El mejor sushi y los mejores vinos casi en un mismo espacio
Desde su llegada en 2013, Bar du Marché fue una porción de París en Palermo, en parte, por sus mesas ubicadas tan juntas y la atmósfera íntima que reinaba e invitaba a quedarse. Pero lo bueno crece y, por eso, Bar du Marché se mudó a una de las esquinas de Nicaragua (al 6002) y Arévalo. Mariela Invernizzi, su dueña, apostó a un cambio de look (la fachada se revistió de madera) y a un proyecto más ambicioso. La escena cambió apenas un poco, pero la esencia sigue intacta: Bar du Marché no deja de ser uno de los mejores lugares para ir probar distintas cepas de su exquisita selección de vinos y maridarlas con una tabla de quesos, también, cuidadosamente seleccionados. Bar du Marché tiene además un plus: que se pueden conseguir vinos de otros países. Por ejemplo suelen tener Pinot Noirs de Nueva Zelanda o espumantes franceses. Además, se mantiene, ahora en el subsuelo, la discreta y deliciosa opción japonesa que es Club M Omakase, donde Fabián Masuda ofrece un Omakase de siete pasos que es puro arte.