Ni Tortugas Open Mall, ni Las Palmas del Pilar, ni Unicenter. En estos últimos años, la creciente demanda por ropa canchera a precios accesibles es indiscutible. A no desesperar, los ya múltiples showrooms llegaron para salvar a más de una amante de las pilchas. En la era de los emprendedores, estas pequeñas tiendas privadas significan una gran oportunidad tanto para quienes buscan un futuro en el mundo de la moda como para los que priorizan la búsqueda de ingresos.
“La gente hoy esta con ganas de emprender, además al producir pocas prendas y vender todo su stock, los costos de estación son menores”, asegura Sofía Ganuza, cuyo blog de moda junto a Belén Deluca, Tricoco, se dedica a recomendar los mejores showrooms. “La gran ventaja sobre las grandes marcas son los precios competitivos de productos de calidad; al elegir cuáles recomendar nos fijamos en su estética, variedad, atención al cliente y por sobre todo que esté bien hecha”.
Es claro ya, estamos viviendo el auge de estos –casi siempre- departamentos devenidos locales que suelen ser accesibles solo con cita previa. A pesar de que la mayoría posee tiendas online, el probarse la ropa y verse a un espejo es una experiencia que no puede ser erradicada por ningún tipo de tecnología: es el momento decisivo en el proceso de compra. Por suerte para quienes disfrutan su vida en el conurbano bonaerense, ya no hace falta transitar las densas calles de la ciudad porteña: primero concentrados en los barrios más vinculados al diseño como Palermo y Recoleta, los showrooms ya invadieron zona norte.
Sin embargo, es difícil encontrarlos. Su principal plataforma de exposición es Instagram, que por más exitosas que sean las stories y los hashtags, no es infalible. A veces, su dirección es secreta y solo accesible por mensaje privado. Otras, simplemente su difusión no es suficiente para hacerse conocidos. Dejemos algo claro: la cantidad de seguidores no es siempre correlativa a la calidad del diseño. Es por esto que en MALEVA seleccionamos los mejores showrooms que cada vez convocan más en Pilar y el alto de San Isidro.
“Available exclusively online”, dice su Instagram. La verdad es otra. Cuatro veces al año, para presentar cada temporada, un pop up store surge en una dirección desconocida de zona norte, solo por un día. Todas sus piezas son fabricadas a mano, por modistas que trabajan desde su hogar, a su propio ritmo. Piccola nació en el 2016 cuando Renata, su fundadora y estudiante de abogacía, se dio cuenta que la ropa que más utilizaba era la que se había comprado en el exterior. “En Argentina, si bien es un país con mucho potencial, no había acceso a básicos que se necesitan día a día”, confiesa. “La idea del showroom es darle la posibilidad a las clientas que conozcan las prendas, sus texturas, talles, y que una vez que confíen en la marca, puedan manejarse por la tienda online”.
A pesar de contar con poco más que 3,500 seguidores, el profesionalismo se ve en cada post. Ubicado en una de las zonas más concurridas de Pilar, reúne diseñadores únicos y ofrecen una cuidada selección de prendas, calzados y accesorios.
Con showrooms en Recoleta y Cañitas durante la semana, Real tiene un secreto: los fines de semana abre sus puertas en zona norte y se pueden coordinar encuentros para conocer las prendas. Este fin de semana, su colección de colores neutros y líneas clásicas va a estar en Nordelta.
4) PRAGA BASICS: BÁSICOS LINDOS Y CÓMODOS / INSTAGRAM: @praga_basics
La lencería también tiene su lugar en todo esto. Con un showroom en San Isidro (sí, hay que preguntar en Facebook su ubicación exacta), aborda las prendas íntimas desde el romanticismo.
Fotos: gentileza showrooms mencionados (Instagram). La foto destacada corresponde a Concepto Tres.