La teoría taoista del yin y el yang describe las dos fuerzas fundamentales aparentemente opuestas y complementarias que se encuentran en todo el universo. Dualidad que también podemos encontrar en Punta del Este: una ciudad en donde se pueden armar planes que van de lo más relajado, sencillo y natural – el yin – a lo más top y sofisticado – el yang -. La versatilidad de la ciudad esteña es tan amplia que se pueden hacer desde tours en helicóptero o wine tastings hasta un paseo en lancha colectiva a la Isla Gorriti o una caminata por el bosque, una tarde de relax mirando el atardecer o un roadtrip aventurero cruzando la Laguna Garzón. Según la filosofía del yin y el yang todo tiene su opuesto, aunque este no sea absoluto sino relativo, ya que nada es completamente yin ni completamente yang.
Estas son las propuestas que les recomendamos en MALEVA para vivir el yin y el yang en el este:
En Maldonado, el centro comercial de esta ciudad balenaria, allí donde vamos solamente a hacer algún trámite o a arreglar algo del auto, es donde los locales hacen sus compras y salen a comer. Como muchos pueblos de Uruguay, las veredas son angostas, las casas color pastel de estilo colonial con molduras blancas y circulan muchas motos o bicicletas. Un hallazgo, entre parrillas de barrio y cafés, es un restaurante súper pintoresco que ya es un éxito entre los que se animan a alejarse de los puntos más top hacia el backstage de Punta. Sí Querida surge de una iniciativa del cocinero Santiago Martín Marrero y su mujer Natalia Maga. Con ganas de alejarse del caos de temporada por un año, Santiago y Natalia armaron un pequeño restaurante en el garage de la casa de los abuelos del chef. Una propuesta distinta, con cocina de autor en un ambiente original fue la clave para que muy rápidamente Sí querida se haga popular. Hoy ya no toman reservas y los tiempos de espera pueden ser de hasta 40 minutos pero la espera bien vale la pena. La carta incluye empanadas de cordero al vino tinto, tarta de mariscos, quesadillas y una buena oferta de vinos.
“¿Viste que hay un nuevo restaurante en José Ignacio con una estrella Michelín?” se escuchaba decir a algunos veraneantes los primeros días de la temporada. “El Jardín, o Jardín… Es ahí cerca de Marismo” agregaban. Y así, boca en boca, la voz empezó a correr y pronto todos habían escuchado sobre Maca de Castro y su nuevo emprendimiento en Punta del Este. Maca junto a su hermano Daniel componen una exitosa dupla gastronómica con dos restaurantes y un servicio de catering en Mallorca. Ella nació en 1981 y desde los 18 años que trabaja entre fuegos. Desde sus inicios como ayudante de cocina fue sumando millas y trabajó junto a chefs de renombre como Andoni Aduriz, Ferran Adrià y Julián Serrano. En el 2012 ganó la estrella Michelin y hoy está reinterpretando su estilo con productos de las costas de Uruguay en un restobar marítimo de cocina mediterránea con despensa local y sin fusiones a la mode. Entre las delicias que ofrecen se encuentra el tartar de salmón al eneldo, el gazpacho de langostinos y el pulpo asado.
Una visita a Punta del Este se completa con un paseo en barco. Ya sea visitando a algún amigo, alquilando un velero o tomando la lancha colectiva a la Isla Gorriti, navegar es uno de los puntos cumbres de unas buenas vacaciones. Agua salada en la cara, pelos al viento, buena comida o un muy buen picnic, vino o cerveza, todo suma en una experiencia de mar. En el puerto, ahí junto a los lobos marinos y los pescadores, salen lanchas colectivas la Isla Gorriti. El viaje cuesta 300 pesos uruguayos ida y vuelta y el programa ideal es llevar un muy buen picnic, salir temprano y aprovechar todo el día en la isla.Eso sí: mucho protector solar, agua y algo de abrigo o una campera para la vuelta que puede ponerse un poquito ventosa.
