Cinco novedades para conocer en 24 horas/MALEVA en diálogo con los creadores de proyectos que revitalizaron Buenos Aires este verano/Una propuesta fresca en los salones del MALBA, un lomo a la pimienta en un bistró estilo francés y un martini de autor en el nuevo bar de Tres Monos y Niño Gordo/Además: en unos días llega el primer onigiri bar de la Argentina.
Víctor Audio Bar (nuevo en Palermo) evoca la sensación de estar en un sofisticado bar de Nueva York en los años 50.
De un Flat White en el MALBA a un martini en un bar nuevo y muy Nueva York: cinco aperturas para cinco momentos del día en Buenos Aires. Por Federica Gimeno.
El comienzo del año es el augurio de una convergencia de fenómenos para muchos: amores de verano, proyectos personales, nuevos trabajos, mudanzas o viajes. Buenos Aires, por su parte, tiene su propio fenómeno de año nuevo: la apertura de flamantes propuestas gastronómicas. El inicio del año se consolida cada vez más como el génesis de proyectos ambiciosos y vanguardistas, que traen consigo una bocanada de aire fresco frente al verano porteño.
Desde los días largos de luz y sombra bajo los palos borrachos, hasta las noches emblemáticas e impredecibles, Buenos Aires se convierte en el escenario ideal para practicar el hedonismo: comer, beber y celebrar. Desde el primer bar de onigiri en Argentina hasta un restaurante en un museo de arte moderno; estas aperturas apelan a los sentidos y convocan a la exploración. Acá, cinco lugares novedosos en la escena gastronómica para conocer en cinco momentos diferentes del día.
1) Coronado: empezar el día tomando café envuelto en la inspiración de un museo (y con una torta vasca casera). / Av. Pres. Figueroa Alcorta 3415 – Palermo.
Una de las grandes aperturas que deslumbran la ciudad es, innegablemente, Coronado. Ubicado en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires, nace de la asociación entre Martín Salomone, Ivo Lepes, Hernán Buccino—quienes previamente habían trabajado juntos en Chui—y Martín Lukesch.
«Revitalización» es la palabra que Ivo utiliza para describir el motor creativo del proyecto: revitalizar el restaurante del MALBA y transformarlo en un espacio dinámico que funcione todo el día, ofreciendo “excelencia, un ambiente relajado y una hospitalidad impecable, en armonía con la identidad del museo”, comenta en diálogo con MALEVA. Su propuesta respeta la identidad del museo, confluye y genera una sinergia en constante diálogo con su entorno.
Coronado tiene un halo de armonía que define su ‘ambiance’, transmitiendo pureza, sencillez y sofisticación. Como parte de una evolución natural, el clima también fluctúa progresivamente según los momentos del día: por la mañana transmite serenidad, y por la noche, la iluminación y su sistema de sonido, Hi-Fi, empiezan a crear una mística envolvente. «Prestamos especial atención a la luz, integrando un sistema de iluminación dinámico que se adapta a cada momento del día. De noche, la apuesta lumínica se intensifica, generando una atmósfera envolvente y sofisticada, perfecta para cerrar el día en sintonía con la ciudad», comenta Ivo.
La estética de Coronado es rica en detalles y sutilezas, con materiales como espejos, madera y telones en diálogo para crear confort visual y acústico. «Queríamos un espacio contemporáneo que evocara ciertos códigos de la gastronomía porteña tradicional, sin caer en la nostalgia. Buscamos una estética con carácter, calidez y armonía con el museo», agrega Ivo.
La propuesta gastronómica se basa en platos entrañables y familiares, elevados hacia un alto nivel de ejecución y precisión. Con una cocina de producción propia—desde la panadería y pastelería hasta cada detalle de sus preparaciones—ofrecen opciones para todos los gustos: desde ostras, chipirones y pescados hasta hamburguesas, milanesa de peceto y sus icónicas papas fritas doble cocción .
2) Mitingu: un onigiri de Umeboshi o un sando de pastrami al paso, en el primer onigiri bar de Argentina. / Av. Lidoro J. Quintero 1490 – Núñez.
Al igual que otros innovadores proyectos gastronómicos, Mitingu nace de la fuerza creativa de tres jóvenes amigos: Segundo Farrell, chef de la escuela de Francis Mallmann y dueño de La Joya en Lisboa; Axel Meunier, productor y co-fundador de Collage Universe y la agencia Agite; y Martina Quesada, artista que divide su tiempo entre París y Buenos Aires.
Mitingu, derivado de ‘punto de encuentro’ en japonés, busca ser «el primer Onigiri Bar de la Argentina, un concepto innovador, fresco y, sobre todo, accesible«, comenta Axel en conversación con MALEVA. Exportando desde Japón una gama de sabores complejos y exóticos concentrados en sus sandos u onigiris, buscan amalgamar la practicidad del take away con la creatividad culinaria. Fiel a la raíz de su nombre, buscan ser un umbral de unión que reúne aquellos que buscan gastronomía al paso, asequible, audaz y de calidad.
Para una primera visita, los creadores recomiendan el Sando de Pastrami o de Trucha, y el Onigiri de Atún o Umeboshi, preparado con ciruelas fermentadas. Con una estética urbana, con un influjo artístico y el diseño como expresión de identidad, esta nueva apertura tiene un espíritu auténtico que transmite un ambiente genuino, relajado y orgánico.
