Cecilia Alemani, directora artística del High line neoyorkino, eligió a los artistas que estarán participando de Art Basel 2018
La directora artística del High line neoyorquino visitó ArteBa y conversó con MALEVA. Alemani nos compartió sus expectativas sobre Rayuela, la muestra que tomará Buenos Aires como escenario de Art Basel 2018, y nos contó acerca del desafío que significa elegir a los artistas de una escena tan dinámica.
Desde 2012 encargó y curó todos los proyectos de High Line Art, el programa de arte público presentado por la organización sin fines de lucro Friends of the Highline en, nada más ni nada menos que la gran ciudad de Nueva York. A lo largo de su carrera colaboró con muchos de los museos más importantes del mundo como el MoMA/PS1 de NYC y el Tate Modern londinense. Del 6 al 12 de septiembre podremos ver su selección en tierras porteñas en el marco de Art Basel 2018.
¿Cómo surgió el nombre Rayuela?
El título está tomado de la novela epónima experimental del escritor argentino Julio Cortázar. La novela, publicada en 1963, es una narración no lineal que puede leerse según distintas secuencias, saltando entre capítulo y capítulo, como sugiere el título en referencia al juego infantil callejero tradicional. Como en el libro y en el juego, mi programa de arte salta por la ciudad, conformando distintos viajes y distintos trayectos a través del espacio urbano, y creando conexiones inesperadas entre los lugares y las obras.
¿Cuál es la relación que ves entre el arte y la arquitectura?
Creo que la arquitectura le da una posibilidad a los artistas de exhibir en espacios diferentes y espacios que nosotros creemos que estamos acostumbrados, que conocemos muy bien pero que no emplazamos una obra antes.
¿Cuáles son tus expectativas?
Sin duda, es una oportunidad para los artistas argentinos e internacionales de producir nuevas obras de arte para el público de la Ciudad. A su vez, permite a los visitantes ver Buenos Aires desde una perspectiva completamente nueva, descubriendo nuevos rincones.
¿Qué significa usar la Ciudad como escenario?
En lugar de trabajar en un espacio de arte predeterminado; como un cubo blanco, una caja negra, un museo o una institución convencional; tenemos el desafío de definir un espacio que no es ninguno de los anteriores, que no es convencional, que nunca se utilizó para arte contemporáneo; pero que a la vez permite hacer algo nuevo, algo que nunca se hizo antes en Buenos Aires.
«Tenemos el desafío de definir un espacio que no es ninguno de los anteriores, que no es convencional, que nunca se utilizó para arte contemporáneo; pero que a la vez permite hacer algo nuevo, algo que nunca se hizo antes en Buenos Aires.»
¿Qué es lo que más te gusta de Buenos Aires?
Me gustan muchas cosas. Primero y principal ¡la Ciudad en sí! Soy italiana proveniente de Milán. Me siento muy a gusto en Buenos Aires, caminar aquí es como caminar en Milán, es la misma arquitectura. Amo la comida y el vino. Además, lo que me fascina del mundo del arte aquí es que no está contaminado, como en Nueva York. Allá, cuando hacés las visitas con artistas, saben exactamente qué decirte, porque fueron entrenados. Acá son más espontáneos y auténticos.
¿Con qué artistas nos deleitaremos en ART BASEL 2018? ¿Por qué los elegiste?
Muchos de los artistas se concentran en la representación de los cuerpos, tanto con herramientas para performances y acciones colectivas, como locus de la construcción de identidades y comunidades.
El artista italiano Maurizio Cattelan, por ejemplo, está creando un cementerio “pop-up” transitorio para los vivos. La obra, titulada Eternity, se realizará en colaboración con cientos de artistas de Buenos Aires, en Palermo. La instalación de Ad Minoliti también funcionará como escuela feminista. El artista argentino Eduardo Basualdo creará una instalación a lo largo del Río de la Plata que conjurará una progresión de encuentros escultóricos, sumergiendo a la audiencia en un paisaje sensual único. La artista Luciana Lamothe, de Buenos Aires, presentará una escultura sobredimensionada que funcionará como extensión de su emplazamiento y evocará un espacio suspendido entre construcción y destrucción, presente y futuro, arquitectura y ruina. La artista Pía Camil, de la Ciudad de México, crea ambientes que pliegan la distancia entre el trabajo y la obra, a modo de experiencia compartida. Las dos están trabajando dentro del concepto de tiempo-espacio, pero con distintos acercamientos.
En relación con los artistas argentinos del programa, quería concentrarme en los artistas más jóvenes, como Ad Minoliti, Mika Rottenberg y Luciana Lamothe, porque tienen menos oportunidades a nivel internacional. Quise asegurarme de que haya algunas sorpresas.
¿Qué pensás del arte, los artistas y la creatividad de Buenos Aires en relación a otros lugares en el mundo?
Pienso que el arte aquí ¡es maravilloso! Hay una buena relación entre artistas, coleccionistas y ONGs, las galerías son estupendas, pero sobre todo los propios artistas. Comparado con otros lugares, uno de los aspectos que puede constituir un desafío es la ubicación geográfica de la Ciudad, que está alejada de otros centros de arte. Pero hay distintas formas de ser parte del mapa global artístico.
«Me siento muy a gusto en Buenos Aires, caminar aquí es como caminar en Milán, es la misma arquitectura. Amo la comida y el vino. Además, lo que me fascina del mundo del arte aquí es que no está contaminado, como en Nueva York. Allá, cuando hacés las visitas con artistas, saben exactamente qué decirte, porque fueron entrenados. Acá son más espontáneos y auténticos.»
¿Cuáles son los movimientos artísticos que preferís?
Me gusta Land Art, que es un movimiento de los años 60 en Estados Unidos que sitúa obras de arte en el paisaje.
¿Cómo describirías los elementos que utilizás cuando diseñás High Line Art?
Pienso en diferentes aspectos, como el tamaño y la cantidad de personas que lo verán. Pero, sobre todo, me interesa trabajar con artistas que no tengan tanta experiencia en ello y ofrecerles una plataforma para exhibir, además de compartir el conocimiento.
¿Qué elementos valora la gente común del arte?
Yo no hago diferencia entre los expertos y el público en general, esa es una pregunta que me hice mucho al principio y que dejé de hacerme porque creo que no tiene respuesta. Considero que tiene que ver con el encuentro que se genera entre la persona y la obra de arte. Yo puedo leer la pieza de una manera más sofisticada y con referencias artísticas, mi mamá la puede leer de una manera más personal… Pero eso no importa, lo que importa es ese encuentro que se genera y que hace al arte poderoso.
Fotos: Federico Hamilton