La impronta moderna del café urbano
Hay un novedoso polo gastronómico en la Ciudad que está en plena ebullición y por fuera de los circuitos obvios. Es el corredor Donado Holmberg, en Villa Urquiza, una zona que se reinventó y que ofrece cada vez más: desde una propuesta sofisticada que nació en Palermo y conquistó paladares hasta una rotisería gourmet y una vinoteca boutique con etiquetas seleccionadas. Aquello que fue un proyecto trunco de autopista en la dictadura militar, devino en un espacio urbano que crece, con numerosos emprendimientos inmobiliarios con un perfil arquitectónico moderno y también emprendimientos gastronómicos. El corredor tiene edificios de cinco pisos retirados de la vereda, veredas anchas, superficie verde y, sobretodo, la tranquilidad de un barrio con casas bajas. Entre los proyectos de viviendas más destacados se encuentran Entreverdes (Estudio Abramzon), MoHo y Donado 1655 (Hojman). En esta nota te contamos las coordenadas gastronómicas que están volviendo a estas cuadras un territorio trendy al que hay que empezar a tener en cuenta.
La propuesta de pastelería y cocina orgánica que nació en Palermo y ya es prestigiosa en la escena culinaria porteña, desembarcó en la esquina de Holmberg y Monroe. En un local que forma parte del edificio MoHo, con gran espacialidad, techos altos, mucho vidrio y luz natural en la fachada, se pueden apreciar los detalles que hacen a la identidad de Ninina: la barra de mármol, la mesa comunitaria y las tortas exhibidas como joyas en la vidriera. Uno de sus dueños, Emmanuel Paglayan, le contó a MALEVA: “Más allá de que este barrio no fue nuestra primera opción, en cuanto vimos el local y el entorno estuvimos convencidos de que era el lugar ideal para el nuevo Ninina”. La carta de esta nueva sede de Ninina es igual que la de Gorriti; hay un brunch exquisito para dos personas que se marida con Aperol Spritz, riquísimas tostadas con palta, hamburguesas de carne vacuna o vegetarianas que se pueden personalizar y, por supuesto, tortas con el sello de Ninina como la Lola Mora, de avellanas, harina de almendras, ganache de chocolate amargo y frutos rojos. Además del café espresso preparado en la máquina La Marzocco, la novedad (y gran diferencial) es que en este local se estrena la máquina Giesen, que sellará otra gran cualidad de Ninina y suma otro eslabón a la cadena de elaboración de café: la tostaduría de importados de Brasil, Colombia, Bolivia y Perú. Sí, en Ninina van a tostar los granos de café. Por último, sobre la aventura de emprender nuevamente con su marca en otro territorio, Emmanuel agregó: “Nos gustó la idea de apostar por un barrio joven, nuevo, en pleno desarrollo, con el que nos sentimos identificados por la onda verde, los edificios bajos, las plazas, el retiro de los edificios de la calle y creemos que la propuesta de Ninina es universal, cosmopolita, y nunca fue pensada como algo que pudiera funcionar sólo en Palermo. Está claro que es un lugar menos obvio que otros barrios”.
Los vecinos de la zona ya tienen su rotisería gourmet, Achedelugo, que está ubicada en una de las esquinas de Donado y Sucre. La propuesta es cocina casera, pensada para llevar o para disfrutar ahí mismo, con vino boutique o cerveza artesanal. Los creadores del proyecto son Laura y Esteban, un matrimonio que vive a pocas cuadras del local y que apostó al crecimiento del polo gastronómico que se consolida cada vez más. Ofrecen una carta de día que incluye, entre numerosas opciones, un sandwich de pastrami, bondiola con salsa de cerveza, ribs con barbacoa, malfatti de espinaca y un risotto de quinoa. Además hay entradas sugeridas, como la provoleta ahumada, el salmón gravlax y los portobellos.
También la rotisería ofrece variedad: ensaladas frescas, bandejas con raciones de espinacas gratinadas, berenjenas parmesanas, portobellos rellenos, tortilla XL de papas y tartas del día. Y además de la selección de vinos boutique, en Achedelugo ofrecen cerveza artesanal tirada con el servicio de recarga de Growlers, para acompañar acompañada con picadas elaboradas con productos propios. Sobre la elección de la zona, Laura contó a MALEVA: “Cuando vimos el local fue amor a primera vista, y aunque estaba muy desmejorado y no sabíamos muy bien qué íbamos a poner, dimos el sí y lo alquilamos. La zona aún estaba con muchos terrenos tapiados, pero siempre supimos que había mucho potencial, y después de 10 meses de obra, abrimos las puertas de Achedelugo”.
Oveja Negra Wines es la nueva vinoteca del corredor que ya se ganó la fidelidad de muchos vecinos. Cuenta con más de 300 etiquetas de vinos boutique especialmente seleccionados y una gran variedad de cervezas del mundo, como la Paulaner o las distintas versiones de Fullers, entre otras. En Oveja Negra hay catas dirigidas, degustaciones y una cálida barra de madera donde se puede simplemente disfrutar de una copa de vino. Algunas de las tantas etiquetas que se pueden encontrar en esta vinoteca boutique son un La gran revancha blend, Laureano Gomez Pinot Reserva 2014 y Catalpa Assemblage 2014.
En una de las esquinas de Donado y La Pampa, con fachada rosa claro y estilo colonial, está El Bohemio, un café-restaurante que abrió sus puertas en 2014 y fue pionero en el embellecimiento de la zona. En este lugar reina una atmósfera cálida e inspiradora, la ambientación es clásica y, cada tanto, hay muestras de fotografía, shows de música o talleres literarios. Si bien nació como una propuesta cafetera, la demanda del barrio hizo que se transformara en restaurant. Por eso, en El Bohemio, la carta ofrece platos clásicos como tortilla de papas y pastas hasta sugerencias especiales del día bastante eclécticas, como osobuco y polenta al molde o tapas.
Café Urbano abrió en julio de 2016 y su estética está en plena sintonía con el estilo de construcción de los edificios de la calle Donado. El local es muy luminoso, con estructura de ventanales y techos de doble altura y su atmósfera es cálida y moderna. Entre los detalles que hacen a la estética del lugar, hay obras de artistas exhibidas en venta, plantas y sillones cómodos. Su carta ofrece una amplia variedad de cafés, como el caramel machiatto, y frapuccinos. Una sugerencia para la hora del té: los macarons de pistacho.
El proyecto con alma de barrio, como se define la propuesta de Le Blé, tuvo su primera sede en el barrio de Chacarita, ya tiene 15 sucursales y una próxima a inaugurar: la de Donado. Le Blé ganó prestigio por su boulangerie, su viennoiserie y el gran tazón de café con leche. Esta será, entonces, otra de las opciones de desayuno, almuerzo y merienda que ofrecerá el corredor Donado- Holmberg.