Capuccino con Murakami
Por Agustina Larrea
Los libros pueden ser escondites. ¿Por qué, en hora pico, entre los ruidos infernales de las puertas que se abren y se cierran en el subte, alarmas, ringtones invasores, gritos, cables que crujen y llamadas teléfonicas imposibles alguien decide sumergirse en la lectura? No se puede descartar la hipótesis del instinto de preservación. El libro, en ese caso, toma un lugar central. Mientras tanto, no son pocos los meteorólogos culturales que vienen pronosticando la muerte de las librerías con excusas previsibles -y muchas veces poco fundadas- que sobrevuelan lo obvio: el tedioso debate sobre el fin del libro en manos de algún villano de ocasión como e-book, la televisión o las computadoras. Sin embargo en Buenos Aires varias librerías decidieron convertirse en espacios distintos, con una vitalidad que ningún pronóstico se animó a anticipar. Así, instalaron entre cientos de libros, ediciones extrañas, ejemplares únicos, lugares en los que además se puede disfrutar de otra fuga: el rito de tomar algo.
El Ateneo, un siglo de libros
TODO GRACIAS A UN TAL PEDRO GARCÍA, INMIGRANTE ESPAÑOL
Fue elegida como una de las librerías más bellas del mundo por el diario británico The Guardian. El Ateneo Gran Splendid (allí donde funcionaba el viejo cine-teatro de la avenida Santa Fe) pertenece a la cadena y editorial El Ateneo que cumplió 100 años en 2012 y cuenta con varias sucursales. “La librería abrió sus puertas en septiembre de 1912, y su primera sede estuvo en la calle Victoria (hoy Hipólito Yrigoyen) 653, entre Perú y Chacabuco, en pleno centro de Buenos Aires”, explican desde el área de prensa. “El marco era una Argentina próspera, en plena expansión, con una población ávida de información y preocupada por cultivarse. A ese país llegó Pedro García, inmigrante de origen español, quien de algún modo quiso devolver el entrañable amparo que le hizo su país de adopción. Y que terminó por ser conocido como el as de los libreros de América”, agregan.
TÉ EN EL ESCENARIO, EN LA LIBRERÍA MÁS GRANDE DE SUDAMÉRICA ¿QUIÉN CONVOCA? UN LIBRODespués de un gran trabajo de restauración, en el que se mantuvieron el esplendor y la gran cúpula del viejo teatro, a partir del año 2000 El Ateneo Gran Splendid se convirtió en uno de los lugares ineludibles de la ciudad y la librería más grande de Sudamérica. En la actualidad, donde funcionaba el escenario de la sala hay mesas, en las que, además de leer, se puede disfrutar de la gastronomía.
“No se trata solo de vender libros, sino de que el libro funcione como un instrumento de reunión y que la librería se convierta en un espacio cultural y de intercambio. Eso llevó a que en las librerías se instalara la costumbre de un café dentro de los locales. Allí es posible hojear libros, encontrarse con amigos, acercarse de pronto a algún autor que frecuenta el lugar, matizar la espera con una buena lectura, y elegir el libro que queremos comprar con el tiempo suficiente como para saber qué nos estamos llevando”, señalan.
Libros del Pasaje: no bombardeen Palermo
BIBLIOTECAS DE MADERA A NADA DE PLAZA SERRANO
Libros del Pasaje, ubicada en uno de los tantos palermos, en este caso, en la zona de la Plaza Serrano, nació hace nueve años y es otro de los refugios poblados de libros que ofrece Buenos Aires. No bien se ingresa, decenas de estantes marrones ofrecen una gran variedad de títulos. Adelante, además, hay un espacio dedicado a la literatura infantil, con esas mesas minúsculas donde los chicos suelen jugar, reunirse y dibujar. ¿Cómo surgió la idea de abrir esta librería? ¿Qué expectativas se tienen a la hora de encarar una tarea así? ¿A qué público se apunta al comienzo? “No pensábamos en ningún público en particular. La idea era que fuese amplio y que, una vez abiertas las puertas, el público mismo fuera marcando la tendencia”, explica María Oyhanarte, dueña de Libros del Pasaje.
MIX DE LIBROS Y GASTRONOMÍA: LA INSPIRACIÓN VIENE DE LA BOUTIQUE DEL LIBRO SANISIDRENSE
Finalmente, con el tiempo, se fue marcando una tendencia en los habitués: “Hoy el perfil está muy ligado con lo humanístico, un lector muy interesado en la literatura y el ensayo. Y también nos encontramos con un público de turistas muy importante”. La idea de que la librería tuviera además un bar, estuvo desde el inicio. “Tuvimos siempre como referencia la Boutique del Libro de San Isidro, nuestra intención fue replicar ese modelo. La interrelación de los libros y la gastronomía fue la idea desde el principio.
TODO BIEN: SE PUEDE LEER UNA NOVEDAD EDITORIAL MIENTRAS SE DESAYUNA AL LADO DE UN ESCRITOR
Nos encanta esa convivencia y no podríamos imaginarlo de otra manera”, agrega Oyhanarte y asegura que los libros están disponibles para consultar en el bar: “Nada nos da más placer que ver a padres e hijos leyendo mientras disfrutan de un rico desayuno”. El bar se encuentra al fondo del salón y también hay mesas en un patio cubierto muy ameno. Otra de las características del lugar es que son varios los escritores que van allí a leer, a trabajar o simplemente a tomar algo.
Eterna Cadencia, libros en pleno “Hollywood”
UN REFUGIO DE LIBROS RODEADO DE BARES
Rodeada de decorados televisivos, restaurantes que brillan de noche y de día, luces de neón, vedettes que cruzan, productores apurados. En ese supuesto Hollywood porteño se encuentra Eterna Cadencia. Se trata de una librería y editorial que, lejos del ritmo a veces desenfrenado del barrio que la rodea, exuda tranquilidad. Con una tenue música bien elegida de fondo, recorrerla es otro de los placeres que brinda la ciudad.
BARCITO EN EL PATIO Y LA TERRAZA (EL MENÚ SE CONSULTA POR TWITTER)
La librería se armó en una vieja casona reformada y atravesarla es ir atravesando sus ambientes. En el patio y también en la terraza, que suele habilitarse durante el verano, funciona el bar, que ofrece, además de la carta clásica de cualquier cafetería, una oferta diaria de almuerzos que suelen ser tentadores.
El menú es publicado en el blog de Eterna Cadencia o en su cuenta de Twitter. Eterna Cadencia es, además, el lugar elegido por muchos autores para hacer presentaciones de libros, eventos culturales, lecturas y más.
Datos:
Ateneo Gran Splendid: Avenida Santa Fe 1860
Horario: Lunes a jueves de 9:00 a 22:00. Viernes y sábados de 9:00 a 24:00. Domingos de 12:00 a 22:00
Libros del Pasaje: Thames 1762 (y Pasaje Russel)
Horarios: Lunes a sábados de 10:00 a 22:00 / Domingos y feriados de 14:00 a 21:00
Más información: http://www.librosdelpasaje.com.ar/
Eterna Cadencia: Honduras 5574
Horarios: Lunes a viernes de 10:00 a 21:00 hs. Sábados, y Feriados de 11:30 a 20 hs. Domingos cerrado.
Más información: http://www.eternacadencia.com/
Blog: http://blog.eternacadencia.com.ar/
En Twitter: @eternacadencia