El 16 de febrero se celebra el día de una de las uvas más antiguas del mundo y que es orgullo (por sus vinazos) en Australia/¿Cuál es su verdadero origen? ¿Cómo son sus vinos? / Una curiosidad: se adapta muy bien a climas diferentes/Además: dos etiquetas locales para recomendar
Syrah es una cepa francesa que es emblema de Australia pero tambien se da muy bien en Argentina
El 16 de febrero se celebra el día mundial del Syrah, una de las uvas más antiguas y que si bien encontró su desarrollo y fama en el Valle del Ródano en Francia, tiene su segundo hogar en Australia, conocida como Shiraz y que es como nuestro Malbec para el país de Oceanía.
Syracusa en Sicilia, el Rhone en Francia y Shiraz en la antigua Persia son los tres puntos de donde se creía que provenía esta variedad. Pero los estudios en 1998 de ADN de la universidad de Davis y Montpellier determinaron que la Syrah es el resultado del cruce de dos variedades del sur de Francia: la Dureza (tinta) y la Mondeuse Blanche (blanca).
Esta uva llegó a ser una variedad muy buscada en el comienzo del nuevo milenio y después fue perdiendo lugar ante otras cepas. Actualmente encontramos esta uva en vinos varietales en distintas categorías de precios y en vinos de corte-blends.
Si bien actualmente hay muchos varietales nuevos o que se encuentran más de moda, el Syrah continúa teniendo un público fiel.
«El 16 de febrero se celebra el día mundial del Syrah, una de las uvas más antiguas y que si bien encontró su desarrollo y fama en el Valle del Ródano en Francia, tiene su segundo hogar en Australia, conocida como Shiraz y que es como nuestro malbec para el país de Oceanía…»
¿Y cómo son los Syrah?
«A modo general podemos decir que los vinos de Syrah tienen un carácter especiado y a fruta negra tipo zarzamora, con cuerpo de medio a amplio según el lugar donde la uva provenga, y en algunos casos una gran longevidad», le explican a MALEVA desde la bodega Terrazas de los Andes.
En relación al clima, esta variedad precisa de climas moderados a cálidos. La crianza en madera suele integrarse bien con el Syrah, otorgando notas ahumadas que a veces provienen de la madera y otras – como en los famosos Côte-Rôtie – del suelo y el terroir. Con los años los mejores exponentes pueden desarrollar una gran complejidad aromática exhibiendo notas a cuero, tierra mojada y hojas secas.
“Una característica de esta variedad es que es súper “plástica” se adapta a muchos tipos de clima, entregándote distintos perfiles de vino según el clima. Es una variedad que funciona muy bien en zonas calientes porque produce buenos vinos con buen color, con mucho cuerpo, y en zonas frías te da vinos muy interesantes con más acidez, con más frescura», comenta Gustavo Ursomarso, Ingeniero Agrónomo de Terrazas de los Andes
Presente en la mayoría de las provincias vitivinícolas de Argentina, el Syrah registró en el año 2019, un total de 12.246 ha cultivadas (1). La provincia de Mendoza tiene la mayor cantidad de SYRAH del país, alcanzando en 2020 las 8.513 ha (69,5%), seguida por San Juan con 2.707 ha (22,1%) y el resto de las provincias con 1.026 ha.
Dos Syrah de Terrazas de los Andes que no decepcionan:
1) Syrah reserva 2018: excelente compañero de carnes rojas y pastas / «Una de las mejores cosechas de los últimos diez años»
2) Altos del Plata Syrah 2019: potente, jugoso y elegante hacia el final
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Fotos: son gentileza Unsplash