Mitingu abre a principios de marzo en un moderno y pequeño espacio cuidadosamente curado en el barrio de Núñez. Invitan al porteño, atrapado en la vorágine de la rutina, a hacer una parada para disfrutar de un café o un bocado japonés, y seguir su camino con su paladar estimulado. En principio, abrirán de 9 a 18 horas, con la proyección de extender su horario a la noche en el futuro.
3) Continuo Café: el día continúa con un Citric Cold Brew, un roll de canela y Miles Davis o Pink Floyd de fondo. / Machaín 3632 – Saavedra.
Continuo llegó a Saavedra en diciembre con una propuesta fresca, impulsado por el deseo de años de su dueño Julián de crear un local, junto a su padre, que honrara su afición por la música y por el café, al que aprendió a valorar en su experiencia trabajando en cafeterías.
Inspirado estéticamente en los lugares de escucha japoneses como Stereophonic Sound o KOMFY, mantiene la espontaneidad que caracteriza a las cafeterías de Buenos Aires. Con una propuesta minimalista, el espacio gira en torno a un mueble de madera que alberga una colección de CDs y vinilos. “La música es transversal al local, estamos todo el día escuchando, hablando de música y compartiendo experiencias. Toda la colección de discos se puede ver, tocar y elegir. También los clientes traen sus discos, cassettes o cds”, comenta Julián.
La colección abarca una ecléctica variedad de géneros, desde Astor Piazzolla hasta Miles Davis, y desde Pink Floyd hasta Dua Lipa. La selección es una colección personal, curada por el dueño junto a su hermano, e invita tanto a los residentes de siempre como a los nuevos vecinos jóvenes del barrio a detenerse a tomar un Citric Cold Brew, un roll de canela con brown butter frosting y a relajarse como en casa.
4) Roa Bar: transportarse a un ambiente de bistró parisino, a la luz de las velas y disfrutar de una ceja a la pimienta con papas fritas. / Cabello 3788 – Palermo.
Roa bar es el resultado de la sinergia de las dos hermanas y emprendedoras gastronómicas: las Zeballos, dueñas de emblemáticos lugares porteños. Lucila, por su lado, es dueña de Birkin y Ángeles, de Atte Pizzeria y gris gris. Dejaron que el tiempo y la experiencia de cada una crecieran, sabiendo que en algún momento sus caminos confluirian en un proyecto en común: Así nació Roa, en el espacio donde antes funcionaba Tora, el restaurante asiático de Lucila, quien sintió que había cumplido su ciclo. Un proyecto tan personal, que, inclusive su nombre, ROA alude a las iniciales de sus hijos: Roque, Oliverio y Astor.
Su búsqueda estética genera una atmósfera cálida que transporta a un bistró parisino sin dejar de lado los detalles porteños: velas, lámparas antiguas que evocan las italianas de Murano, una isla central de acero con un ramo imponente de flores, su vajilla, sillas de madera y su inconfundible ventanal circular.
Roa es una oda al buen comer y a los clásicos, donde la simpleza se amalgama con la elegancia y da como resultado platos que apelan a los sentidos, la memoria y el afecto. Angeles define a ROA como ¨un bistró de cocina clásica internacional. Comida simple, ingredientes básicos, pero ejecutados con la mejor técnica y con los mejores ingredientes¨.
El menú ideal para una primera visita incluye, de entrada, la ricota hecha en la casa o el paté de hígados orgánicos con puré de dátiles y avellanas; como principal, la ceja a la parrilla o su majestuosa milanesa de lomo, acompañada con limón vestido de una tela fina; y de postre, su Copa Roa.
5) Víctor Audio Bar: terminar el día martini en mano y en un ambiente que te traslada a Nueva York en su Edad Dorada. / Soler 5130, Palermo.
En el auge de la fascinación por lo analógico y las experiencias vinílicas, este febrero abrió Víctor Audio Bar, el proyecto gastronómico de Tres Monos y Niño Gordo, dos referentes sólidos en la escena coctelera y gastronómica de Palermo.
Con aires neoyorquinos de la Edad Dorada, fusionan la cocina americana de comfort food con una coctelería clásica que rinde culto al martini, invitando al cliente a transportarse en el espacio y el tiempo a un bar con diseño de estilo Mid-Century Modern, evocando la sensación de estar en un sofisticado bar de Nueva York en los años 50.
La música es el núcleo de Víctor Audio Bar: el sistema de sonido alcanza hasta 90 decibeles, generando una experiencia acústica inmersiva. Con una rotación de DJ’s, estos se ubican en una cabina junto a la barra, amplificando la energía de la noche. El bar cuenta con la primera rockola del mundo que puede manejarse con auriculares, permitiendo al comensal elegir su propia banda sonora en un espacio compartido y generando una experiencia íntima y única.
La coctelería, diseñada por Sebastián Atienza, Charly Aguinsky y Gustavo Vocke, propone una carta que traza la evolución del martini, ofreciendo una experiencia de exploración de sus distintas versiones. Entre ellas, el «Martínez’, elaborado con Tres Monos Gin, Ginebra Llave, Cocchi Di Torino Vermouth, J. Cartron Marrasquino y Bitter Angostura. Sebastián comenta que parte de su deseo es introducir al público en el universo de este icónico trago. “Mientras muchos bares apuestan por cócteles de autor y tendencias contemporáneas, nosotros queremos rescatar los grandes clásicos y reivindicar su legado”, agrega.
La propuesta gastronómica, a cargo de Pedro Peña, gira en torno a un menú americano contemporáneo. La carta incluye servicio de caviar como iniciación cosmopolita, además de platos que destacan productos de mar, pollo frito y ojo de bife.
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Las fotos: son todas gentileza para prensa de los lugares mencionados.