Hace mucho que la ciudad porteña ignora a su río más grande del mundo, pero en los últimos meses – desde la apuesta de Fernando Trocca por el Puerto de Olivos -, hasta una flamante propuesta chill y con estilo en Martínez pasando por una apertura elegante y una vista sensacional en plena Costanera, que eso parece estar cambiando y en MALEVA te contamos siete lugares imperdibles para demostrarlo.
Tribu abrió hace pocas semanas en Martínez, con una propuesta muy chill y espíritu ribereño bien del norte.
Es tendencia: Buenos Aires ya no le da (tanto) la espalda al río / Novedades y coordenadas imprescindibles con vista al agua. Por Fiamma Zampino.
Las ganas de disfrutar los últimos días del verano y el rayito de sol en el otoño que se aproxima hacen del río la ubicación perfecta. Hay un mundo más allá de Palermo, no hace falta aclararlo, y ese mundo, de agua y horizonte, que Buenos Aires ignoró tanto tiempo, parece empezar a ser redescubierto. A continuación, desde MALEVA les dejamos ocho coordenadas que empiezan a remediar uno de los errores históricos más absurdos porteños: darle la espalda a nuestro mar dulce.
1) Tribu: un lugar para teletransportarte al espíritu de la playa / Juan Díaz de Solis 2794 – Martínez (en Paraná y el río).
Recién nacido, Tribu, en la estación Anchorena del Tren de la Costa, promete ser una de las más destacadas propuestas gastronómicas de San Isidro. Su ubicación es debido a que sus dueñas querían un lugar inspirado en la playa. “Después de la pandemia y tanto encierro buscábamos: aire, río y verde”. Su diseño se inspira en espacios top globales con un concepto relajado, natural y rodeado de vegetación. En Tribu se puede disfrutar desde desayunos hasta cenas, desde tapas hasta un salmón rosado con crema de langostinos y vegetales gratinados o un vacío braseado con papas españolas en su horno de barro.
2) Mostrador Santa Teresita: el uruguayo de Trocca que llegó (muy bien) a Buenos Aires / Juan Bautista Alberdi 25 – Puerto de Olivos.
La cabeza de Fernando Trocca, la mano de Carolina Ferpozzi en la pastelería y la de Inés de los Santos, encargada de la coctelería, hacen que el clásico Mostrador Santa Teresita de José Ignacio esté ganando territorio en Buenos Aires. La oferta de platos está a la vista en sus mostradores donde se exhiben vegetales, ensaladas, proteínas y postres. La propuesta puede variar según el día, pero siempre hay opciones veganas y celíacas.
Mostrador Olivos, la apuesta de Fernando Trocca en el Puerto de Olivos.
3) Garibaldi: comida fusión con una vista alucinante / Avenida Rafael Obligado 4899 – Costanera Norte.
Rober Tosto soñó Garibaldi. “La idea nació con la pandemia, a pesar del contexto, siempre convencidos del potencial y de nuestras ganas, decidimos avanzar”. Y acertaron: con una ubicación con vista privilegiada y una carta que tienta de principio a fin. “Nuestra propuesta gastronómica es una fusión entre lo patagónico y regional con matices europeos, tratando que tanto los platos como nuestra coctelería tengan un toque distinto, pensando no solo los ingredientes, sino también en los recipientes donde servirlos o presentarlos”.
Los platos que más se destacan son: una milanesa que consta de un bife de chorizo empanado con relleno de pastrami, acompañada de morrones asados, cebollas ahumadas y crema de papas, el T-Bone y la entraña que pueden venir con papa rellena, cuña, papines andinos o ensaladas y los risottos (el fungi trufado o el de centolla con tempura de alga nori y crocante de tinta de calamar van increíble).
4) Lelé del río: un espacio único junto al río / Sebastián Elcano 1718 – Martínez (en Alvear y el río).
Lelé del Río le debe su nombre a una figura pagana de una divinidad vinculada al agua. Lelé como lugar, nace de la necesidad de un espacio bañado por el sol que ensambla con la vida sana y la alimentación inteligente. La cocina al mando de Gastón Maceira plantea una carta balanceada en colores y texturas: burrata, langostinos, milanesa de bife de chorizo, crepes de salmón y un volcán de dulce de leche imperdible. Mientras su barra es la excusa perfecta para los atardeceres junto al río.
5) Enero: el olor a verano en la ciudad / Av. Costanera Rafael Obligado 6710 – Costanera Norte.
Deck con vista al río, camastros y una barra construida alrededor de los árboles. Poder viajar a Brasil o Tulum sin tomarte un avión. Bienvenidos a Enero: donde siempre es vacaciones.