Para el yang naútico, el Yatch Club de Punta del Este ofrece el alquiler de embarcaciones con servicio de abordo para hacer paseos a medida. Se puede pedir además el servicio de comida del restaurante de Yatch Club. ¿Lo malo o acaso lo bueno? Es solo para socios. Se toman reservas y tiene un costo por hora según cada barco.
Punta del Este es atractiva no solo por su vida nocturna, gastronómica y social sino por su geografía y su paisaje natural. Lo construido y lo adquirido. Para recorrer la ciudad lo mejor es alquilar o ir con auto y así poder visitar distintas playas y zonas. Si no, se puede usar la famosa combi que une la Península con Manantiales, que alguna vez fue una vieja Volkswagen Kombi amarilla y hoy es un cómodo micro con aire acondicionado. Los más relajados o sociables eligen hacer dedo para transportarse y siempre hay alguien buena onda dispuesto a alcanzarlos.
Para los que buscan una experiencia off limits se pueden también hacer tours en helicóptero. Excellence Turismo ofrece un paseo de 30 minutos saliendo desde El Jaguel hacia Punta Ballena, sobrevolando toda la península, la Isla Gorriti para terminar en La Barra, el puente la desembocadura al mar y sus playas. Tiene un costo de a partir de 213 dólares por persona y se pueden hacer reservas en [email protected].
Podría decirse que el shopping es, casi siempre, también parte importante de las vacaciones. Siempre que visitamos algún lugar nos queremos llevar o esa prenda de ropa que sólo podemos conseguir ahí o el souvenir más simple y simpático. En Punta las opciones son muchas y para todos los gustos, pero lo que es seguro es que con algo nos vamos a tentar. En la península, la calle Gorlero y su paralela, la calle 20, condensan la mayoría de los buenos negocios de Punta. Incluso ahí, en una misma cuadra puede estar el ying y el yang.
Está la feria hippie y está Clubhouse donde venden ropa de Polo Ralph Lauren o Max Mara. Está Doma Leather donde se consiguen camperas de cuero de buenísima calidad y Lolita donde compramos los suéters Burma. Tommy Hilfigher, Magma o el genial Indian Emporium, una megatienda de dos pisos donde se encuentran bikinis por 10 dólares, suéters por 20 y zapatos por 30. Además, siempre tienen buenas promociones y la ropa realmente es de calidad. El lado B de Gorlero es Maldonado donde también se pueden hacer compras de todo tipo y encontrar verdaderas perlitas en el Bazar San José o en El Clon.
En un afán por combinar naturaleza con buena vida, en Punta también se están ofreciendo algunas experiencias como cabalgatas, clases de cocina y recorridos de viñedos que pretenden alejarse un poco de lo tradicional y estar más en contacto con la cultura local y lo que la geografía del país tiene para ofrecer. Haras Godiva, a 10 kilómetros de José Ignacio, funciona como un pensionado para caballos. Ofrecen un abanico de actividades desde el entrenamiento para enduro hasta cabalgatas de luna llena, sets para producciones fotográficas o eventos coorporativos o clases de equitación. Las experiencias que recomendamos son la Cabalgata José Ignacio o la Cabalgata de Luna Llena, ambos paseos desde el Haras hasta José Ignacio atravesando paisajes campestres, la playa desierta y la vuelta bordeando la Laguna Garzón. Al regresar se ofrecen drinks en el bar del Haras y los precios arrancan en 100 USD el programa de dos horas.
De caballos, pero en otro plan, Estancia Vik ofrece clases de polo para sus huéspedes en su exclusivo campo de polo justo al lado del hotel. Con vista panorámica del campo uruguayo y de la Laguna de José Ignacio, los huéspedes pueden tomar clases por 150 dólares la hora o una clínica de polo de tres horas por 250 dólares. El lugar y fue elegido por jugadores de alto hándicap como Adolfo Cambiaso, Bartolomé Castagnola y Marcos Heguy.
