«El viaje como arte: ¿se puede ser artista sin ser nómade de mil maneras?»

¿Cómo es la relación (esencial) entre los artistas y el nomadismo? ¿El arte es en sí mismo un tipo de viaje? ¿Ser nómade es irse lejos o hay otro tipo de desplazamientos que cuentan? La curadora de arte Vic Tolomei reflexiona, en una nueva columna para MALEVA sobre el espíritu viajero y la creación/Además: los artistas que quedaron varados en pandemia, la importancia bisagra de las residencias, y el caso de dos artistas argentinos que cruzan fronteras y la rompen

El nomadismo del artista no implica siempre la lejanía absoluta, puede ser un viaje íntimo y cercano, piensa Vic Tolomei

 

«El viaje como arte: ¿se puede ser artista sin ser nómade de mil maneras?» Por Vic Tolomei para MALEVA. Fotos: Sophie Starzenski.

La relación entre el arte y el nomadismo siempre me resultó interesante. Quizás esto explica mi especial conexión con el arte urbano en donde este vinculo es bastante estrecho. Cuando hablo de nomadismo no me refiero estrictamente a la definición de diccionario, sino a las diferentes formas de nomadismo en donde el movimiento y el viaje, (tanto físico como imaginario) y la adaptación y convivencia con nuevos ecosistemas resultan vitales para la supervivencia y evolución humana.

La mayoría de lxs artistas que conozco tienen incorporado el viaje no solo como una forma de vida sino también en muchos casos como parte de su practica artística.
En el arte contemporáneo las residencias e intercambios suelen marcar puntos de inflexión, se pueden ver cambios profundos en las obras y en la forma en la que lxs artistas las conciben y conceptualizan.

«La mayoría de lxs artistas que conozco tienen incorporado el viaje no solo como una forma de vida sino también en muchos casos como parte de su práctica artística. En el arte contemporáneo las residencias e intercambios suelen marcar puntos de inflexión, se pueden ver cambios profundos en las obras…»

En artistas que trabajan en o con el espacio publico, los festivales suelen ser una forma de
intercambio en donde a partir de la interacción con esos nuevos hábitats se desprenden nuevas obras y relatos. Nuevas búsquedas artísticas y personales. El nomadismo es una condición propia del ser humano. Es parte de nuestra historia, nuestros antepasados fueron nómades. Necesitamos movernos. Hay un antes y un después de cada viaje, y en el arte esto se hace muy evidente. En medio de la pandemia y con las fronteras cerradas no pude dejar de pensar en todxs esos artistas varadxs, y en cómo se manifiesta y recicla ese vinculo en un mundo atravesado por una pandemia. Pienso también en cómo ese espíritu salvaje ¨de nuestros antepasados sigue activo en lxs artistas y en como el arte propone a su vez una nueva forma de nomadismo. El del imaginario.

¿Volvemos al mismo lugar después de cada viaje, tanto físico como imaginario? Hay muchísimos artistas nómades desperdigadxs por el mundo. Y también muchísimxs artistas que incorporan actitudes o características del nomadismo en su practica artística. En cualquier caso todxs nos invitan a viajar.

Hernan Paganini es uno de ellxs. Es de Zárate pero actualmente vive en Seattle, ¨»No es lo mismo vivir teniendo idea sobre el mundo que ir al mundo para ser. Para mi y para mi obra el movimiento es fundamental. En este humilde transitar, el arte siempre ha sido un vehículo, que me ha permitido ser y estar, herramienta fundamental para sentir y moldear el presente que respiro», dice el artista desde Bremerton quien actualmente es parte de ¨Piedra, papel o tijera, exhibición colectiva en Smart Gallery, la galería que lo representa en Argentina, dirigida por Mariela Mayorga. En el caso del arte urbano, el intercambio y convivencia con ese nuevo lugar es parte de la obra misma. La capacidad de adaptación e interacción con nuevos ecosistemas es propio de lxs artistas que trabajan en el espacio publico, y es una actitud que me hace pensar mucho respecto al nomadismo.

Semilla de Tornado, obra de Hernán Paganini en Seattle 

«En medio de la pandemia y con las fronteras cerradas no pude dejar de pensar en todxs esos artistas varadxs, y en cómo se manifiesta y recicla ese vinculo en un mundo atravesado por una pandemia. Pienso también en cómo ese espíritu salvaje ¨de nuestros antepasados sigue activo en lxs artistas y en como el arte propone a su vez una nueva forma de nomadismo. El del imaginario…»

Nina Kunan es un ejemplo interesante, en términos de viaje, la residencia que realizó en Italia marco un antes y un después, pero en su caso lo interesante es la forma en la que se relaciona e interactúa con aquellos espacios que va a intervenir. Hay un nomadismo que no implica necesariamente viajar sino que con moverse del taller alcanza. En tu misma ciudad pero en otro entorno.

Puede ser un nomadismo local, uno más simple. Hay una información que tienen los lugares que son directamente una propuesta, y eso conlleva siempre adaptarse, transformar la práctica, torcer ciertas cosas y alimentar otras. Nina es parte del actual programa KM0 del Museo de Arte Moderno, junto con muchxs otrxs artistas que reflexionan acerca del espacio publico y la forma en la que nos vinculamos con el. Hay tantos artistas viajeros por el mundo, por nombrar solo algunos: Nicolás Romero Escalada, Luz Peuzcovich, Marina Paez Morsh, Alejandra Seeber, Ramiro Smith Estrada, Dai Ruiz. Marcos Mangani, Franco Fasoli, entre otrxs.

Pienso en nomadismo y no puedo dejar de pensar en como nuestra propia constitución anatómica revela que estamos hechos para movernos. No tenemos raíces sino pies por lo tanto el viaje (sea de la forma que sea), se configura como una dimensión constitutiva de nuestra humanidad y nuestra identidad. Todxs somos nomades.

Nunca volvemos al mismo lugar después de un viaje, al final de cada uno lo que deviene es un cambio cultural en la forma de imaginar, representar y regular el mundo en el que vivimos. El arte es definitivamente una forma de viaje y lxs artistas son nomades contemporáneos.