Un grupo de amigos fusionó la coctelería premium, la alta gastronomía y el entretenimiento y crearon este espacio gourmet que la viene rompiendo. En Enero la pasan bien todos: carnívoros, veganos, celíacos, los que solamente comen hamburguesas y los que prefieren pasta cuando salen.
Al lado del río, su locación fue la que le dio nombre e identidad. “La costanera para mí es uno de los lugares más icónicos que tiene nuestro país. Hay poco y lo poco que hay es muy bueno”, cuenta el socio y CEO de Enero, Toto Lafrianda.
Garibaldi, con una propuesta culinaria fusión y una vista asombrosa al río, en plena costanera porteña.
6) Ribs al río: la naturaleza al lado y ribs que se deshacen sin necesidad de cuchillo / Av. Costanera Rafael Obligado 7010 – Costanera Norte.
Empezó como un delivery de envasados al vacío durante la pandemia, después siguió como take away, sumaron una mesita y hoy son una parada obligatoria en la Costanera. “El río nos ayudó mucho en tiempos pandémicos: un take away al aire libre era ideal. Además, se acopla perfecto a lo que transmitimos: comida texana y naturaleza”.
Ribs al río es uno de los pocos lugares que hace todo ahumado a la leña (durante 8 a 12 horas) igual que en Texas. Los platos insignia son las baby back ribs, las spare rib que son más grandes y con un sabor más intenso que las anteriores, las empandas de brisket, el lomito y las papas fritas que son adictivas.
7) Dulce María: un deli café (y bastante más) con una de las mejores vistas de la ciudad / Gral. Pacheco 1545– Martínez.
Dulce María nació en 2014 y fue la idea de dos mujeres que fusionaron la gastronomía con el arte, muchos platos de la carta llevan el nombre de artistas como Minujín, Picasso, Kandysky y Frida. “No sé si nosotros elegimos el lugar o el lugar nos eligió a nosotros. Por mucho tiempo el predio estuvo abandonado y hoy forma parte de nuestro vivir diario. Nos enorgullece estar ubicado donde estamos porque creemos que tenemos una de las mejores vistas de Buenos Aires, ya que es la única zona donde se puede apreciar libremente la ciudad. Nos alegra inmensamente estar tan cerca del río ya que sentimos que gran parte de la buena energía laboral y personal con los clientes es gracias a eso», nos cuenta Miguel Ángel Sánchez, uno de los responsables del restaurante.
Ensaladas, pizzas, sándwiches y “otras obras” dice la carta de Dulce María que va desde un risotto de calabaza con crema de queso azul hasta una hamburguesa de lentejas al curry con pesto de zanahorias, tomates secos, champignones y rúcula. Re a favor: precios muy amistosos, al igual que la atención.
Extra: cada vez más foodtrucks (y para todos los gustos) en el Paseo de la Costa de Vicente López.
Una tendencia que está pisando fuerte en la ciudad son los espacios con varios puestos gastronómicos que ofrecen distintas propuestas. En el paseo de la Costa de Vicente López podés encontrar foodtrucks que no desilusionan. Sobre Lavalle están: Club Asador (nueva propuesta, con parrilla y ahumador), La Vermutería de López (picadas, tapeos y vermut), Babba (pizzería y cervecería), Pop Tails (helados), Romero Olivas con su comida entre panes: wrap armenio relleno con pollo grillé, morrones, cebolla caramelizada, rúcula, tomate y crema al curry, foccacia con lomo de cerdo desmechado y bbq al oporto y ciabatta saborizada con lomo paillard con cheddar. Además, La Triada con un vacío braseado en cocción lenta de 6 horas, pernil de cerdo cocido en horno de barro, con salsa bbq y pulled pork sobre papas fritas.
Sobre Güemes está Sin Fronteras con comida mexicana, Food Truck Argentina haciéndose cargo de la carne (dos para probar sí o sí son el cordero patagónico con cebolla caramelizada y las empanadas de cortedo cortado a cuchillo), Aloha con conos de papas y nuggets, El Tanque (rabas, hamburguesas y bastones de muzzarella) y Guapaletas para cerrar la comida.
Sobre Arenales están Trixie con sus opciones americanas, Los del Shawarma con cocina árabe, Berlín para deleitarse con choris gourmet (pan brioche, alemán o de campo, salchicha parrillera o chori 100% cerdo, cheddar, crocante de panceta y chucrut son algunas de las opciones) y Cremolatti (¡que tiene gustos veganos!). Sobre Melo y el Vial Costero se encuentran Alma de Pan (pizzas, ensaladas, wraps y panificados), La Barrica de Cao para una cervecita frente al río y La Motofeca para un buen café al atardecer.
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Fotos: son todas gentileza de los locales mencionados.