Una mesa imponente en el Palacio Duhau – Park Hyatt
Eligen llamarse “el restaurante aéreo más grande del mundo”, y las extraordinarias cifras justifican el dicho: por año sirven más de 100 millones de comidas a 55 millones de clientes, con una inversión de 1000 millones de dólares. Por minuto, son 190 comidas. ¿Se entendió el punto?
Así es el Catering de Emirates, una de las aerolíneas más prestigiosas del mundo instalada en Argentina desde enero del 2012. En esta oportunidad, presentó el nuevo menú de Primera Clase para el vuelo desde Buenos Aires a Dubai en el Palacio Duhau del hotel Park Hyatt y MALEVA fue parte de esta experiencia sublime.
En el almuerzo estuvo Udo Leick, Gerente Responsable del Catering para América con 11 años trabajando en la compañía, y dos tripulantes de la cabina.
“Nosotros creemos que la experiencia de viajar comienza desde el avión. Y así configuramos nuestros vuelos: como una experiencia en sí misma”, explicó Fernando Joselevich, Gerente de Emirates Argentina.
Desde lo culinario, la propuesta pretende llegar a lo más alto de la gastronomía.
¿Por qué es especial esta propuesta? Porque es a la carta y los pasajeros pueden elegir entre las varias opciones de entrada, plato principal y postre; y porque también pueden seleccionar en qué momento comer. Muy a tono con la identidad sofisticada de la aerolínea, el famoso “pasta or chicken” nunca quedó tan lejos.
La filosofía de inclusión y diversidad se refleja en la carta: se aplican opciones para vegetarianos, otras más light y estilos de cocinas de todo el mundo. “Ofrecemos platos especiales para aquellos con requerimientos de salud (celíacos, diabéticos, etc.) que pueden pedirse 24h antes del despegue. Así realmente podemos brindar algo para todos”, explica Udo. Además, renuevan los menús constantemente: un nuevo mes implica nuevos platos a bordo.
«Para los que se estén preguntando, la aerolínea lleva invertidos 700 millones de dólares en esta bebida desde el 2006. Hoy, tienen tantas botellas de vino almacenadas en su bodega francesa – 4,7 millones para ser exactos – que algunas de ellas van a ser consumidas dentro de 10 años.»
Ensalada de mariscos con mango o pollo con azafrán, cous cous y chutney de berenjena (una verdadera delicia) son algunas de las opciones de la entrada. Entre las propuestas para el plato principal se encuentran salmón al limón, tortelines de ricota o lomo de cordero asado, este último resaltado por Udo como su plato preferido. Y, para culminar la comida, viene la fase dulcera: frutas de estación, domo de chocolate y avellanas, una fina selección de quesos, y más.
Cada paso se acompañó de un vino en particular, que en el caso de las líneas francesas se repite lo anterior: no vas a poder encontrarlo en ningún otro lado. Vino blanco, tinto, champagne, y una novedad: vino de postre. Para los que se estén preguntando, la aerolínea lleva invertidos 700 millones de dólares en esta bebida desde el 2006. Hoy, tienen tantas botellas de vino almacenadas en su bodega francesa – 4,7 millones para ser exactos – que algunas de ellas van a ser consumidas dentro de 10 años.