Core, con su propuesta de pasta al paso y una onda neoyorkina
El Centro no es un barrio, son varios. Uno de ellos es el que está cerca de Plaza San Martín, cerca de Retiro, cerca del Bajo: el «centro cerca» de los vienen del norte de la ciudad. Muchos trabajan por la zona pero todos tenemos que ir, inevitablemente, en alguna ocasión. ¡Mejor si hay algo rápido y rico para comer! Por suerte este centro no es ajeno a la nuevas tendencia gastronómica: cocina rápida de alta calidad y coctelería de autor. El fuerte es el almuerzo pero las noches con el centro vacío también tienen su magia. ¡Pasen y beban! Estos son mis cinco preferidos para MALEVA.
Con lo que nos gusta la pasta a los argentinos… ¿cómo tardó tanto en existir un lugar así? ¡Y qué pasta! Es de pura sémola, lo cual la hace más sana, y está hecha a diario en una máquina traída especialmente de Italia. Hay pasta larga (fettucini y spaghetti) y pasta corta (conchiglie, rigatoni, fusilloni rustici, casarecce y busiatta avelinese), y distintas salsas para combinarlas. Además durante el día sirven buen café con una sfogliatella soñada. buen Sus dueños son Marco Bigotti, que trabajó varios años bajo las órdenes de Germán Martitegui, y el romano Federico Scoppa, ex Cucina Paradiso: garantías de alta calidad.
Core. Maipú 819. Lunes a viernes de 9 a 19.
En el sector frío: ensaladas, sandwiches, wraps, burritos y postres. En el sector caliente: sopas, curries o algún guiso inspiración del chef. Una gran ventaja es que tienen medias porciones, lo cual permite combinar, por ejemplo, un super veggie wrap (con hummus de choclo y zanahoria, berenjenas asadas, bocconcinos y rúcula) y una sopa de espinacas (con queso crema, cebollas rostizadas y semillas tostadas). Está ambientado con simpleza y buen gusto y también tienen buen café, colombiano orgánico, durante todo el día.
Salt Coffee & Kitchen. Maipú 558. Lunes a viernes de 9 a 19.
El local angosto con un neón en la puerta que reza Ramen & Drinks, parece salido de una película de Wong Kar Wai. Su dueño Martín Jiang es hijo de chinos y, aunque los platos que sirve son japoneses, lleva en la sangre los sabores orientales. Nada más reconfortante para el invierno que un buen ramen (caldo bien sabroso, fideos amasados en la casa, verduras frescas varias, opciones de carnes y huevo reglamentario). De noche se abre el bar subterráneo, con tragos con ingredientes asiáticos, como el Ume Sour, con licor de ciruela ume, una maravilla), creación del bartener Nicolás Constantín. Para picar: gyosas (esos «ravioles» asiáticos), baos («sandwhich» de pan al vapor) y banh mi (sandwiches). De culto.
San Martín 430. Lunes a sábado de 12 a 23:45.
El original abrió en Montserrat, otro centro porteño, pero ahora se mudó al centro chic, en la flamante Torre Bellini. El local es amplio, con maderas recicladas y paredes verdes que invitan a pasar un largo happy hour. Las hamburguesas son bien power. La estrella del momento es la Matador, de cerdo con panceta ahumada y huevo, muy digerible si se baja con unas cuantas cervezas. También tienen buenas ensaladas y ricas sopas del día. Para los carnívoros compulsivos hay un bife de chorizo de 400 gramos con papas soufflé. Un lindo refugio urbano.
Deltoro. Esmeralda 928. Lunes a viernes de 8 a 24. De martes a domingo de 10 a 00 horas
Una casona señorial del centro con una propuesta de coctelería de alto vuelo a cargo de Sebastián Maggi (ex Four Seasons). A nivel de la calle hay una cafetería con buenos almuerzos ejecutivos y café de calidad. De noche, escaleras arriba, es uno de los bares con más clima de la ciudad. Una barra imponente, mesas altas para compartir con gente y cómodos livings para comer en pareja. La especialidad son las carnes a las brasas y podés comerte un buen plato o compartir platitos (provoleta de cabra, langostinos a las brasas, mollejitas, etc). Sus tererés (tragos servidos en vasos de bambú con bombilla) ya son un clásico. También sus vinos de alta gama por copa.
Shout. Maipú 981. Lunes a viernes de 12:30 a 15:30 y de 18 a 2. Sábados de 20 a 3.
Fotos: gentileza restaurantes y bares mencionados.