Como todo en esta crisis, no hay punto medio: o la pareja lo sufre fuerte o sale fortalecida
Psicosis, besos con barbijo (y sexo frenético): el – contradictorio – amor en los tiempos del Coronavirus / Primer entrega. Por Agustina Devincenzi
La imparable expansión del coronavirus ya repercute en todas las esferas de la vida, incluido el plano amoroso. ¿Para tanto? Quizás suene exagerado, pero sí. ¡Hasta el amor sufre las consecuencias del Covid-19! “La psicosis por la nueva enfermedad afecta de una u otra manera a millones de personas, que ante una situación sorpresiva y desconocida como esta no saben cómo lidiar con el estrés que provoca. A tal punto que impacta en las relaciones de pareja, porque el amor no está exento”, le dice a MALEVA Denise Fernández Coscia, licenciada en Psicología.
Para la experta, “es normal sentir nervios ante un evento nuevo y amenazante”. Es lógico, entonces, que muchos no sepan cómo manejarlo. “Hay que tener en cuenta que no todos cuentan con los mismos recursos. Se generan así consecuencias psicológicas negativas, como una preocupación excesiva y un temor grande a enfermarse o morirse. Esto explica por qué el contacto humano se restringe lo máximo posible, por más que el otro sea una persona conocida o incluso nuestra pareja”, explica.
“En un mundo híper conectado y con sobredosis de información, los mensajes a veces son confusos, generan angustia e incertidumbre y conducen a conductas compulsivas innecesarias y peligrosas en términos sociales”, afirma José Abadi, director de la licenciatura en Psicología de la UADE y titular del Consejo Consultivo de la carrera.
Y esto es realmente preocupante. Porque, según los especialistas, teniendo en cuenta que la desesperación se apoderó de la sociedad, no hay nada más contagioso que el miedo.
«En la previa de la cuarentena, en Twitter, circularon cientos de gráficos explicativos sobre cómo saludarse sin contacto físico. La app de citas Tinder les recomendó a sus usuarios «protegerse». Cuando se produce un match, aparece una advertencia que los dirige a los consejos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). “Queremos recordarles los cuidados que deben tomar», sostienen desde la empresa…»
“Es un problema cuando se instala de forma permanente: nos limita e interfiere en la capacidad de gestionar la situación con inteligencia. Además, si esta sensación persiste, se convierte en un problema que se agrega a la ya compleja situación sanitaria”, opina la licenciada en Psicología y docente de la Universidad Abierta Interamericana (UAI) María Laura Santellán.
¿Chau entonces por un tiempo a besos apasionados, bailes pegados, encuentros sexuales fogosos, citas y cenas a la luz de las velas? ¿Quedan exceptuadas de estas restricciones los enamorados que conviven o atraviesan juntos el aislamiento social? ¿Qué hacemos ahora que las salidas a restaurantes, bares, after office, boliches y otros tantos espacios están vedadas? ¿Cuánto tiempo tendremos que esperar para volver al ruedo? ¿La cuarentena ayuda o perjudica a las parejas? ¡Muchos interrogantes!
¿Ni besos ni abrazos? ¿En cama separadas? ¿Y tinder qué onda?
Los síntomas del impacto del coronavirus en el amor ya se hacen notar. De forma preventiva, antes de que empezara a escalar la problemática, muchos renunciaron a los besos y abrazos. Incluso al sexo, optando por dormir en camas separadas. Otros, que todavía no se animan a restringir al 100% el saludo, se besan con barbijos y suben las fotos a las redes de esta particular muestra de amor.
En la previa de la cuarentena, en Twitter, circularon cientos de gráficos explicativos sobre cómo saludarse sin contacto físico. La app de citas Tinder les recomendó a sus usuarios «protegerse». Cuando se produce un match, aparece una advertencia que los dirige a los consejos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). “Queremos recordarles los cuidados que deben tomar», sostienen desde la empresa.
También puede ser una oportunidad para fortalecer el vínculo y todo se convierte en un plan romántico
Pero así como algunos extremaron las medidas de precaución, otros, en cambio, ven a la cuarentena como una oportunidad para pasar tiempo juntos y fortalecer el vínculo. Ahora, los programas románticos consisten en dedicarse a las tareas domésticas: compartir los quehaceres del hogar, salir de compras al supermercado, cocinar, limpiar la casa, ver series y películas, y, claro, hacer el amor.
“En un mundo híper conectado y con sobredosis de información, los mensajes a veces son confusos, generan angustia e incertidumbre y conducen a conductas compulsivas innecesarias y peligrosas en términos sociales”, le explica a MALEVA José Abadi, director de la licenciatura en Psicología de la UADE…»
Camas separadas y sexo frenético: dos extremos de la misma moneda. Según Fernández Coscia, estas reacciones opuestas tienen que ver con que la razón y la emoción no van de la mano. “Son tiempos difíciles para el aparato psíquico, que no puede procesar tantas alteraciones juntas. No se trata de reemplazar el chip y listo. No funciona así. El cambio es un proceso, y en el medio hay muchas contradicciones. Por eso, se dan estas posiciones antagónicas”, analiza, y agrega que “esto explica por qué muchos corren a comprar alcohol en gel, pero se siguen besando y a la hora de tener una relación carnal dejan de lado sus preocupaciones”.