Sin dudas, uno de los grandes recuerdos que retenemos de esas vacaciones inolvidables es aquel buffet que nos esperaba al bajar de la habitación. Esos días en el que nos damos los gustos desde temprano y somos capaces de desayunar felices –y sin culpa– desde huevos revueltos hasta panceta con la taza de café con leche al costado del plato. Para volver a disfrutar de ese momento único y hacer una merecida pausa en el frenesí porteño, te pasamos la data de cuáles son los hoteles que hoy apuestan a desayunos abiertos al público. ¿El desafío? Desayunar en un hotel en plena calle Corrientes o en un íntimo jardín entre turistas y luego poder seguir rumbo a la oficina ¡O tomarse el día libre!
Como ya nos tiene acostumbrados, esta mansión construida en 1912 suele abrir sus puertas al público sin ningún tipo de tapujo. Desde sus after office con una completa oferta de coctelería hasta su delicado restaurante con ese servicio impecable de Hotel cinco estrellas, pero en modo Boutique. Su “free pass” abre al amanecer con dos diferentes propuestas: El clásico desayuno americano ($480) con jugos frescos, café o té y servicio de buffet –el cual incluye huevos orgánicos en diferentes cocciones–; o directamente a la carta, con selección especial de panadería, cereales, infusiones, café, jugos naturales o frutas frescas de estación.
Para empezar el día en un entorno de elegancia con una atención muy de primer nivel (súper presente pero a la vez sutil). Con vista al jardín escalonado de este fabuloso palacio de la belle époque porteña (lo mejor es en los días templados acomodarse en la terraza) y rodeados de la más exquisita boiserie, el desayuno puede ser a la carta: desde frutas de estación hasta huevos pocheados u hongos; o puede ser con distintas opciones en clave de menú, como el desayuno Argentino que es clásico con medialunas, selección de jugos y café con leche o el Piano Nobile con stand de viennoiseries, selección de huevos orgánicos a gusto con elección de guarnición o el muy completo desayuno Saludable que consiste en jugo de frutas o vegetales, smoothie a elección, 1 té verde antioxidante, rebanadas de pan de cereales orgánicos acompañadas de queso de cabra y compota de frutos rojos, huevos revueltos acompañados con tomates secos, vegetales frescos y palta. La pastelería y los dulces del Duhau (waffles, pancakes y tostadas francesas “servidas con frutos rojos de estación y miel de caña”) no se quedan atrás. También hay una selección de grand crus de Nespresso. Desayunar en el Duhau es una experiencia con aires tan elegantemente parisinos que hasta algunas de las mozas son francesas.
Si bien su terraza se convirtió en un clásico de los after office durante el verano porteño, este hotel cuatro estrellas del barrio de Retiro también abre sus puertas al público con su desayuno buffet. De lunes a viernes, su salón desayunador abre a las 7 de la mañana y recibe gran cantidad de ejecutivos que se toman su momento de relax antes de comenzar la jornada laboral. Los fines de semana, la cita se extiende hasta las 11 y los desayunos ($240) suelen ser más relajados: la variedad de panificados y pastelería casera son las vedettes del lugar.
Palermo siempre tiene sus rincones escondidos que vale la pena conocer y Palo Santo es uno de ellos. A menos de tres años de su apertura, su característica principal es “ser el primer hotel verde urbano de Latinoamérica”. Su arquitectura muy particular contiene más de 900 plantas que cubren las fachadas, fuentes de agua que recorren el edificio y un jardín lleno de plantas y flores. El desayuno ($180) se sirve en la planta baja del hotel –donde a la noche funciona el restaurante de comida Nikkei Namida– con una vista relajante al jardín: ahí también se puede desayunar sin problemas, aunque primero la ola polar debería dejar Buenos Aires. Dato: para los amantes verdes, no dejen de probar sus Canastas de verdura.
Si buscás aprovechar al máximo ese tiempo libre matutino, la eficiencia de las grandes cadenas hoteleras son una buena opción. En ese sentido, el Intercontinental –que tiene 166 hoteles en más de 60 países– está ubicado en el corazón de San Telmo y ofrece una atención cinco estrellas que nunca falla. Además de opciones a la carta, desde el amanecer tenés dos tipos de desayunos. El Buffet Internacional ($283) tiene jugos de frutas y espumante, así como panceta crocante, salchichas y huevos revueltos. Y el Desayuno Mediterráneo ($223) es otro de los favoritos, con una gran variedad de pastelería, frutas frescas o secas, quesos y salmón ahumado, pensadas especialmente por el chef ejecutivo del Hotel, el francés Bertrand Eginard.
En la avenida que nunca duerme y con un gran jardín vertical de fondo, Novotel Buenos Aires es de esos lugares best buy que sorprenden en la Ciudad. Ubicado a dos cuadras del Obelisco, el hotel se destaca por sus propuestas a buen precio, diseñadas por Mauro Campos, Chef Ejecutivo de Novotel. Además de su almuerzo buffet –un clásico para los oficinistas de la zona– también ofrecen desayunos bajo la misma modalidad. Desde las 7 de la mañana, las puertas de este hotel se abren para que los porteños y turistas disfruten de un desayuno ($225) con frutas, yogur, panificados, huevos revueltos y salchichas, así como de propuestas bien locales como churros y chipá.
Este hotel con estilo minimalista es otro de los que apostaron al desayuno buffet ($330) al mejor estilo “all inclusive”. Waffles, salchichas grilladas, huevos revueltos, mermeladas caseras y todo para disfrutar de un despertar en uno de los barrios más modernos de la ciudad. Para los más deportistas, esos que apuestan por un desayuno energético antes de salir a correr o andar en rollers por Puerto Madero, el buffet cuenta con excelentes propuestas nutricionales con gran cantidad de frutas, además de cereales y yogur casero.
Si bien todos los hoteles de esta cadena ofrecen el servicio de desayuno para personas que no estén hospedadas, elegimos este por su estratégica ubicación: a metros de la Plaza de Mayo. Porque, si de jugar a ser turistas hablamos, ¿qué mejor que desayunar y después recorrer –y redescubrir– una de las zonas más pintorescas de la Ciudad? La modalidad también es buffet ($310) y se destaca por sus panes elaborados con masa madre con distintos tipos de semillas, así como por sus propuestas healthy de bebidas. También tenés frutas de estación, productos gluten free y una propuesta con toque criollo: mate y pastelería regional elaborada en el día por la chef pattisier.