Y en plan más gourmet, The Wine Experience Tour es otra de las actividades del lado yang. De la mando de su creador, el entusiasta Ryan Hamilton, estos tours aportan una sensación completa de lo que es Uruguay, su bebida, su comida, su gente y su lifestyle. Uno de los paseos recomendados (¡tiene muchísimos!) es el José Ignacio Experience que consiste en una degustación privada al atardecer en el inmejorable escenario de Playa Vik, frente a la playa mansa de José Ignacio. Además incluye tapas, dura cuatro horas y media y tiene un valor de 129 dólares por persona. También ofrecen el Gourmet Wine Experience en donde se visita una bodega boutique que produce solo cinco mil cajas por año. Incluye degustación de vinos tannat -la uva emblema de Uruguay-, visita de viñedos y luego un almuerzo en Playa Vik con degustación y maridaje de tres plantos y dos vinos. El paseo dura alrededor de seis horas y vale 199 dólares por persona.
En cuanto al yin de estas experiencias en contacto con lo natural, hay varias cosas que son impagables para hacer en Punta como por ejemplo caminar por las playas de José Ignacio o La Juanita a la noche mirar las constelaciones de estrellas y buscar, en el agua, las famosas noctilucas -microorganismos flúorescentes- que se apoderan de la espuma de las olas creando un efecto de otro mundo, tanto que parece ciencia ficción.
De tarde, o de mañana, una caminata por el Arboretum Lussich en Solanas nos va a aportar toda la energía que necesitamos para el día. Ubicado sobre la Sierra de la Ballena, se trata de 106 hectáreas con 400 especies exóticas y 70 autóctonas entre árboles y arbustos. Un verdadero oasis verde donde se respira aire de Uruguay.
Luego de pasar la rotonda de José Ignacio, siguiendo por la Ruta 10 parece que todo se va terminando. Las casas se ven detrás de los médanos, espaciadas, y predomina el verde, la arena y el mar. Un poco más allá llegamos a la Laguna Garzón y al fin del asfalto. Si nos animamos a seguir, subimos el auto a la balsa -que es gratuita-, y llegamos al otro lado, al mar abierto y al camino de ripio. A la izquierda pasamos por el hotel ecológico Laguna Lodge que vale la pena visitar y ver. Se trata de módulos que flotan tipo balsitas sobre la laguna, en perfecta armonía con el medio ambiente. Siguiendo camino, 24 kilómetros más adelante se encuentra Las Garzas, un proyecto inmobiliario de casas de mar de 240 hectácteas y 2 kilómetros de playas vírgenes, divididos en lotes de 2800 metros en promedio y amenities. El espíritu del proyecto es el de preservar la tranquilidad de la zona y la belleza natural que le aportan el mar y sus playas, la forestación y las cárcavas. Por esto es que un 50% del terreno está destinado a espacios verdes y áreas comunes. Se puede ir a almorzar al beach house y conocer el proyecto que muy bien vale la pena el viaje.
En el otro lado, en la cara del yin, se puede hacer el mismo camino pero preparados con un súper picnic rutero y seguir, seis kilómetros más allá de Las Garzas hasta llegar al final del camino, otra vez, y a la Laguna de Rocha. El paisaje es como nada visto en todo el camino: se trata de una extensión de agua de 70 kilómetros cuadrados y lo particular es su escasa profundidad ya que en promedio no supera los 70 centímetros. La experiencia es caminar casi sobre el agua y conectarse con lo natural. Una franja arenosa separa la laguna del mar. Allí el plan es estar, comer, meterse a la laguna y disfrutar.
La teoría del yin y el yang describe las dos fuerzas fundamentales aparentemente opuestas y complementarias que se encuentran en todo el universo. Así, todo yin es yang. Luz-oscuridad, sonido-silencio, calor-frío, movimiento-quietud, masculino-femenino, acción-reposo. Según esta filosofía, todo tiene su opuesto, aunque este no sea absoluto sino relativo, ya que nada es completamente yin ni completamente yang.
Foto Laguna de Rocha: CC-Espejismo
Foto Sí Querida: gentileza redes sociales Sí Querida