque hace años que se viene haciendo un trabajo fuerte en que los consumidores de los destilados empiecen a probar otras cosas, y que el paladar del cliente medio de bares sea complejizado”, nos cuenta uno de los socios, Andrés Rolando.
También alineado a la Gran Manzana, esta whiskería americana incluye opciones de Bourbon (el preferido), Rye y Tennessee whiskey que, combinado con ocho canillas de cerveza importada – de Alemania, Inglaterra, Bélgica y más – y una propuesta de brunch los viernes y fin de semana, se postula como un bar súper original y de vanguardia. La idea es fusionar lo cool y distendido con la calidad y exigencia. La coctelería está a cargo de Gastón De Genaro, Brand Ambassador de Jack Daniels, clásica marca de whisky.
“Muchos tragos clásicos como el Old Fashion o el Manhattan llevan Bourbon. Por eso, quisimos que la gente empiece a diferenciar al whisky americano (que es más dulce) del escocés. La gente se re copa con eso y, para quien ya es habitué de la bebida, venir a BBB es como estar en navidad”. Ahora ¿qué tragos son los preferidos? El House Old Fashion por un lado, y el Tennesseed, más dulce para el verano, para los que recién empiezan a probarlo, por el otro. En fin, un universo revolucionario de esta bebida que va mucho más allá del clásico concepto de bar.
“Como el placer no tiene género, el whisky tampoco”. Nuevo nuevito, esta propuesta tiene su objetivo claro: fusionar un bar especializado en whisky con aquellos clubes sociales que solían funcionar como lugares de encuentro. Con cuatro pilares y formatos de incorporar la bebida en cuestión – coctelería de autor y clásica, catas, medidas tradicionales y un servicio de locker para guardar botellas –, Sede llegó para romper con los estereotipos asociados al whisky. “Se instaló que es una bebida para pocos: hombres, adultos, experimentados, de la élite, y que debía tomarse solo.”
Djs en vivo y un ambiente más descontracturado, cool y aggiornado desafían los formatos e invitan a novatos a entrar en este mundo de sabores que es el del whisky. Abre de miércoles a sábado – lo justo y necesario – y es una buena forma de educar al paladar en el mundo coctelero. La carta está dividida en partes, ideal para principiantes. Por un lado, los tragos clásicos (algunos como el Old Fashioned, el Whisky Sour o el Penicillin), por el otro las catas, que vienen de a tres o cuatro tipos de whisky diferenciados o por sus ingredientes o sus países de procedencia (Escocia, Irlanda, EEUU). Seguimos con los aperitivos – de nuevo, con whisky – con tres opciones: ginger, limón y manzana. Y, por último pero para nada menor, los tragos de autor, con combinaciones y recetas súper interesantes. El «Av. Dorrego», por ejemplo, tiene Jameson, cherry brandy, vinagre de frambuesa, vermouth dry, bitter de naranja y arándanos macerados en whisky ($190).
Uno de los bares más cool de la ciudad decidió apostar también por esta bebida. Parque Bar dista mucho de lo que uno imagina cuando piensa en un escenario whiskero. Acá la onda es una muy diferente: plantas por doquier, un patio genial y tragos frutales y frescos se mezclan con aquel universo elegante y exclusivo que es (o era) el del whisky.
Si bien no es un bar de culto como los anteriores, sí lo incorporaron como una bebida joven, descontracturada, y protagonista de varios cocktails. Algunos más clásicos como el Manhattan – con Jim Beam, lunfa y bitter angostura – y otros más originales y frescos como el Speyside penicilin (con Chivas 12, jugo de limón, jengibre, almíbar de miel, polen y lemongrass y garnish de té ahumado).
El referente número uno en puros no dejó afuera al mundo de los whiskys en su nuevo espacio. Tampoco esquivó vistas imponentes, terrazas y una oferta gastronómica de lujo. En el piso 15 del edificio Comega, Vuelta Abajo Social Club instaló su nueva sede, un lugar increíble en las alturas de Puerto Madero para amantes del humo y el encuentro.
Si bien sus comienzos son súper tradicionales, esta última apertura le da una vuelta canchera y entiende que el ambiente del whisky no debe ser el de siempre. Esta vez, nos regala una excusa más probar el universo de la bebida en cuestión. Especialmente por sus dos terrazas, perfectas para una noche de verano: la primera es cerrada con techo corredizo y jardín vertical, inspirada en los años setenta. La segunda es dueña de una barra de mármol de 10 metros, sillas de ratan, techo corredizo y ventanales. Las ganas de tomar algo entre amigos en un lugar así ya son un pie para probar alguna de sus 70 botellas de whisky, aunque también ofrecen vinos alta gama en dispensers, y un tapeo gourmet.
Una de las marcas emblema en el universo del whisky también entendió por dónde viene la mano. Su aparición en la última edición de Masticar, con un stand súper cool, arte en vivo y tragos frescos fue solo el comienzo de esta identidad más joven y del fomento del consumo de whisky en cualquier espacio que implique disfrute. Al aire libre, con gastronomía, en cualquier bar o juntada entre amigos.
“Existen varias maneras de dar a conocer y acercar el producto. Todas nuestras bebidas tienen como propósito la celebración como compañía. Siempre estar en esos momentos de relax, celebración y disfrute. Entonces, si un evento habla de celebrar, ¿por qué no va a estar Johnnie Walker ahí también?” explica Sebas Maggi, brand ambassador regional de Diageo. “Desde que lo inventaron se mezcla, pero acá la identidad que se le dio en su momento se lo comió. Son épocas. Hay muchas recetas clásicas, pero nos acostumbramos a que el whisky tiene una escena de energía más baja, en un sillón, sobremesa, reflexión, introspección”, agrega.
Por eso, generaron una agenda anual de eventos donde la presencia del whisky no va a faltar. ¿El próximo? En el abierto de Polo. “Hay una tendencia a recuperar este espacio que nunca tendría que haber abandonado. La coctelería está resurgiendo, hay más cócteles en general, es una tendencia actual de promover los tragos”.