La feria de fotografía cumple 20 años y lo celebra en una edición aniversario, hasta el domingo 27 de octubre en La Rural/Cinco galerías del país (Buenos Aires, Tucumán y Córdoba) que presentan artistas con proyectos frescos y originales/Técnicas que trascienden los lugares comunes.
Más de 55 galerías divididas en tres secciones para visitar en el Pabellón 8 de La Rural.
Cuando lo efímero es eterno: cinco fotógrafos (con propuestas originales) que hay que descubrir en la edición 20 de Pinta BAphoto. Por Melisa Boratyn.
Pinta BAphoto aterrizó hasta el domingo 27 en La Rural con una nueva edición que celebra los veinte años de la feria de fotografía más importante de nuestro país. De la mano de MALEVA salimos a recorrerla – a sus más de 55 galerías – con dos objetivos en mente: encontrar propuestas que se animen a ampliar las fronteras de la técnica y que presenten proyectos verdaderamente inéditos. Acá, cinco artistas imperdibles para descubrir en esta edición aniversario.
1) Pompi Gutnisky: una colección inédita que congela el paso del tiempo/ Galería Tramo (Sección Principal).
Pompi presenta una selección de fotos que hasta ahora nunca había impreso. «Los fotógrafos tenemos mucho material de archivo que, hasta que no copiamos y procesamos no ven la luz, como me gusta decir. Ante la propuesta de la galería Tramo de hacer un Solo Show me di el gusto de revisar mí trabajo de los últimos quince años».
Así fue como comenzó a descubrir diálogos y encuentros imprevistos entre sus imágenes y se sumergió en un proceso más plástico. A este proyecto central se suma una sugerencia de la galería de incluir un puñado de retratos que dan cuenta de épocas fundacionales para la cultura de los años 80 y 90 que ella vivió con fervor. Conviven aquí una fotografía de Sergio de Loof, otra de Alejandro Kuropatwa con quien Pompi trabajó durante mucho tiempo y dos joyitas; un retrato de Divina Gloria y otro de Rosario Blefari y Martín Reyna en una muestra que se realizó en la estación Callao en 1985, donde varios artistas crearon murales y Las Inalámbricas (grupo liderado por Ana Torrejón e integrado por Cecilia Torrejón, Paula Serrat, Jimena Esteve y Guillermina Rosenkrantz) se casaron con el arte.
2) Lihuel González: una reinterpretación artística de lo olvidado y desechado/ Gachi Prieto Arte Contemporáneo (Radar).
Cuando Lihuel tuvo la oportunidad de hacer una residencia en Francia el año pasado, se fue con su pequeño hijo. En largas caminatas que hacían juntos empezó a recolectar objetos cotidianos y absolutamente mundanos o de descarte, como tuercas o clavos, a los que les dió nueva vida con una acción tan simple como retratarlos.
«A todos los objetos me los lleve al taller para fotografiarlos en el mismo escenario, aunque tienen diferentes tonos de grises ya que las saqué en diferentes momentos del día. Son cosas que fuimos juntando en estas salidas. Algunas volvieron conmigo a Buenos Aires y otras se quedaron allá. Se las dejé a una joyera que va a diseñar una pieza especial», cuenta la artista.
La serie tiene principio pero no fin. Por ahora son 90 fotografías, cada una de ellas nomencladas con un pequeño texto escrito con máquina de escribir. Cada una tiene su número y cobra una nueva identidad para quedar inmortalizadas bajo la atenta mirada de Lihuel.
3) Ivana Vollaro: un selfie-point y un puente a tiempos analógicos (casi) olvidados/ Hache Galería (Radar).
En busca de obras que expanden el concepto de fotografía tradicional, aparece Ivana Vollaro que nos cuestiona la tensión entre lo analógico y lo digital, el tiempo, la reproducción y la inmediatez. Sobre un modesto cartel luminoso se leen las palabras «Fotos en el acto» que, no sólo evoca la práctica fotográfica «instantánea» del pasado, sino que funciona como selfie-point y nos invita a ser parte a través de un acto que realizamos para exponer nuestra «mejor cara» y compartir con otros apenas una pequeña capa de nuestra identidad.
Como explican desde Hache, la galería que acompaña a la artista, la propuesta crea «un selfie-point que opera como un puente entre dos eras de la fotografía: la del cuarto oscuro y la del clic inmediato del smartphone, reconfigurando nuestra relación con la imagen y el proceso». Cómo broche de oro, Ivana nos regala un pin con la frase «Tu foto aquí» y nos desafía a interactuar con conceptos analógicos casi olvidados, como el ritual de tomar una foto en el acto y recibir una reproducción física de ella. Una propuesta perfecta para esta era de amor nostálgico por el pasado reciente.
4) Sofía Casadey: la tierra, la arcilla y la fragilidad como bases para la fotografía/ Consultorio (Fuera de Foco).
Otra artista que instala nuevas maneras de abordar a la fotografía es Sofía Casadey que, de la mano del espacio de arte Consultorio de San Miguel de Tucumán, se presenta por primera vez en la feria. «Estas obras vienen del proceso de investigación de tierras de Tucumán, en especial de una zona que se llama Timbo Viejo, donde saco tierra de algunas zonas con vetas arcillosas y las trabajo para que me sirvan como base para procesos fotográficos. Son imágenes de esos mismos lugares o de elementos que necesito para trabajar, como el fuego, la leña o el agua». El registro de los espacios se vuelven imágenes fijas que se insertan en instalaciones y pequeñas piezas que podrían confundirse con pinturas.
Sofía también recorre otras partes del país, por lo que considera que su proyecto es federal, ya que le interesa develar el mapeo de los diferentes tipos de arcilla que existen. Frente a mí pregunta acerca de la delicadeza de sus obras, explica: «pienso mucho qué pasaría si mí obra se rompiera. Es por eso que me gusta escribirle cosas adentro, para que sigan apareciendo elementos en casos de que la rotura aparezca». La artista se amiga con la fragilidad y nos plantea maneras alternativas de pensar tanto a la fotografía como a la obra de arte en sí misma.
5) Luz Novillo Corvalán: registros de lo efímero/ ESAA (Fuera de Foco).
Desde Córdoba, ESAA Unquillo presenta por primera vez en Argentina, después de su paso por la feria SWAB en Barcelona, la serie «Polvo Obscuri», donde la artista Luz Novillo Corvalán hace un registro de diferentes dibujos que realizó con polvo de carbón, que muele hasta transformar el grano y con el que dibuja sobre el piso de su taller. Cuando estas obras efímeras comienzan a ocupar una gran parte de su espacio de trabajo, Luz decide hacer un registro antes de barrerlas, lo que genera una tensión entre la cantidad de horas de trabajo que necesita para crear los dibujos y cómo en una fracción de segundos pueden desaparecer. Ese registro es lo que le da a su obra la posibilidad de ser eternas.
«Me interesa modificar el carbón y cargarlo de otro sentido, transmutarlo. Los dibujos presentan distintas escenas de melancolía, personajes extraños y paisajes distópicos», explica la artista que elige para sus fotos títulos en Latín, una lengua muerta, y analiza el presente como un estado frágil, incierto, con un medio ambiente dañado y una humanidad en crisis. Con estas piezas nos invita a pensar en nuestra finitud.
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Fotos: son todas gentileza de prensa de Pinta BAphoto.