La mirada de la fotógrafa Francesca Woodman, fallecida con tan sólo 22 años
Les Visitants es una muestra que gira en torno a la colección de la emblemática Fondation Cartier que reúne a veintitrés artistas de todo el mundo bajo la mirada (término designado por él) del argentino Guillermo Kuitca. Es así como más de diez salas del CCK albergan vídeos, instalaciones, fotografías, esculturas y obras en papel de referentes del arte contemporáneo al igual que artistas de culto o poco conocidos por el público general.
Es una exposición internacional, y ese es uno de los aspectos más valiosos para destacar, que reúne tanto a referentes del arte oriental como occidental de diversas generaciones e improntas. Un segundo punto que hay que resaltar, es que no buscar ser una exposición curada, sino observada y delimitada por un artista (argentino, con una enorme trayectoria internacional y contemporáneo) y no un curador. Kuitca nos adentra en la historia del arte reciente por medio de diversas experiencias, proporcionando un pantallazo excepcional de lo que sucede con los denominados nuevos medios.
Agnes Varda
El recorrido comienza en el sexto piso donde se destacan los trabajos de Daido Moriyama y su obra Dog and Mesh Tights, comisionada para su exhibición en la Fondation en 2016. Dos grandes pantallas invaden la sala, alternando imágenes azarosas de detalles y aspecto al parecer insignificantes de diferentes ciudades recorridas por el artistas. Sin embargo todo parecer transmite una extraña sensación de que estamos inmersos en un Japón desolado. Las personas miran atentas mientras me siento al lado de una chica no vidente y su madre, quien le relata pacientemente cada una de las imágenes que se intercalan, relacionándolas con algo que ella pueda identificar.
Como una enorme red que se va entretejiendo, pasamos por diferentes miradas, como la de Nobuyoshi Araki y sus fotografías de mujeres atadas según la tradición del Kinbaku –arte del bondage que halla sus raíces en el Japón del siglo XV–. Es importante destacar esto, ya que sus imágenes, y la manera en la que las mujeres están presentadas en ellas, pueden entenderse como controvertidas y hasta cuestionables.
Tony Oursler
El nigeriano J.D. Okhai Ojeikere es conocido por su extenso homenaje a la cultura de su país, en este caso a través de la serie Hairstyles, que toma como protagonista los diferentes peinados que pueden encontrarse entre las mujeres nigerianas, casi como obras de arte, o los retratos de Seydou Keita, quien afirmaba que tenía el don para embellecer a cualquiera y sacar el retrato perfecto, entendiendo como generar la pose indicada para cada modelo.
Llegando al final del recorrido, una video-instalación de Agnes Varda nos introduce (dependiendo de que silla elijamos) en la vida de una de las catorce viudas de la isla de Noirmoutier que la artista entrevista, a partir de su propia pérdida, lo que la lleva a involucrarse con este proyecto doloroso pero sensible e intimista.
Guillermo Kuitca, «David’s Living Room Revisited»
En la Gran Lámpara, el primer corazón de la exposición, nos encontramos con las obras de Hiroshi Sugimoto, Artavazd Pelechian y Francesca Woodman, una fotógrafa norteamericana fallecida en 1981, con sólo veintidós años, que dejó un cuerpo de obra único que sus padres rescataron y pusieron en valor. Woodman explora el ser femenino, el placer y el dolor a través de su propio cuerpo, que expone como objeto de estudio a través de un trabajo transgresor, a pesar de tener todos los elementos de la fotografía tradicional.
Ingresando a La Gran Lámpara del séptimo piso, encontramos una de las instalaciones más radicales de la muestra, una que cambia la sensación global de la misma, provocando una enorme tensión. Living Room de Guillermo Kuitca implica meterse en el corazón y las entrañas de Les Visitants. Ella está inspirada en un espacio imaginado por David Lynch, a partir de uno de sus dibujos, con una impronta teatral y barroca, dominada por paredes rojas, un sillón y una pintura que pone en imágenes el sofocante y perturbador relato en off de Patti Smith, que nos succiona hacia otra dimensión.
Por suerte la salida nos lleva hacia un estado totalmente antagónico, gracias a una de las joyas de la muestra, las fotografías de Patti, que para aquellos enamorados de sus libros, son una recorrido visual por sus relatos, recuerdos y viajes, como los que podemos encontrar en «Éramos unos niños» o «M Train»
Daido Moriyama
Por último, si bien podríamos continuar por horas, hay una obra para destacar y es el video The Ballad of Sexual Dependency de Nan Goldin, un sinfín de imágenes que en conjunto con una banda de sonido impecable, nos sumerge a la fuerza en su sub-mundo, ya muy reconocible en su carrera, de sexo, drogas, retratos de amigos, amantes, drags, extraños vomitando en baños de boliche o inyectándose, bebés recién nacidos y niños cumpliendo años. La obra de Goldin, un homenaje a su hermana, es carnal, desgarradora, sensual y grosera.
En poca palabras, Les Visitants es una muestra imperdible, de esas que no se van a repetir por un largo tiempo, por lo que merece ser vista.